JUAN SÁNCHEZ ANDRAKA

Nunca en mi larga vida había visto a Chilpancingo tan dolorosamente unido.

Despedimos a quien había sembrado la esperanza de cambio. A quien había ganado el corazón de todos. A quien se había entregado completo para lograr la transformación de nuestro municipio. Despedimos a nuestro Presidente Municipal Alejandro Arcos Catalán.

¿Qué pasó? ¿Por qué fue? Alejandro tenía principios. Se regía por valores. Era honesto, congruente, auténtico. Seguramente no cedió ante las propuestas de quienes lo asesinaron. Sus principios, sus convicciones fueron firmes.

Muchas lágrimas se han derramado por su decapitación. Había conquistado el cariño de todos. Fueron miles los que a gritos pidieron justicia ante el cadáver del joven sonriente, amable, desprendido, sencillo, atento, honrado.

Se pidió justicia sin esperanza de obtenerla. Todos sabemos que la justicia no llegará.

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