Cerrazón criminal; niños con cáncer sin medicinas

Con todo el respeto que me merece y conste que no soy dado a calificar, la estupidez en México tiene nombre: Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Salud.

Mientras los niños enfermos de cáncer en el país de todos los niveles socioeconómicos, principalmente los de familias de escasos recursos monetarios, que siguen muriendo sin ninguna posibilidad de atención en todo el país, por del desabasto de medicamentos oncológicos, este funcionario oportunista y mentiroso, como lo demostró con cifras de víctimas por la epidemia-pandemia del covid-19, radicalmente fuera de la realidad, y por lo mismo relevado del cargo de vocero presidencial, ahora vuelve a la búsqueda de reflectores, desde el canal 22 de la televisión oficial, al acusar a los padres de familia, de tener con sus constantes denuncias públicas, fines golpistas contra el gobierno federal.

No se cansa en su afán de lacayo del poder, cuando arbitrariamente y con toda la impunidad, se atreve a afirmar que “esta idea de los niños con cáncer que no tienen medicamentos cada vez lo vemos más posicionado como parte de una campaña (que va) más allá del país, de los grupos de derecha internacionales que están buscando crear esta ola de simpatía en la ciudadanía mexicana ya con una visión casi golpista”.

¿Qué acaso este funcionario ya se olvidó que en lo que va del actual sexenio, la falta de medicinas y tratamientos para combatir tal letal enfermedad, ha provocado la muerte de más de mil 600 menores de edad en el país?

¿Necesitan morir más pequeños para que los jefes de familia incurran en situaciones extremas, para denunciar al mundo la cerrazón criminal que las autoridades médicas y gubernamentales, cometen al seguirse mostrando indiferentes para solucionar de fondo este grave problema de salud?

Drama que no se atiende de manera responsable en el terreno de los hechos, sino únicamente en el discurso, que mantiene en lucha permanente ante esta diferencia a los padres de los niños enfermos, que lo mismo utilizan las redes sociales para difundir su verdad en videos o a los medios de comunicación impresos y electrónicos, para reiterar que a pesar de sus protestas, movilizaciones y denuncias a organismos internacionales, siguen sin recibir respuesta a sus urgentes exigencias de dotación de medicamentos especializados y aplicación de sesiones de quimioterapias.

Desesperación e impotencia entre los médicos cancerólogos, que también han elevados sus voces desde el interior de las instituciones oficiales, para demandar atención a tan grave problemática de salud, que sigue alcanzando niveles nunca antes vistos, al cancelarse totalmente tratamientos por la falta de suministros, aunado al hecho de que se trata de productos de muy alto costo, fuera del alcance de la gran mayoría de las familias.

Qué perversidad del epidemiólogo de Palacio, que vuelve a la carga como el títere que siempre ha sido para crear cortinas de humo distractoras, pero definitivamente que en esta ocasión ha ido más allá de la tolerancia, para incurrir en el abuso, en la saña, sin importar la manipulación que hace de la tragedia que los familiares de los niños enfermos viven ante la fatalidad.

Señalamientos coincidentes de las familias de los pacientes, muchos de ellos ya desahuciados por el avance acelerado del problema de salud al no poder ser contrarrestado, en el sentido de que ante sus demandas de ayuda, el Gobierno Federal solamente se ha concretado a dar demasiados pretextos y soluciones poco efectivas.

Por ello, solamente de una mente desquiciada y por lo mismo enferma, como la del subsecretario de Salud Hugo López-Gatell Ramírez, puede surgir la idea de que los menores con cáncer y sus progenitores, pretenden con sus actitudes derrocar a la actual administración.

Nuevamente en entredicho la palabra de funcionarios cercanos al Poder Ejecutivo Federal, como el director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que sustituiría al Seguro Popular, Juan Antonio Ferrer, que de acuerdo con lo manifestado por la Asociación de Padres de Familia con Niños Enfermos A.C., incumplió con la promesa del primer mandatario de que para el sábado 26 de junio, se tendrían en existencia en las farmacias de los nosocomios, suficientes medicamentos oncológicos, para ser suministrados a los pequeños.

Comunicado oficial de esta organización de la sociedad civil, emitido el domingo 28, en el que informan que “a pesar de las promesas del presidente, de la semana antepasada, al día de hoy, no ha llegado medicamento a ninguno de los hospitales en donde se requiere y tampoco tenemos noticias al respecto por parte de los funcionarios quienes se comprometieron ante nosotros”.

¿Quiénes son los mentirosos Hugo? ¿No eres tú el primero, el que vende por unas cuantas monedas lo poco que te queda de vergüenza, de ética, si es que alguna vez las has tenido, ya no digamos como médico, sino simplemente como ser humano, si es que crees que lo eres?

¿No fue suficiente, que al ser destituido de tu encomienda palaciega, de vocero oficial de la problemática del Coronavirus, suplantando a tu jefe el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, te hayas burlado de las familias de las más de 230 mil víctimas (oficiales), de este fatídico virus, al despedirte festejando con mariachis y porras de “superestrella”, para que ahora te burles de niños que tienen la mínima posibilidad de defenderse, dada su delicada situación?

