Por las noches son frecuentes las Lunadas con la compañía de enormes fogatas y cerveza, hay pesca nocturna e impera la naturaleza. Todo a la luz de la luna. Acompañados del estruendo que producen las grandes olas que al acostumbrarse se vuelven un natural arrullo.

En la playa, hay buena cocina, pescado fresco. El platillo estrella es el pescado a la talla; es un enorme pez llamado Lora, que, es una delicia, cocinado a las brasas cocido lentamente girándolo y con enormes pedazos de carne más que exquisita por el baño de salsa mexicana con que se sazona.

La gigantesca piedra del Tracoyunque, tiene una apertura a la vista y la suerte de los intrépidos es cruzarla cuando la ola la invade y se sostiene la respiración para cruzarla de un lado a otro. Ello se convierte, incluso, en competencias de jóvenes muy osados.

Quienes acuden, en su mayoría lugareños del distrito de Tecpan de Galeana y algunos turistas de otros estados, acarrean sus alimentos que casi siempre se regresan con ellos debido que consumen lo que en mismo mar le proporciona.

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