Edgar Morín Martínez, es un destacado mexicano, estudioso de los medios de comunicación. Acucioso y serio investigador de la arqueología y sociología, alcanzando el doctorado por el Instituto de Investigaciones Antropológicas de su Alma Máter: la UNAM. Además de llevar a cabo, con sobrado éxito, múltiples actividades académicas en instituciones de educación superior, es autor de su más reciente libro: Prensa Inmunda, (Grijalbo 2022), a través de 13 interesantes capítulos, nos entrega una especie de manual, con pistas, para descifrar distintos trucos o mañas tanto del poder político, económico, criminal y mediático que han complicado el quehacer de los periodistas, en donde se puede descubrir las profundas divisiones existentes en el gremio periodístico, así como el espionaje al que ha sido sometido no solamente desde Palacio Nacional, sino también, del sector privado y fuerzas armadas.
Sin lugar a dudas, Prensa Inmunda, es un texto de obligada lectura, tanto para quienes se desenvuelven dentro de los medios de comunicación, así como para lideres de opinión, empresarios, políticos e intelectuales.
Lograr entrevistar a Edgar Morín, a lo mero macho, no fue nada fácil. En primer lugar, no le gustan las entrevistas. Afirma, una y otra vez, no ser quien deba estar frente a los reflectores, mucho menos, convertirse en centro de atención, y por otra parte, era muy complicado poder coincidir su apretada agenda, dado que la mayor parte de su tiempo lo dedica a impartir sus conocimientos con los estudiantes de la FES Acatlán de la UNAM, así como la preparación de su siguiente libro. Un hombre orgullosamente mexicano, que impresiona por su bagaje cultural. Amable en su trato, Respetuoso, educado y sumamente sencillo. Dentro de su extremada seriedad, aflora su simpatía, pero también, da muestras de ser un hombre con enorme sensibilidad.
En esta segunda parte de la entrevista exclusiva que concedió a RELEVANTE MX, afirma que en todo el mundo no existe una sociedad civil tan solidaria como la mexicana, siempre dispuesta en brindar auxilio a quien más lo necesita. Orgulloso de haber tenido la oportunidad de cursar la licenciatura en Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, hace referencia que los equilibrios del poder en México, curiosamente, jamás han sido equilibrados y subraya que, sin el trabajo cotidiano del periodista, reportero o comunicador, simplemente… ¡No existiría la historia!!
Por último, al consultarle ¿Por qué “las mañaneras”, desde Palacio Nacional, se han convertido en una comedia de equivocaciones?, expresó: “Es que levantarse diariamente a las cuatro de la mañana, es un desgaste muy cabrón, y más, a esa edad. Recuerda que ya sufrió un infarto. Le suministran tantos medicamentos que, la verdad, su organismo ya no aguanta. No dudo ni tantito que AMLO esté dopado durante “las mañaneras”, quizás, sea por eso que ya no coordina bien sus ideas, comete tantas equivocaciones y hasta se le olvidan las cosas”
Entrevistado en el interior de un conocido restaurante, ubicado frente a la Glorieta de Camarones, al norte de la ciudad de México, totalmente relajado, me dijo:
-¿A lo Mero Macho, nos estamos volviendo un tanto deshumanizados en México?
-¡Eso, jamás sucederá!! México es un gran país siempre dispuesto ayudar a sus semejantes. Toda su gente entrega todo lo que puede cuando alguien está en desgracia. Somos una gran nación. Ahí está la prueba durante los sismos de 1985 y luego del 2017.
-¿Una sociedad civil que vale oro?
-Indiscutiblemente y muy poco valorada por sus autoridades gobernantes…
-¿Lo que siembras, es lo que cosechas?
-La gente siembra amor a su prójimo. Siempre, está atenta para acudir para brindar auxilio cuando sucede algo así. En todo el mundo no existe una sociedad civil tan solidaria como la mexicana
-Retomando lo de tus estudios ¿Tuviste que hacer, circo maroma y teatro para ingresar a la UNAM?
-Ingresar a la UNAM, era mi mejor opción para seguir estudiando y tenía dos opciones de carrera. La primera, era Comunicación.
-¿Por qué Comunicación si los reporteros estamos sujetos a miserables sueldos en los medios, claro, hay sus excepciones?
-Leía los periódicos, la revista Proceso y me llamaba mucho llegar a escribir en un diario…
-¿Te sentías influenciado al ver a Jacobo Zabludosvky en la tele?
