Con su venia diputada presidenta, saludo a mis compañeras y compañeros diputados.

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Público en general…

Solicito al diario de los debates la inserción completa de esta iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se expide la Ley  de Fomento, Protección  y Conservación del Maíz Nativo como Patrimonio Alimentario y Cultural del Estado de Guerrero suscrita por su servidora diputada Jessica Ivette Alejo Rayo, al tenor de lo siguiente:

“Levantemos en tiempo el diente de maíz,
el grito de la hoja seca,
el paso justo del gusano oreja de olla,
aquél de los caminos de la memoria”: Hubert Matiuwwa

La agricultura tradicional, campesina e indígena ha sido el sustento cultural, alimenticio y económico más importante de México, constituye en su totalidad la cosmovisión en la cual se funda el país. el maíz pertenece a la familia de las Poáceas o Gramíneas y es uno de los granos alimenticios más antiguos que se conocen, es una planta domesticada y altamente productiva que no crece en forma salvaje por lo que es completamente dependiente de los cuidados del hombre. Se considera que el maíz fue cultivado hace aproximadamente 10 mil años a.c. A pesar que se calcula que su origen se dio en la región central de México a través de la fusión de plantas que crecían en forma silvestre como el teocintle o teosinte, la evidencia más antigua que se tiene, es de hace 6,250 años, evidencia encontrada en la cueva de Guila Naquitz, en Oaxaca, a unos kilómetros del centro de Mitla. El nombre científico de este grano es Zea Mays, los nahuas de Mesoamérica lo llamaban Centli y durante su propagación por el continente americano adquirió nombres como choclo, jojoto, corn, milho o elote y maíz con la llegada de los españoles a través de la adaptación fonética de mahís.

Nuestro país concentra el mayor número de variedad de maíz; blanco, azul, gordo, dulce, chiquito, bofo, vendeño, conejo, dulcillo del Noroeste, chapalote y amarillo, son solo algunas de las más de 60 variedades de maíces que forman parte de nuestra alimentación diaria,  además de ser utilizado en la actualidad como forraje para la ganadería. El estado de Guerrero ocupa el sexto lugar en producción de maíz a nivel nacional y durante el 2018 al 2021 registró una cosecha de un millón 335 mil 918 toneladas, con 90 por ciento de grano blanco y el resto amarillo o maíz azul.

La conservación de este patrimonio es una obligación que tenemos que procurar desde la legislación local, ya que los datos son concisos de la importancia de la protección y aseguramiento del maíz. En Guerrero, se siembran más de 30 razas de maíces nativos de un total de 64 identificadas y más de 300 variedades. Lo que también representa el 29 % de las 220 razas que existen en América Latina. El mayor rasgo histórico de este proceso de domesticación se encuentra en el refugio rocoso/montañoso de Xihuatoxtla, cerca de Iguala; al sur hasta llegar a Arcelia y Teloloapan al norte de Guerrero.

La diversidad del maíz se incrementa no sólo en los cruzamientos entre razas sino entre éstas y las variedades mejoradas, o bien se presentan los híbridos acriollados. A nivel nacional se reconoce la existencia de cuatro grupos de razas: 1) indígenas antiguas; 2) exóticas precolombinas; 3) mestizas prehistóricas; y 4) modernas incipientes. De las cuales, en Guerrero se han identificado las siguientes: Ancho, Bolita, Celaya, Chalqueño, Conejo, Cónico, Elotes cónicos, Elotes occidentales, Olotillo, Pepitilla, Ratón, Reventador, Tabloncillo, Tepecintle, Tuxpeño, Tuxpeño norteño, Vandeño, Zapalote grande, Mushito; también introgresión sobre estas razas, principalmente influyen Pepitilla, Ancho, Olotillo, Vandeño y Tepecintle. Dentro de los maíces de color se ubican: Pepitlla, Ancho, Mushito, Chalqueño, Conejo, Olotillo, Reventador, Tepecintle, Bolita, Elotes occidentales y Elotes cónicos. Las razas y variedades nativas no se encuentran estáticas en bancos de germoplasma y centros de investigación, sino todo lo contrario, el proceso de conservación y preservación es generacional (hereditario) en manos campesinas y la importancia de su resguardo está intrínsecamente relacionada con la disposición de su riqueza biológica para formar mejores semillas directamente en las milpas.

El año pasado se produjo un millón 300 mil toneladas, de 25 millones toneladas que se producen en el país. En la entidad se tiene un padrón de 370 mil productores y se cosecho 2.79 toneladas por hectáreas. La región de la Costa Chica sembró 125 mil hectáreas el año pasado, y es la zona con mayor superficie sembrada; la región centro con 76 mil hectáreas, 71 mil hectáreas la región de la Costa Grande; la zona de la Tierra Caliente con 70 mil hectáreas y la región Norte con 63 mil hectáreas y la región de la Montaña con 48 mil hectáreas.

