
Él es débil visual, ¡invidente! El otro, se aprovechó de aquel, de su discapacidad y vió como ¡Estafar!
Traicionó la confianza y simuló operaciones.
Usó sus ojos para defraudar a nombre del que no ve.
Un contador sin ética, Isaac Enrique Vargas Vázquez, cometió ¡Delito fiscal! Defraudó a nombre del invidente, quien tras su ceguera confió todo.
Le dio clave fiel y contraseña.
Falseó ante autoridad hacendaria.
Cometió ¡Fraude! Y Abuso de la confianza.
¡Engañó! Al SAT.
Un organismo que en la revisión reconoció y detectó: “hay movimientos indebidos”.
Aquel fió sus ojos a los de otro.
Su ceguera permanente, lo hizo constante víctima.
El desconocimiento en materia fiscal, lo llevó a que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) sospechara de él.
Su información fue usada para hacer movimientos falsos.
Emitieron por él facturas, más de 25, por un monto superior al millón 290 mil pesos de 2018 a 2019.
Él ni lo sospechaba.
Era sólo un estudiante de la escuela para invidentes, incluso becado, sin empleo, que se instruía para enfrentar la vida en la obscuridad.
Fue aprender cómo desenvolverse en la vida tras perder totalmente la vista.
Afuera, ya era víctima del timador. Se aprovechaba y en un momento lo convertían en un pequeño empresario que ofrecía servicios de rehabilitación.
Las autoridades hacendarias exigía comprobar ingresos.
Y él apenas había terminado el colegio y ¡Ni empleo tenía ni tiene!
Ahora, espera una resolución y no caer como defraudador.
“¡Tengo miedo!”..
Estoy inseguro, temo salir. Me causó daño psicológico.
No quiero ir a parar a la cárcel por fraude que no hice.
Económicamente, también me dañó.
Busqué un prestamo y en ningún banco puedo hacer movimientos hasta aclarar, narra con melancolía.
Aunque cancelaron las facturas, su situación depende de la sensibilidad hacendaria.
Además, de la Fiscalía General de la República, donde promovió una demanda, desde el cinco de marzo.
Ahora a esperar que le crean.
Fue una villanía del que ve.
Una vileza de quien simuló operaciones y se aprovechó de la debilidad visual.
Un timador y víctimas como deben haber muchos.