“Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”,
Woody Allen
Y es que el pasado y el presente nos consumen de tal manera que, del futuro, mejor ni hablamos y en realidad es una realidad que, en palabras de Woody es en donde vamos a pasar el resto de nuestra vida.
Obviamente Woody estaba hablando del trabajo, ese mismo que, a veces, odiamos y que, en gran parte nos aporta, en un futuro inmediato una vida funcional.
A este respecto Esopo tiene una excelente fábula:
“Un labrador dio a sus hijos antes de morir: “No vendan la viña que en herencia nos dejaron nuestros padres. Encierra un tesoro.” Una vez fallecido el padre, los hijos tras coger los arados y azadas cavaron toda la tierra. No encontraron el tesoro, pero la viña les dio la mejor de las cosechas”.
Invertir en el futuro, parafraseando a Esopo, incluye la educación y el trabajo. El truco del tesoro sólo fue una ardid para que removieran la tierra y así poder cosechar las mejores uvas.
ÁNGELES Y DEMONIOS
Hoy por hoy son muchos los obstáculos que nos impiden una educación y trabajo de calidad. Me gusta usar la nomenclatura de Steven Pinkers que habla de los demonios que llevamos dentro y que impiden, y en el mejor de los casos retrasan nuestras mejores metas.
En el libro de Pinkers habla de 5 demonios que todos llevamos dentro: 1). Depresión; 2). Dominación; 3). Venganza; 4). Sadismo; y 5). Ideología.
Cada uno de los así denominados demonios, nos hacen personas intratables, y sacan lo peor de nosotros mismos y lo que es más frecuente, lo hacemos con las personas que más nos quieren, tal vez por eso hacemos tanto daño.
Lejos de caer en pesimismos, Pinkaers en su misma obra, Los ángeles que llevamos dentro, (2022) en la parte tercera dice que también todos tenemos ángeles que llevamos dentro y que nos impulsan a ser mejores cada día: 1). Empatía; 2). Autocontrol; 3). Sentido moral; y 4). Razonar.
Ciertamente cada apartado merece una explicación muy concreta y lo más ampliamente explicado que podamos hacerlo para que se entienda su contenido. Sólo quiero mencionar el apartado tercero que denomina Sentido moral no es otra cosa que una invitación a practicar la Sindéresis: haz el bien y evita el mal, principio básico del ser humano en todo el planeta.
EL HOGAR
Gran parte de estos llamados “ángeles” se forman en el hogar, y sólo en el hogar. A este respecto Richard Branson, en su libro llamado Hagámoslo. Las claves del éxito del fundador de Virgin, (2008), habla de su experiencia de tener unos padres maravillosos que en gran parte ya no los vemos hoy día:
“He llegado a creer que la crisis en la vida familiar ha jugado un gran papel en la falta de cohesión y habilidades sociales. Incluso algo tan simple, como sentarse a comer a la mesa y conversar, como hicieron mis padres con mis hermanas y conmigo cuando éramos pequeños puede ser un momento muy importante. Los niños necesitan que los adultos les enseñen y les guíen, exactamente como pasa en la naturaleza con los cachorros de zorro y los leones […] la interacción entre los adultos y los niños era muy fuerte. Ellos guiaban, a nosotros seguíamos”. (Richard BRANSON, Hagámoslo. Las claves del éxito del fundador de Virgin, ARCO PRESS 2008, España 2008, p.206)
Son en realidad cosas muy sencillas, quién no ha estado en su casa a la mesa, pero solo, hoy lo más común es ver a la familia comiendo solos frente al televisor, con horarios muy quebrados, o sea, cada quien almuerza, come o cena a la hora que puede y quiere. Esto a la larga da al traste con la formación de los hijos. Qué decir de las conversaciones familiares que prácticamente ya no existen, no hay un auténtico dialogo y lo que está en juego al dejarlo son muy serias.
BRILLAR
Para ser talentosos tenemos que tener ideas muy claras al respecto, ya hemos hablado del trabajo, la educación, los ángeles y demonios que nos persiguen, el hogar y su influencia en el crecimiento humano, sólo nos resta hablar de animar a la ser esa luz que un discurso Mandela hablaba en su discurso al ser elegido presidente de Sudáfrica:
“Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos inconmensurablemente poderosos. Lo que nos asusta es nuestra luz, no nuestra oscuridad. Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, encantador, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres para no serlo? Eres una criatura de Dios. Jugar a ser insignificante no le sirve al mundo. No hay nada inspirador en encogerse para que los demás no se sientan inseguros a tu alrededor. Estamos destinados a brillar, como lo hacen los niños. Hemos nacido para dejar de manifiesto la gloria de Dios que hay dentro de nosotros. Que no está sólo en algunos, sino en cada uno de nosotros. Y, al dejar que nuestra propia luz brille, inconscientemente, le damos permiso a otros para que hagan lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, nuestra presencia, automáticamente libera a otros”. (Branson, pp.211-212)
Aquí está precisamente el cómo ser talentoso: ser inconmensurablemente poderosos y esto es motivo de asustarnos de ser buenos, buenos en muchas cosas: inteligencia, generosos con nuestro tiempo, compartir nuestros bienes con los que lo necesitan, aconsejar de manera responsable sobre lo que nos solicitan apoyo, en resumen, hacer que este mundo sea cada vez mejor.
Hacer el bien tiene que ser nuestra naturaleza habitual. El bien es seductor. Y ahí está comprometido nuestro futuro.

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