-No, la verdad es que no veía televisión. Recuerdo que el periódico Uno más Uno, en aquella época, era un gran diario. Luego me hice asiduo lector de La Jornada. Pero los leía en casa porque eran los periódicos que compraba mi papá.
-¿En ese tiempo, ya existía la prensa inmunda?
-No, no y no.
-¿Qué te llamaba la atención de Uno más Uno?
-Me gustaba mucho la sección cultural de los sábados, yo estaba muy chavito. Me encantaba leer a Roberto Bátiz junto con una bola de chiflados que escribían cosas muy interesantes, pero también, una sección muy chingona de música, lo único que no tenía, era poder escucharla. Gracias a la maravillosa época de Uno más Uno, pude descubrir el famosísimo tianguis de El Chopo.
-¿Eras un comprador frecuente de cuanta cháchara y discos?
-Por supuesto que sí. Iba a la sede que estaba en Buenavista, en la calle de Enrique Martínez y luego lo cambiaron por el Metro La Raza.
-¿Te aventabas tu “churrritos” de mota?
-No, fíjate que no.
-¿Me dices que no, dándote tus golpes de pecho?
-No Edmundo, estaba muy chavito, eran otros tiempos.
-¿A lo mero macho, nunca le has metido a la mota?
-¡Puff!!, lo que quiero decirte, es que en ese tiempo, el consumo de mariguana no era tan popular como hoy que se ha convertido excesivamente popular y un problema social muy serio
-¿Un nuevo cáncer social?
- Pues ahí tienes las estadísticas… ¡Niños de ocho años fumando mariguana!! ¡Nooo mames!!
-En Palacio Nacional dicen que estamos muy, pero muy bien y que en México no pasa nada…
-Edmundo, no obstante que tu eres una persona mayor, cuando tú y yo fuimos niños, todavía existía ese estigma social, que la mota nada más se la chutaban los soldados y toda esa contra cultura que me había recetado con José Agustín. Vamos, tenía una idea de la relación de las drogas, la música, pero la cuestión de las drogas estaba muy lejana.
-¿De cierta forma, tuviste un grado de inseguridad y no sabias qué querías ser de grande?
-Quizás, eran las propias incongruencias de la edad y esas contradicciones.
-¿¿Por qué esa confusión dentro de tu cabeza?
-No lo sé. Lo que sí recuerdo, eran las dos opciones que más vueltas me daban en la cabeza. Una, era ser abogado, y la otra, comunicación. Me llamaba la atención el periodismo, pero también, la política como tal.
-¿Te encontrabas perdido en el laberinto de no saber que elegir?
-¡Ándale!!, finalmente, me di cuenta que el asunto de estudiar Derecho, era muchísimo más cuadrado y mis habilidades como que eran más prácticas y creativas. Además, empecé a darme cuenta que siendo abogado, iba a terminar metido en un montón de problemas, porque es un ámbito super corrupto.
-No todos los abogados son corruptos…
-Bueno, no quise generalizar. Curiosamente, ahí, me empezó a guiñar el ojo todo lo relativo al mundo penal, pero en términos de la injusticia y todo eso. Lo que me encantó del periodismo, es que tienes que leer un chingo, tenía que actualizarme de todo lo que sucedía en el mundo. Como que estudiar Comunicación me llenaba plenamente.
-¿Acaso no estabas un poco indeciso por Antropología?
-Ahora que me lo preguntas, en realidad, creo si debí haber estudiado Antropología, porque lo que descubrí con el paso del tiempo y con estas reflexiones que de pronto uno se tiene que hacer, en realidad, lo que me gustaba mucho era el asunto de la otredad, es decir, lo que no es como yo. Lo que no es como el medio, ni lo que no es a lo que pertenezco.
-En realidad, ¿lo que buscabas era un escape?
-¡Vaya mi sicólogo particular!! Es por eso que me refugiaba en la música y cultura popular. También, y ahorita que me lo dices, fui muy fan de los comics, quizás, recuerdes a Palomo, el chileno, sobre todo, El IV Reich, me encantaba.
-¿Debo entender que estoy frente a un antropólogo malogrado?
-¡Qué duro eres conmigo!! No, fíjate que me di cuenta después, que, lo que en realidad me llamaba la atención era eso: LA OTREDAD, pero ya estando en la carrera de comunicación y como a la mitad, me recomendaron un libro: “Las Culturas Híbridas”, de Néstor García Cantú y me gustó mucho por la manera de cómo se abordaban esos temas. Me parecía una maravillosa coartada para andar de vago. Total, lo empiezo a leer y como que empiezo afinar la mirada hacia algunas cosas que me interesaban.
