Literalmente encapsulado, acorralado en la zona naval de Acapulco por temor a las protestas ciudadanas, el presidente de México ofreció en ese puerto turístico un programa de autoconstrucción para para rehabilitar viviendas afectadas por “Otis”.
El programa consiste en la rehabilitación en Acapulco y Coyuca de más 250 mil viviendas con la participación del gobierno, iniciativa privada y los propios damnificados. “No es cosa del otro mundo”, dijo el mandatario.
Se van a entregar tres apoyos a los damnificados, que consisten en 8 mil pesos para limpieza, vales de enseres y canastas básicas. “La reconstrucción de 2 mil 500 viviendas, se tiene que hacer con la participación de todos”, precisó.
Se pondrá en práctica un sistema de autoconstrucción, en el que las propias familias comprarán los materiales y conseguirán a los maestros albañiles. A su vez los 3 niveles de gobierno y la iniciativa privada les proporcionarán apoyos.
Mientras tanto, fuera de la zona naval, un grupo de manifestantes se apostó desde temprana hora para protestar por la falta de empatía de las autoridades federales y reprocharon al presidente no haber visitado ninguna de las zonas afectadas.
Igualmente criticaron la cifra de víctimas que hasta el momento ha dado el presidente en sus “Mañaneras” porque, según dijeron, son muchos más los muertos que se han encontrado tras la catástrofe.