Por Esteban Durán/ Expresiones México
Ciudad de México, Septiembre 24-2024.- Durante poco más de una hora, Madres y Padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, acompañados de estudiantes provenientes de diversas normales del país, realizaron un mitin en el acceso del Senado de la República, ahí, reprobaron la falta de resultados del Presidente de México ante este caso, Andrés Manuel López Obrador, la no aparición de los jóvenes, y el rechazo a que la Guardia Nacional se integre al Ejército Mexicano.
La señora Metodia, Madre de Luis Ángel Abarca, uno de los 43 estudiantes desaparecidos, exigió al Ejército Mexicano la entrega de 800 folios cuyo contenido, dijo, podría indicar el paradero de su hijo y de sus compañeros. Señalo: “Han pasado 10 años, seguimos exigiendo que nos entreguen 800 folios”.
Sobre Andrés Manuel López Obrador la señora Metodia dijo “ya se va el presidente López Obrador, siempre nos dijo mentiras, siempre se hizo tonto, nunca supo donde estaban. Si sabe, nada más que no nos quiere decir”, y con voz firme apuntó “queremos la verdad y que se castiguen a los culpables”.
En su participación, el señor Bernabé, padre de Adán Abrajam de la Cruz, también desaparecido en Iguala en los mismos hechos de Ayotzinapa, cuestionó al presidente López Obrador que “se estancaron las investigaciones cuando estos apuntaron hacia el Ejército Mexicano”.
“Exigimos la presentación con vida de nuestros hijos, casi 10 años sin saber el paradero de los 43 estudiantes.” Y ante el inicio de la nueva administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum agregó “desgraciadamente volver a empezar porque este gobierno se comprometió a dar con e paradero de nuestros hijos, sin embargo no hemos llegado a saber dónde están, es igual que Enrique Peña Nieto”.
En su intervención, Vidulfo Rosales, abogado de las Madres y Padres de los 43 estudiantes desaparecidos advirtió sobre el riesgo que implica entregar al Ejército Mexicano el control de la Guardia Nacional “es peligro para el país empoderar a una institución que violan derechos humanos como en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y que no rinda cuentas a nadie”.
Vidulfo Rosales recriminó al Senado no hacer comparecer por este caso al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval por lo que dijo se convirtieron el cómplices.
También recriminó al gobierno federal que “lejos de avanzar y de impulsar estas líneas y concretar las extradiciones de las personas prófugas de la justicia -como Tomás Zerón y Ulises Bernabé, uno en Israel y el otro en los Estados Unidos- el gobierno de México comenzó con una narrativa de que fueron grupos extranjeros que entorpecieron las investigaciones”.
Con el grito al unísono de “vivos se los llevaron, vivos los queremos” fincaron esperanza en que Claudia Sheinbaum Pardo haga lo que no hizo Andrés Manuel López Obrador, encontrar a los 43 estudiantes.
Antes de entonar el himno Venceremos y convocar a la marcha del jueves 26 de septiembre, fecha de los 10 años de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, las Madres y Padres de los estudiantes fueron escoltados por los estudiantes hasta los autobuses y un grupo se quedó mientras los autobuses permanecían en espera de ellos.
En ese momento, pidieron a los medios hacerse hacia atrás, así como nos convocaron en la acción frente a la Secretaría de Gobernación e iniciaron a arrojar explosivos al interior del Senado.
Al interior del Senado se desarrollaba la primera de tres sesiones en las que discuten y fijan posicionamiento sobre el tema de la Guardia Nacional y su incorporación a las filas del Ejército Mexicano.
Ante el estruendo de los petardos, los medios y trabajadores fueron replegados y entraba en operación un grupo del cuerpo policiaco conocido como Agrupamiento Fuerza de Tarea Zorros.
Éstos corrían hacia los puntos donde caían los explosivos.
De acuerdo a los datos que se conocieron fueron 10 explosivos los que arrojaron los normalistas, de los cuales lograron desactivar 5. Los otros cinco, además del pánico entre Senadores, Senadoras, trabajadores y medios, lograron dañar algunas puertas y el barandal del Senado.