-Después de esa encrucijada existencial, a lo mero macho, ¿Qué es lo que te interesaba?
-Todo lo que estaba vinculado a la música y por ende, también hacia los jóvenes y formas de la juventud…
-Discúlpame, pero con la carrera de Comunicación podías vincular todo eso…
-Exactamente, porque, gracias a la comunicación, se me presenta mi primera relación amor/odio. Tal y como lo narro en el libro.
-¿Nadie experimenta en cabeza ajena?
-Lo que aprendí ahí, mejor dicho, lo que conocí ahí, fue a dos autores que me encantan: Hunter S. Thompson, el padre del periodismo gonso…
-¿Era quien planteaba eliminar la división entre sujeto y objeto? ¿Ficción y no ficción? ¿Objetividad y subjetividad?
-¡Ese mismo!!, junto con Tom Wolf, a quien le decían el padre del nuevo periodismo o el Caballero Sureño. Me viene a la mente el epitafio que escribió Hunter S Thompson para Richard M Nixon, la cosa más despiadada que haya leído hacia un político. El tipo estuvo en la Casa Blanca cuando Nixon se va, le dice algo que resulta muy interesante y que hasta nos sirve para poder entender a los presidentes. Los hombres del poder no son como nos quieren hacer creer. Sin excepción, buena parte de ellos están dopados. Thompson odiaba a Nixon en lo personal y descubre que Nixon estaba drogado hasta la madre, con un comportamiento errático, medicado e incoherente
-¿Tú crees que López Obrador esté dopado hasta la madre durante “las mañaneras” y por eso dice tantas barbaridades?
-No lo dudo pero ni tantito, con ese ritmo de trabajo que lleva a su edad, quizás, sea por eso que no coordina bien sus ideas y comete tantas equivocaciones. Le suministran tantos medicamentos, que la verdad, su organismo ya no aguanta.
-¿”Las mañeras” lo revitalizan o de plano se lo están acabando?
-Es que levantarse diariamente a las cuatro de la mañana es un desgaste muy cabrón, y más, a esa edad. Recuerda que ya sufrió un infarto
-Ya que mencionas a Nixon, me viene a la mente la entrevista que me dio el abogado Javier Coello Trejo, quien me decía que, en Estados Unidos, la Corte y el Congreso, gracias a las investigaciones de un diario tiraron a Nixon, pero… ¿en México les faltan güevos…?
-Me preguntas si a los periodistas ¿les faltan güevos? No, por supuesto que no… ¡Hijole!!, vaya pregunta que me formulas. Es que, es un asunto mucho más complejo que lo sucedido en Estados Unidos…
-¿Por qué?
-Me parece que, aquí, los equilibrios del poder en México, curiosamente, jamás han sido equilibrados, sino que siempre han negociado.
-¿Estamos fregados y ni para dónde hacerse?
-Hay un precepto del periodismo norteamericano que se hace aquí y dice así: “Si quieres dedicarte a esto en serio, tatuátelo en el cerebro… ¡todo gobierno miente!!”
-Como decían en mi pueblo: ¿vamos a llamarle al pan, pan y al vino, vino?
-¡Exacto!! Quítate tus filias y fobias ideológicas, y si las tienes, mejor no te metas. Pero si partes de que todos mienten entonces busca…
-¿El que busca encuentra?
-¡Carajo!!, es una delicia conversar contigo porque escarbas y escarbas…
-A lo mero macho, ¿En México hay una prensa inmunda?
-Puff… ¿Me estás dando machetazo a caballo de espadas? … Está bien mi estimado amigo. Definitivamente, no se puede generalizar como una prensa inmunda en lo general.
-¿Entonces?
-Lo que, si es cierto, es que existen empresas de medios inmundas, así como también, hay periodistas inmundos, pero el periodismo es una profesión fundamental y necesaria para la vida democrática del país.
-Para la 4T, ¿En México es un delito ser periodista?
-Los periodistas tienen un trabajo fundamental.
-¿El periodista, es un simple contador de historias?
