Padre. Jorge Amando Vázquez Rodríguez

EL SOL DE LA MUERTE
Gran parte de nuestro trabajo de ser humanos es saber qué es la vida, es por eso que me llamó la atención el título del más reciente libro de Fernando Savater, Carne gobernada. De política, amor y deseo, (Ariel 2024), que se presenta como una biografía humana e intelectual que en resumen es una nostalgia por su difunta esposa, pues recuerda que la vida junto a ella le importa más que la filosofía, la literatura y todo lo que se parezca a lo referido a vivir.
¿QUÉ ES LA VIDA?
Es en el contraste de lo que perdemos que valoramos lo que tenemos sin darnos cuenta, o en palabras de Nietzsche: “Muchas pequeñas muertes debe haber en vuestra vida, creadores; así sois defensores de todo lo perecedero”.
Tal vez estas palabras pueden entenderse con la siguiente historia que Savater cuenta:
El sol de la muerte
“Imagino que pasamos la vida bajo el follaje tupido de un gran árbol protector que con el tiempo va perdiendo y más hojas de su ramaje frondoso hasta que en la vejez nos hallamos expuestos al agravio del sol. Ese sol de la muerte que es como el ojo llamante de Sauron y que nos busca para fulminarnos con la combustión definitiva cuando hayamos perdido del todo la protección de ese techo de fresca sombra que nos brindaban las vidas acogedoras de familias y amigos. Al final, que nada nos defiende: echamos de menos a nuestros seres más queridos y admirados porque eran nuestros protectores, lo que se interponía entre nosotros y la muerte”.
Como una fresca sombra es descrita las vidas acogedoras de familias y amigos, y esto es verdaderamente lo paradójico que cada vez nos relacionamos menos con los demás, ensalzando el individualismo o el egoísmo, esto es lo que veladamente está detrás de la poca asistencia a las misas dominicales, incluso he escucho a personas que les sofoca estar con las demás personas, pues tal vez sienten que es más agradable el “ojo de Sauron” que nos busca para fulminarnos y vaya si puede. Con este “ojo de Sauron” me quedé intrigado cuando vi la película del Señor de los anillos del gran católico Tolkien con su trilogía.
Al ir perdiendo amigos, familias con quien compartir nuestra vida nos vamos sintiendo conforme va pasando nuestra vida más solos, siendo el contraste que si cultivamos amistades y familias nos sentiremos mejor protegidos del implacable “ojo de Sauron”. En otras palabras: más amigos más vida. El amor a los amigos Savater lo describe de la siguiente manera:
“Aunque a tantos les parezca vanagloria sentimentaloide o cursi, yo conozco el amor que todo lo devora (y sí, ríete del deseo), así como la imposibilidad valerosa de olvidar. El estribillo que más detesto es ese de que el tiempo todo lo cura. No, mi experiencia y la de cualquiera que no sea una pieza de ferretería con carné de identidad es que el tiempo todo lo pudre, todo lo marchita, todo lo arrebata, todo lo reduce a polvo y finalmente a nada”. (p.23)
ATROFIA ESPIRITUAL
Con este concepto queremos definir a las personas que condenan el amor romántico: “Una de las formas contemporáneas de la imbecilidad que más me ofenden es la condena pseudofeminista del amor romántico” […] cuando la verdad es que solo quien ha amado o ha sido amado románticamente puede comprender la versión no institucional de la liberación femenina… ¡tanto para mujeres como para hombres, naturalmente”.
Savater se ha declarado de toda la vida como alguien ateo, y así mismo, describe que su actitud hacia la religión es de una atrofia espiritual que ésta no le ha impedido tener al amor como un aliado en la vida, o dicho, con otras palabras, el amor que todos profesamos a Dios él lo ha volcado en el amor a su esposa.
“Ni la filosofía ni ser profesor definen su vida sino sólo ser escritor. Y arremete contra la filosofía: “La filosofía es vicio juvenil como la soberbia, según explicó bien José Gaos. Solo los más jóvenes son espontáneamente soberbios porque aún creen en su inmortalidad y también algunos viejos muy inteligentes, pero con un flanco pueril como Schopenhauer, que se ufanaba de ir a llegar a los cien años, como si tal cosa fuese envidiable según su propia filosofía […] No me avergüenzo de haber sido durante tanto tiempo profesor de Filosofía porque es un ejercicio que mantiene en adolescentes y jóvenes el aprecio por lo inútil, por el juego sin finalidad productiva”. (p.37)
En esto ha dedicado su vida, según sus palabras, a la filosofía de lo inútil porque si hasta este momento ha sobrevivido la filosofía es porque no sirve para nada y por eso nos ocupamos de ella en contraposición a los esclavos de lo necesario.
EL ESTADO
En cuanto a sus ideas políticas se declara antimarxista, antisocialista, no está de acuerdo con los nacionalismos que los llama necionalismo así como totalmente contrario a los separatistas tan recurrentes en su tierra vasca.
Me interesa destacar su visión del Estado: “La principal función del Estado es favorecer a los pobres (no solo los lastimados económicamente sino también los menos despiadados, lo que carecen de sentido práctico, los que hasta en el mejor de los mundos se que se quedarían rezagados) y protegerlos de la desventura”. (p.119). Entiendo que se refiere a los que en ningún momento les ha interesado su educación ni tampoco visualizan su miserable forma de entender las cosas que los rodean.
Que decir de la forma como elegimos a nuestros representantes: “Un pesimista con tendencia al sarcasmo dijo que en un país democrático gobernado por imbéciles y desaprensivos puede asegurarse que el pueblo está bien representado”. (135)
No me cabe duda que tenemos los gobernantes que nos representan, y es el resumen de todo lo que hemos descuidado en nuestra formación (si existe): el amor, la escuela, la religión, y un largo etcétera).
A valorar la vida, es la lección que me queda de Fernando Savater en su Carne gobernada vista desde el amor.

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