Carlos Ortiz Moreno / Expresiones Guerrero

El mismo día que el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, anunció la detención de Sidronio Casarrubias Salgado como presunto líder máximo del grupo criminal Guerreros Unidos, el activista y sacerdote católico, José Alejandro Solalinde Guerra, informó que los 43 normalistas reportados como desaparecidos aquella trágica noche en Iguala habían sido asesinados, incinerados y sus restos arrojados al río Cocula.

Apenas se había cumplido el mes de la desaparición de los estudiantes de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos, ubicada en Ayotzinapa, municipio de Tixtla de Vicente Guerrero, cuando el sacerdote que había recibido el Premio Nacional de Derechos Humanos en 2012 declaraba a un medio extranjero lo que sabía del paradero de esos jóvenes estudiantes guerrerenses.

“Estaban heridos, y así como estaban heridos, los quemaron vivos, les pusieron diésel. Eso se va a saber. Dicen que hasta les pusieron madera, algunos de ellos estaban vivos, otros muertos“, dijo el sacerdote de 69 años a la agencia de noticias rusa Nóvosti.

De acuerdo con las publicaciones de hace nueve años, la información revelada por Solalinde Guerra, Premio Nacional de Derechos Humanos 2012 por su labor en defensa de los migrantes, está basada en testimonios de gente que estuvo en el lugar de los hechos aquella trágica noche de Iguala y en un basurero rumbo a la carretera a Cocula.

“La primera información directa la tuve el domingo pasado. La segunda la tuve ayer, en la Ciudad de México. Lo primero que supe es que hay testigos, pero tienen miedo de hablar, son testigos de los mismos policías”, detalló este viernes, de acuerdo con el reporte de la agencia de noticias.

“El martes me buscaron otras personas, acerca de jóvenes que habían sido testigos del primero y del segundo ataque. Como vieron que algunos de los jóvenes estaban heridos, otros cayeron también. A los que cayeron se los llevaron, agentes del Estado, quienes los balearon, los atacaron como si fueran un ejército y no estudiantes pobres, de una normal rural”, dijo Solalinde a periodistas tras ofrecer una misa enfrente de la Secretaría de Gobernación (Segob)

presunto líder del grupo criminal Guerreros Unidos que recibió a los normalistas de Ayotzinapa secuestrados, el padre Alejandro Solalinde dijo este viernes 17 de octubre que los estudiantes están muertos y que incluso algunos fueron quemados vivos, de acuerdo con el testimonio que recibió por parte de dos personas.

La declaración la realizó el 17 de octubre en una misa realizada frente a las instalaciones de la Secretaría de Gobernación donde integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad velaron los restos de Margarita Santizo, madre del policía federal Esteban Morales Santizo, desaparecido desde 2009 en Michoacán.

El sacerdote dijo estar en contacto con los estudiantes que sobrevivieron en los hechos violentos del 26 de septiembre en Iguala, cuando 43 normalistas desaparecieron, seis murieron y al menos 20 resultaron heridos. De acuerdo con la versión de las autoridades, en la desaparición de los jóvenes participaron policías e integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos.

Solalinde hizo esta declaración a la agencia nóvosti durante el XI Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita, en la Universidad Iberoamericana de Puebla, realizado del 15, 16 y 17 de octubre.

Aquel viernes de hace nueve años, el otrora poderoso titular de la PGR anunció la detención del líder máximo de Guerreros Unidos y agregó que por el hecho han sido detenidos 36 policías de los municipios de Iguala y Colula, ambos en Guerrero y 17 integrantes del crimen organizado. Asimismo, el funcionario federal detalló que hallaron tres fosas clandestinas más en Iguala.

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