-¡Por supuesto que no!!, el periodista se convierte en la memoria histórica de la evolución del país. Mira Edmundo, he visto todas tus entrevistas y eres un verdadero profesional de la memoria. Que no se nos olvide y me refiero a la sociedad, a los lectores, ya sean muchos o pocos. El noble trabajo que hace un reportero o periodista, contribuye sustancialmente a esa historia que se escribe a diario, desde el escritorio o desde la máquina o computadora que utiliza el reportero, con todos los riesgos que ello implica y limitaciones que también enfrenta.
-¿Sin los reporteros no existiría la historia?
-Insisto, el periodismo es una profesión fundamental para la viabilidad democrática del país.
-El prestigiado periódico El País, de España te hizo una excelente entrevista acerca de tu libro. Asimismo, The New York Times te dedicó un valioso espacio y hasta CNN en Español, hablaron sobre sobre tu libro: Prensa Inmunda… ¿Qué sentiste y cómo le haces para guardar esa sencillez?
-Sin poder contestar la pregunta, Edgar Morín, el destacado escritor y catedrático se queda totalmente mudo… me doy cuenta que sus ojos se llenan de lágrimas…
-No llores, estoy seguro que tus alumnos de la FES Acatlán, deben sentirse orgullosos de su maestro…
-Entre balbuceos, me dice: “No lo creo, de lo contrario, no faltarían a clases” -Con la voz entrecortada quiere continuar con la conversación- “Vaya, que me hiciste llorar de emoción al comprobar que hiciste un cabal seguimiento de mi trabajo… ¡Que honor!!”
-Déjate de cosas, honor a quien honor merece…
-Por favor discúlpame, pero acabas de tocar fibras muy sensibles de este hombre… Agradezco mucho tus cumplidos de seguir paso a paso lo que he tratado de hacer bien…
-A ver mi querido amigo y Maestro, no te estoy haciendo ningún cumplido, nada más he visto tu brillante trayectoria… ¿Acaso eso tiene algo de malo?
-De acuerdo estimado Edmundo, es que me dejas sin palabras al comprobar que dedicaste horas y horas para buscar cada una de las cosas que he realizado… Eso, se agradece con el corazón.
-Amigo, por favor, entre gitanos no se leen las cartas… Todo lo que has hecho… ¡Ahí está!! Que el diario español El País te dedique dos planas y The New York Times te dedique espacio, ¡Woow!! no cualquiera…
-Entre sollozos, me demuestra su nobleza y sencillez. La señorita que nos atiende en la mesa, le trae rápidamente unas servilletas… Una vez que veo que se ha tranquilizado, le pregunto:
-¿Por qué los periodistas mexicanos estamos sujetos a un dictador que, desde “las mañaneras”, insulta, denosta y hasta amenaza, a lo largo de los casi cinco años de su encargo? ¿La solución sería que los medios de comunicación dejaran de cubrir sus actos?
-¡Woow!!, son preguntas mucho muy complejas que me haces…
-Pero tú, eres un catedrático universitario y un experto en el terreno de la comunicación, Perdona que te diga esto… ¡no eres cualquier caca de perico…!!
-Muchas gracias Edmundo. Estoy completamente sorprendido al darme cuenta que el libro Prensa Inmunda, se iba perfilando. Debo reconocer que estaba convencido que iba a ser un libro que no funcionaría muy bien.
-¿Por qué pensabas eso de tu propio esfuerzo?
-Es que un amigo periodista me dijo que al gremio no le iba a gustar… ¡A nadie le gusta que lo critiquen!!, y lo entiendo. Pero tú, Edmundo, que me conoces bien, sabes que no es un trabajo hecho con las vísceras…
-¿No se vale escupir para arriba?
-No, por supuesto que no. Cuando escupes para arriba, el castigo es inevitable, y esa, no era mi intención
-Entonces, ¿hacia quiénes enfocaste el libro?
-Hacia las personas que no estaban metidas en el ajo para que tengan la mayor cantidad posible de elementos para entender y comprender. Esa es la principal tarea de los profesionales de la memoria que hacemos los periodistas.
-¿Plasmar la condiciones estructurales de la prensa?
-¡Exacto!!, denunciar cómo es que utilizan a los periodistas y de qué manera.
-¿Por eso es que todos los gobiernos se dedican a espiar a los periodistas?
-Todos, pero absolutamente todos lo hacen…
-¿Hasta la 4T?
-¡Todos son todos!! ¿Te quedo claro? Todos, sin excepción lo hacen. Mira, yo ya había trabajado todo lo referente al tráfico de drogas, lo cual, quedó plasmado en el libro “La Maña”, pero ahí me quedó pendiente el asunto de los “lavadores” de dinero. Es toda una madeja del cómo se lava y como lo mueven.
