Acapulco, Guerrero., Mayo 22-2023.- “Estamos a merced de la violencia y no parece que podamos acudir a ninguna instancia para encontrar solución a todo esto”. Así condenó el párroco Juan Carlos Flores Rivas, el atentado que sufrió el Arzobispo de la Arquidiócesis de Durango, Faustino Armendáriz Jiménez.
El Arzobispo fue atacado por un sujeto que ingresó hasta la sacristía de la Catedral, preguntó por él y al tenerlo frente, según refieren notas del hecho, le dio una puñalada, que afortunadamente no alcanzó a provocar daño de consideración. El sujeto fue detenido por otro sacerdote y el sacristán para entregarlo a las autoridades para lo que conducente legalmente.
Como él Padre Flores Rivas, la feligresía pidió garantías para los párrocos que en el ejercicio de su trabajo religioso, también están expuestos a la violencia. Señalaron que el trabajo que realiza la Iglesia Católica no puede ser sustituida en su labor que, ahora más que nunca con la inseguridad, provoca desesperanza.
Por ello, la feligresía se sumó al llamado que hicieron los párrocos para que se haga justicia y se den garantías en su trabajo que tiene gran contacto con la sociedad.

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