En materia de exportación el estado de Guerrero busca exportar el maíz azul, un producto de alta calidad, que tiene mucha demanda en Estados Unidos y en Europa por su alto valor proteíco y nutricional. A pesar de que las condiciones climáticas y territoriales son las idóneas para la siembra y agricultura de nuestra semilla fundamental, es importante que desde la legislación procuremos los medios de apoyo técnicos, agrícolas, industriales y de prevención de riesgo para que el maíz logre optimizar su producción y desarrollo que le permita generar condiciones para el abastecimiento local, nacional e internacional con fines de exportación. Las problemáticas más latentes son las originadas en los tiempos de lluvia que luego dificultan el proceso de un ciclo normal de la cosecha. Un ejemplo de ello es que en la región de la Costa Chica, durante dos años las lluvias no cayeron de acuerdo a la temporada y no ha ayudado a producir un ciclo normal. Los productores han optado por la introducción del sistema de riego para poder garantizar primero la alimentación, razón que dificulta cumplir los propósitos de exportación. La meta de cada productor es producir mil 100 kilos por cada ciclo y con eso, los campesinos tienen asegurada su alimentación durante un año y para una familia de cinco personas. El maíz que más se cosecha en esta región es el blanco, amarillo, azul y rojo, con mayor presencia en las regiones de la Tierra Caliente, Costa Chica y Norte y Costa Grande. Además de que cumple una función dicotómica en el proceso campesino al no sólo ser soporte de la agricultura, sino de la ganadería para su alimento.

La producción de maíz nativo necesita ser más impulsada desde las políticas públicas alimentarias, como una prioridad en el ciclo de la siembra que da sustento al sector campesino del estado, para de este modo contrarrestar las causas de los desplazamientos de las corporaciones transnacionales que promueven tecnología que facilita la generación a los maíces híbridos como parte del paquete de la revolución verde; además de las amenazas de contaminación con el maíz genéticamente modificado, situación que pone entre la encrucijada al grano milenario de las diferentes regiones guerrerenses, ya que suele ser acaparado y transformado en harina para ser repatriado a su lugar de origen con otra envoltura, etiqueta y precios de usura. En este aspecto, nuestro país se convirtió en el principal importador de maíz (18 millones de toneladas), en el periodo 2020-2021, pese a las decenas de razas y cientos de variedades de maíz nativo que tienen su origen aquí en Guerrero.

Hay una lucha constante para el rescate y protección del maíz endémico, convirtiendóse esa causa en un movimiento nacional a favor de la soberanía alimentaria y derechos campesinos; un ejemplo de esta lucha ha sido la resistencia y defensa de comunidades y organizaciones contra el binomio corporativo Bayer-Monsanto por introducir los cultivos transgénicos y suprimir el libre intercambio de semillas, ya que viola derechos humanos culturales para una alimentación adecuada, y nuestro estado de Guerrero ya contempla y proteje el derecho a la cultura en toda su extensión, por lo que se debe legislar para evitar el despojo de los recursos genéticos y la privatización legal de las semillas que cultivan y domestican el sector campesino.

Hoy no les hablo como legisladora, les hablo como mujer guerrerense que sustenta toda su dieta alimentaria en el maíz, así como en los saberes ancestrales que preservan la biodiversidad, hábitos culinarios y socioculturales. El estado de Guerrero tiene una vasta biodiversidad de maíces nativos, le permite ser un territorio diverso biológica y culturalmente en el país. La siguiente iniciativa se centra en la protección no sólo del maíz sino de los conocimientos y saberes que se crean y se recrean en los propios procesos de las comunidades guardianas de semillas.

Los maíces nativos son un legado de la naturaleza y de las diversas culturas, reconocidos como reservorios genéticos vivientes, donde su siembra y cosecha es un acto de resistencia y de autonomía, y no hay nada más cercano a la autonomía que nuestra voluntad por preservar los saberes ancestrales, yo quiero que las generaciones venideras, logren probar el néctar de los maíces, saborear sus colores, y enseñar a nuestras infancia y juventudes que la herencia más importante que nos dejan las y los ancestros se conserva en la semilla que florece en cada mesa, en cada taco que llega desde la tierra a todas las mesas del estado.

Ahora que esos ríos rieguen la defensa que daremos por preservar el maíz, que no sólo ha sido alimento del cuerpo, sino del espíritu que crece en el fuego de nuestras comunidades guerrerenses.

Por lo anteriormente expuesto me permito someter a la consideración del Pleno, la INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO QUE EXPIDE LA LEY DE FOMENTO, PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DEL MAÍZ NATIVO COMO PATRIMONIO ALIMENTARIO Y CULTURAL DEL ESTADO DE GUERRERO.  La cual consta de 24 artículos, 9 transitorios y 8 Títulos divididos de la manera siguiente:

  • TÍTULO PRIMERO DE LAS DISPOSICIONES GENERALES.
  • TÍTULO SEGUNDO DE LA PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO ALIMENTARIO Y MAÍZ NATIVO.
  • TÍTULO TERCERO DEL MAÍZ NATIVO Y EN DIVERSIFICACIÓN CONSTANTE COMO PATRIMONIO ALIMENTARIO Y CULTURAL.
  • TÍTULO CUARTO DE LA CONSERVACIÓN DE LAS FORMAS TRADICIONALES DE PRODUCCIÓN DEL MAÍZ NATIVO.
  • TÍTULO QUINTODE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LOS PRODUCTORES ORIGINARIOS.
  • TÍTULO SEXTO DEL CONSEJO GUERRERENSE DEL MAÍZ NATIVO.
  • TÍTULO SÉPTIMO DEL PROGRAMA DE FOMENTO Y PROTECCIÓN DEL MAÍZ NATIVO EN EL ESTADO DE GUERRERO.
  • DE LAS RESPONSABILIDADES.

Es cuanto diputada presidenta.

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