• 37.5 por ciento de hogares reportan niñas con ansiedad severa: #ENCOVID19Infancia
  • Niñas y los niños carecen de tiempo para  convivencia, contacto físico, falta de movimiento, escaso contacto visual

Elda Montiel

SemMéxico, Cd. de México, 1º. de mayo 2021.- Las niñas y los niños podrían salir fortalecidos de la situación de emergencia sanitaria que estamos viviendo cuando el entorno es favorable, aunque la ansiedad y el duelo han desplazado los problemas de conducta y aprendizaje señalaron los psicólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Con motivo del Día de la niña y el niño, los especialistas de la Facultad de Psicología reconocen que no hay rituales de duelo que ayuden a los niños a manejar la perdida, ya que “dejan de ver a una persona, a un familiar unas semanas y luego ya no lo vuelven a ver”.

Sin embargo, María Teresa Monjarás Rodríguez refiere que, en un estudio realizado con preescolares, se encontró que quienes han logrado adaptarse con mayor habilidad es porque sus cuidadoras y cuidadores, al igual que ellos, tenían emociones y sentimientos positivos del encierro, es decir, “alegría por estar juntos”.

Considera la hipótesis de que en esta situación los niños pueden estar asimilando la capacidad para adaptarse a situaciones de crisis, si lo observan, sobre todo, de sus padres; la empatía, se mira cuando ellos realizan alguna videollamada con sus abuelos o familiares y son conscientes de que no pueden ir a visitarlos por el riesgo de contagio.

Otros elementos favorables es la creatividad y el trabajo en equipo, cuando a las niñas les han asignado roles de apoyo. Destaca que influye un clima familiar favorable y señalan como factores importantes en el desarrollo de la resiliencia en los menores, los atributos propios del niño; los aspectos de su familia, y el contexto familiar.

La académica enfatizó que las niñas y los niños están muy atentos y están generando la facultad de la espera y la paciencia que es una habilidad compleja, cuando expresan “no hay que agarrar nada porque nos contagiamos “.

37.5 por ciento de hogares reportan niñas con ansiedad severa: #ENCOVID19Infancia

Por otra parte, la Encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de las Niñas, Niños y Adolescentes (#ENCOVID19Infancia) del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia revela que en nuestro país 35.7 por ciento de los hogares con niños reportaron síntomas de ansiedad severa.

Beatriz Macouzet Menéndez y Salvador Chavarría Luna refieren que no acudir a la escuela de manera presencial afecta a las niñas, niños y adolescentes, y sus procesos de socialización, por lo que un eventual regreso a clases presenciales son fundamentales para disminuir la ansiedad que algunos niños presentan por el confinamiento.

Aunque en el país se brindan clases por televisión o en línea, 78.6 por ciento de los hogares con niños en edad escolar expresaron que tuvieron dificultades para continuar con la educación de sus hijas o hijos, debido a la falta de computadora o internet, según la misma encuesta.

En mayo de 2020, 75 por ciento de los hogares con presencia de niños de 0 a 17 años reportó que sus ingresos se redujeron con respecto al mes de febrero de ese mismo año, y en 32.3 por ciento de los hogares uno o más integrantes perdieron sus fuentes de ingreso.

Por otra parte, el psicólogo Salvador Chavarría Luna precisó que “la escuela es nuestro laboratorio de emociones: nos peleamos, nos reconciliamos, entran en juego muchas habilidades de contacto y comunicación. En la pandemia no se han logrado del todo”.

Las niñas y los niños tienen actualmente carencia en el tiempo de convivencia, contacto físico, falta de movimiento, así como contacto visual, que es importante para niños en edad escolar.

Recomendaron a los padres a atender dudas e inquietudes sobre la actual pandemia por la COVID-19 y preguntar más sobre qué les preocupa a las niñas, niños y adolescentes, y que no es una respuesta “no pasa nada”.

Beatriz Macouzet Menéndez comenta que si bien esto ha sido un reto, padres y maestros han tenido que generar espacios virtuales en los que se promueven tanto la actividad física de los niños como la posibilidad de contactar o convivir con sus pares.

Destacó que durante el confinamiento las rutinas se modificaron, por ello es importante que existan tiempos establecidos “para que una niña o niño pueda sentir seguridad, libertad y deseos de jugar”.

Advirtió que la salud mental de las niñas, niños y adolescentes se ha visto afectada por múltiples factores: encierro prolongado, la imposibilidad de interactuar con sus pares en ambientes como la escuela, incremento del riesgo de abandonar los estudios, mayor exposición a la violencia en el hogar y en línea, entre otros, añade.

Macouzet Menéndez, abundo que algunos signos de alerta pueden ser: cambio radical en su comportamiento y que pierdan interés por el entorno. Puede haber modificaciones en la alimentación o el sueño. Los niños cuando presentan depresión no necesariamente están tristes pueden estar irritables o preocupados, enfatiza.

Respecto a las clases que recibe en casa, la niña Ian Morones Santana, de ocho años de edad, que cursa el segundo año de primaria y envía mensajes de voz vía WhatsApp. Expresa “es diferente a como era antes”.

“Me gusta más salir a lugares, pero protegerme. Me conecto en línea a las clases en mi iPad, y ahora aprendí a convivir más con mis mascotas, a cuidarme de todo también, a ser responsable, y no sé qué más; bueno, sí, también debo de ser más cuidadoso con las cosas, no tocar nada y cuidar a los animales y a la naturaleza”.

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