Por Abel Miranda Ayala (Texto y foto)

Cientos de personas acudieron este domingo al panteón de Chilpancingo para conmemorar el Día del Padre y recordar a sus progenitores que ya no se encuentran en este plano terrenal, aunque la afluencia de visitantes fue notoria, el gobierno municipal no dispuso de ningún tipo de operativo de seguridad, salud, tránsito, Gobernación u otra área, como lo hacen el 10 de mayo que se festeja a las madres.
El estacionamiento fue un caos en el que sólo los llamados “viene-viene” a cambio de propinas apoyaron para que los visitantes no se quedaran varados; la música no podía faltar y los grupos norteños se colocaron en la entrada del cementerio para ofrecer sus servicios.
Cincuenta pesos por canción cobró el grupo “Los Bandoleros”, quienes señalaron que no hubo mucho trabajo, “pero sí hubo, algo ya sacamos y sigue entrado gente aunque pocos son los que contratan”.
Expresaron que la tradición del Día del Padre poco a poco se ha ido popularizando, porque antes nadie iba al panteón este día, sólo en el Día de las Madres es cuadn0o lo visitaban, pero ahora sí ya la gente acude a visitar las tumbas de los padres.
Cargado con flores, veladoras y cervezas, don Felipe acudió a la tumba de su padre que hace tres años partió de este mundo a consecuencia de un infarto; “a él le encantaba la cerveza pero como ya no está, ahora me las tomó en su nombre”, dijo mientras empinaba una de las latas.
Los que no faltaron este día al cementerio fueron los vendedores de flores, botes para floreros, comida, paletas y algunas cosas más que inundaron la entrada del panteón contrario a la frase que adorna la entrada: “Descúbrete ante la augusta paz de nuestros muertos, aquí donde terminan las ambiciones humanas”.

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