-¿Al escribir “La Maña”, sentiste temor por tu vida?
-No, fíjate que no. Lo hice totalmente inconsciente del problema que representaba. Lo voy sintiendo más ahora. Como me quedó ese hueco, me fui hacer la investigación del cuello blanco, fue así como apareció el libro “Los Crímenes de Cuello Blanco”. Toda la delincuencia de cuello blanco…
-¿También en el periodismo, existen los mercenarios?
-¡Claro!! Es que así ha sido siempre y en todos lados. Es por eso que me dedique a investigar y reconstruir una parte de la CIA…
-¿Por qué?
-Pues, porque ahí, hay claros ejemplos de cómo podían contratar al corresponsal de una revista muy prestigiada. Asimismo, por esas fobias y filias ideológicas de las que te hablaba, el periodista llega odiar o amar a alguien, es decir, no ve ciertas cosas y deja pasar otras. Entonces, en toda esa complejidad, para alguien que no esté metido en ello ni tener herramientas para mirar, le resulta muy difícil.
-Cuando se repartía el famoso “chayo”, entre los periodistas para que tuvieran qué comer… con ello, ¿se estaba fomentando la prensa inmunda?
-Por principio de cuentas, yo entiendo perfectamente que los chayos no eran una especie de “limosnas”, sino un simple apoyo económico para los reporteros de a pie, que tuvieran algo que llevar a sus familias, porque los sueldos eran y son, de verdad, miserables.
-¿Los “chayos”, eran un mal necesario?
-Era parte de la condición estructural que el propio estado, a propósito, le ha permitido, hasta hoy, a los dueños de esas empresas. Porque si trazas el mapa de las redes de relaciones de los dueños de los medios más importantes de México, son multi millonarios, sus empresas son económicamente viables, pero sus trabajadores -los reporteros-, subsisten en condiciones económicas, muy pero muy precarias.
-¿Si no les dan, que tampoco les quiten…?
-En Prensa Inmunda, abordo un poco lo sucedido con Javier Valdés, en donde no puedes culpar, porque si nos vamos a provincia, allá resulta que el dueño del periódico está coludido con el jefe del Cártel. Mira, José Antonio Zorrilla, era ese tipo de gente siniestra que estuvo detrás del asesinato de Manuel Buendía… Oye, de todos los personajes que has entrevistado, ¿Cuál de ellos, te ha transmitido una mala vibra?
-Como esta entrevista es algo así como un duelo de esgrima mental… ¡ya perdiste!!
-Ja, ja, ja. ¡Qué astuto y cabrón eres!! Te lo digo sin el menor deseo de ofenderte, al contrario, eres muy inteligente.
-Aquí, el que hace las preguntas soy yo…
-Ja, ja, ja. ¡Uta!!, acepto que me mataste.
-No mi estimado Edgar, no mato ni una mosca, fue un simple jaque/mate mental va…
-Va, lo acepto.
-¿El atentado a Ciro Gómez Leyva, fue algo premeditado y quedará sin saberse la verdad?
-Wooow, me traes de un lado para otro. Mira, estuve preguntando a buenas fuentes de cómo va el asunto de Ciro y todos, pero todos, me dicen lo mismo… ¡está estancado!!
-Con la atracción del caso de Ciro Gómez Leyva a la FGR, ¿será pan con lo mismo?
-Ufff, dice un dicho: “el asesino siempre regresa al lugar del crimen”. Qué bueno que Ciro cuente con una adecuada protección
-Desde tu punto de vista ¿Cómo mejorar o acabar con la crisis que existe entre de los medios de comunicación y el poder presidencial absoluto de la 4T?
-Coincido cabalmente con lo que me dices. Creo que el actual vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, es un muy malo, le trae problemas a su jefe en vez de quitárselos. Se supone que el trabajo de un vocero es una especie de publi/relacionista político, además, pone en evidencia todas las complejidades de la relación entre el poder político y los periodistas. Para ser un verdadero vocero, se requiere de un oficio político, de un verdadero olfato periodístico y conocer a la perfección el medio.
-¿Clark Kent -Supermán-, lo hubiera hecho mejor?
-Es que todas esas características que te señalé, no aparecen en el actual personaje de palacio nacional que se supone, es el responsable de atender a los medios.-Continuará-