Para revisar el futuro, debe sin duda ser imperativo revisar el pasado y aunque parece trillada la frase, no deja de ser valiosa la reflexión. Pero antes, permítanme agradecer la oportunidad de estar en este medio, de ser recibidos por ustedes, y desearles un buen año 2025, así como a sus seres queridos.

A un filósofo contemporáneo y activista político, Mahatma Gandhi, debemos esta frase “El futuro depende de lo que hagas hoy”. Pero el hoy de nuestro país, el hoy de este hermoso estado de Guerrero está sembrado, lamentablemente, con miedo, con balas, con homicidios, con desaparecidos. Con aulas donde niñas y niños son instruidos para tirarse al suelo cuando escuchen el sonido de las armas, con familias donde se recuerda a un ser querido que no está como resultado de la violencia, con pueblos donde se silencia a sus pobladores con terror, donde la economía se ha convertido en rehén de grupos que someten, cobran, plagian, amenazan y hacen de sus víctimas nuevos estados de esclavitud.
Anida en este presente la pobreza y una dependencia a un subsidio que se hace indispensable luego de que el gobierno federal encareciera los productos para hacerlos inalcanzables y por lo tanto, hiciera a la población dependiente de una beca que es engañosa en su presentación haciendo creer que surge de la generosidad y no a costa del erario, de los impuestos y hasta del desempleo para someter el interés supremo que subyace: el voto. Y dicho en palabras del propio tlatoani al que se admira como héroe, empobrecer para someter y coaccionar el voto.
El presente de hoy, no es solo el día que vivimos, o el último día del 2024, es la suma de los días donde se suprimieron libertades, donde la justicia, la última que sobrevive aún al odio de ese mismo tlatoani tabasqueño y que manipula a su libre interés a la primera presidenta de que nos dejó el año que se fue, esa justicia carece de su propia esencia y confundirá este 2025 a pobladores mexicanos y unos que otros extranjeros, haciéndoles creer que votar por jueces, magistrados, etcétera, los hace parte de la democracia, cuando en realidad los hace co-partícipes de la decadencia.
El pasado por revisar está más allá del inmediato, incluso del que configuró la dictadura perfecta llamada priísmo, está en la revisión de los factores que propiciaron que se perdiera el bastón de la democracia, de la que usan otros seudo caudillos como los Castro, o Daniel Ortega o el que quiera usted citar de esos que se autoerigieron en libertadores para asumir el control del poder y de las personas.,
Tenemos que ir hasta la propia historia de los pueblos que sufrieron guerrillas internas para liberarse de la opresión, buscar en la cultura el mejor aliado de la libertad, encontrar en las letras la esencia de la conciencia y elevar la voz de la libertad partiendo de la revisión de las condiciones negativas en las que se mueve el país.
Tenemos que aprender del pasado su tiempo de florecimiento, de paz, de libertad.
Encontrar en ello valores para el desarrollo y la prosperidad. Pugnar porque nuestra juventud tenga en el futuro su mejor estandarte y ese estandarte sea propicio para una sociedad justa.
Si en cambio dejamos que el futuro tenga conflicto de intereses, que esos intereses estén sometidos a manejos oscuros, si no sembramos en la sociedad estímulos de progreso y de libertad, la prosperidad y la felicidad solo serán palabras solitarias que se pierdan en la garganta sin ser siquiera expresados. 2025 también es hoy, y es el futuro que apenas se diseña. Podremos salir adelante? O es un surrealismo.