Por supuesto, que no son los paterfamilias inconformes y molestos por tantas falsas expectativas, que se han convertido en engaños de quienes desde el púlpito gubernamental tienen la obligación de dar de una vez por todas, solución a tan justas exigencias, porque por eso reciben un salario como servidores públicos.

Denuncia de la mitomanía gubernamental prevaleciente, pues durante una reunión realizada el pasado 23 de junio, con una comisión designada por el Presidente de la República, de la cual quedaría al frente el titular del Insabi, se les aseguró que los medicamentos oncológicos (Ciclofosfamida y Metrotexato), habían sido adquiridos a Corea, de donde llegarían sin falta tres días después y serían enviados de inmediato a 14 hospitales de los estados de Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y puebla.

Nada de ello ocurriría y de ahí nuevamente el malestar por la burla de que siguen siendo objeto, pues han podido constatar que en los anaqueles de las farmacias, nunca se recibieron, lo cual provocará que por poco más de 10 mil niños enfermos, han recibido la información de sus médicos, de que sus sesiones de quimioterapias se suspenden hasta un nuevo aviso, ya que desconocen cuando tendrán el suministro prometido.

Y sin ninguna prueba que lo respalde, López-Gatell ha salido a desmentir la versión de los padres, al afirmar que sí hay abasto que el dinero presupuestado es más que suficiente para comprar las medicinas en distintos países del mundo”.

Si fuera así, ¿entonces porqué los papás de los enores de edad que sufren y se angustian por este mal, se mantienen firmes en su lucha para que sus hijos reciban urgentemente los tratamientos requeridos? Prueba de su desesperación e impotencia, es que no les preocupa ser encarcelados por alterar el orden, al bloquear los accesos al aeropuerto internacional Benito Juárez, hospitales y otras calles y avenidas importantes de la capital nacional.

Permanencia y complicación de un desabasto que por lo mismo se ha vuelto crónico a partir del inicio del actual sexenio en diciembre de 2018, cuando se ordenó la cancelación de contratos a laboratorios intermediarios de capital nacional, del gobierno con los centros de producción mundial de estos fármacos, bajo el argumento de que ejercían un sistema monopólico y gran corrupción.

Daría comienzo el descomunal desbasto de medicamentos en general y en específico los oncológicos, pues la decisión se tomarían sin ningún sustento que mantuviera la normalidad de los suministros, los cuales serían en automático cancelados, al no tener los laboratorios ningún compromiso con el gobierno mexicano para la continuación ordenada de su entrega.

Incapacidad e indiferencia puesta en evidencia de los altos funcionarios responsables de esta tarea dentro de las instituciones del Sector Salud, al saber de la disposición de Palacio, de delegar las compras a la Secretaría de Hacienda Federal, sin considerar si había o no la experiencia en la materia, lo cual no sería problema, si en el cumplimiento de la tarea hubiesen participado expertos oficiales en la materia.

Un grave problema burocrático que ha dado y sigue dando largas a un tema que se ha tornado complejo, dado el manejo presupuestal de muchos miles de millones de pesos, que ha despertado la codicia de más de uno, que sin duda ha propiciado una pugna interna para determinar quién o quiénes resultan ganadores en este concurso de corruptos, mientras que los enfermos pagan con su vida las consecuencias.

No hay otra explicación. Si como se dice en el sexenio de Enrique Peña Nieto había corrupción en este rubro, porque no se ventiló públicamente y tampoco se revelaron los nombres de los involucrados junto con las empresas señaladas como deshonestas por sustentar sus actividades en los clásicos “moches”. En pocas palabras, ¿dónde el castigo?

Queda muy claro, que ya no se trata de responsabilizar al pasado de lo que ahora, por ley y ética, corresponde atender al actual gobierno, pues con todo y lo que dicen de la supuesta corrupción, hasta antes del 1 de diciembre de hace casi 31 meses, el suministro si bien no era del todo completo, no se significaba como ocurre ahora, de una falta total de estos productos farmacéuticos para los pacientes infantiles con cáncer, que no merecen ser tratados con la punta de pie por parte de las autoridades.

De nada han servido las 50 reuniones sostenidas entre los padres de familia organizados

con representantes del Sector Salud y del Jefe del Ejecutivo Federal, si éstos no solamente no han dado la respuesta ofrecida, sino que además se indignan, como ahora lo ha hecho el lacayo palaciego de Hugo López-Gatell Ramírez, al que nada más le faltó  ubicarlos en la clasificación de miembros de un “compló” con tintes de “golpistas”.

¿Cómo entonces toda esta jungla de mentirosos se atreven a censurar, por no decir intimidar o amenazar a los padres y madres de los pacientes infantiles con cáncer, de que le bajen de volumen a sus protestas e incluso advirtiéndoles que se abstengan de recurrir a organismos internacionales de derechos humanos?

No se vale que su ineptitud la deriven a situaciones de tipo dictatorial, en un país donde la democracia que aún disfrutamos costó una Revolución por la que se sacrificaron un millón de mexicanos, y que de un plumazo pretendan cancelar las libertades, como de la libre manifestación y de expresión.

Los niños con cáncer, merecen respeto y por ende sus padres, a los que de mantenerse la cerrazón criminal gubernamental, pronto tendrán detrás a cientos de miles de ciudadanos, que se sumarán también para exigir justicia.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.    

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