Por Edmundo Cázarez C
-Segunda de tres partes-
Fotos: Javier Pérez y Samanta Adorno

Adela Micha, una auténtica guerrera y digna representante del periodismo que ejercen nuestras valientes e inteligentes mujeres periodistas en todo el país. Mexicana hasta las “cachas”, como ella misma se autodefine. Con enorme esfuerzo, talento y dedicación, se ha hecho merecedora del reconocimiento, admiración y respeto de varias generaciones, claro está, respaldada por su fino y excelso trabajo realizado como conductora de noticieros de radio y televisión, así como por sus formidables entrevistas a una muy amplia gama de grandes personalidades a nivel mundial, trátese de Jefes de Estado, políticos, figuras del espectáculo, escritores, intelectuales, empresarios, deportistas y muchísimos más.

Para este reportero, A lo Mero Macho, es un honor que me haya concedido una entrevista exclusiva para EL UNIVERSAL Por primera vez, como ella misma lo subraya, comparte interesantes anécdotas de su vida privada, abarcando desde su etapa infantil, adolescencia y trayectoria dentro de los medios de comunicación, cosa que, jamás, había revelado en una entrevista. Un verdadero viaje a su conciencia, y es que, la mera verdad, sorprende por un desbordado optimismo al estar celebrando sus primeros 40 años de una interrumpida actividad periodística.

“Dicen que soy muy mal hablada, pero no grosera, simple y sencillamente, hablo el mismo lenguaje de toda mi gente que hay en este maravilloso país llamado México. Así es que me importa una chingada lo que digan de mí… ja, ja, ja”, expresó en esta segunda parte de la amena, interesante y hasta divertida conversación con EL UNIVERSAL, la también productora y directora general de programas de radio, en televisión abierta y YouTube.

En 2016, tras su salida de Televisa, empresa en la que colaboró durante poco más de 36 años, impulsada por su resiliencia y porque: “Después de Televisa, la vida no se acaba”, se da a la tarea de incursionar en medios digitales y funda La Saga by Adela Micha, entrevistando a diversos personajes, cuyas transmisiones las realiza por You Tube y Facebook, para su programa “Saga Live”

Por si fuera poco, y de manera simultánea, colabora también para El Financiero Bloomberg, en el espacio denominado “En EF y por Adela”

Para mi entrevistada no existen los imposibles, de tal manera, comienza a conducir su programa de radio “Me lo Dijo Adela”, por la frecuencia de El Heraldo Radio y debido al éxito obtenido, se convierte en programa de televisión. A punto de cumplir sus exitosos y productivos 62 años de edad, sorprende por su vitalidad y dinamismo, además, contagia por un excelente sentido del humor. Amable en su trato, una mujer sumamente inteligente, preparada y culta, dueña de una memoria prodigiosa.
-¿Por qué existe esa imagen que Adela Micha tiene un carácter de los mil demonios?
-Ja, ja, ja… ¿Quién dice que soy una hija de la chingada?… Ja, ja, ja
-No te enojes conmigo, solamente te transmito lo que se dice de ti en la calle, vamos, que eres mucho muy enojona…
-¡Enojona sí!! Mira mi querido Edmundo, soy sumamente exigente con mis cosas, pero soy terriblemente exigente conmigo misma… ¡No me enojo contigo, ni me digas eso!!
-¿Exigente o perfeccionista?
-Soy una auténtica tirana conmigo mismo, pero una tirana muy cabrona conmigo. Adela Micha se exige demasiado, pero, también, le exijo mucho a la gente que labora conmigo…
-No lo dije por incomodarte…-¡Ni te preocupes!!, sé la franqueza que hay en cada una de tus palabras y preguntas. Eso, me lo dicen a cada rato, ya hasta me acostumbré. Pero déjame decirte algo…
-¡Venga…!!
-Más que tener mal carácter… “Dicen que soy muy mal hablada, pero no grosera, simple y sencillamente, hablo el mismo lenguaje de toda mi gente que hay en este maravilloso país llamado México. Así es que me importa una chingada lo que digan de mí… ja, ja, ja.
-Mal hablada pero no grosera, que son cosas totalmente diferentes…
-¡Eso es!!… ¡Carajo!!, es una delicia tener una conversación tan chingona contigo, ja, ja, ja.
-¡Uff!!, yo pensaba que me ibas a mandar mucho…
-¿Mandarte mucho a la chingada?… ¡Nooo!!, mi querido Edmundo, eres a toda madre. No sabes cómo disfruté la entrevista tan chingona que le hiciste a Ciro Gómez Leyva, eres el único que le preguntó sobre su vida privada, vamos… ¡ni yo misma lo hice!!, me dediqué a enfocar toda la entrevista al lamentable y cobarde atentado del que fue objeto. Pero tú, ¡Mis respetos!! El mismo Ciro lo dijo al aíre en su programa, reconoció tu profesionalismo y calidad.
-Déjame decirte que cuando uno grita, se libera el stress…
-También soy muy gritona, aunque ya se me ha ido quitando poco a poco. Como que la edad te va templando.
-A lo Mero Macho… ¿Cómo te cae Adela Micha?
-¡No me chingues!! Ahora sí, que ¿machetazo a caballo de espadas? La verdad, soy una persona muy generosa en todos los sentidos.
-Oye, volviendo a esa maravillosa época de la prepa… ¿Las idas de “pinta” se multiplicaron?-¡No!!, fíjate que ya no…
-¿Y eso?
-Al contrario, aunque no me lo creas, detestaba irme de “pinta” porque me la pasaba de maravilla en la prepa. Renegaba cuando mis compañeros me decían que nos fuéramos de “pinta”, es más, hasta me escondía para poder echarme mis cigarritos libremente en el jardín, pero sin que me estuvieran presionando para que nos fuéramos de “pinta”
-¿A qué edad empezaste a fumar?
-Creo que a los 13 o 14 años de edad…
-¿Cuáles eran tus cigarros preferidos?
-Pues para lo que me alcanzaba, no me podía poner exigente. De las marcas que me acuerdo, estaban los Baronet, Fiesta y Raleigh, que eran los que mi papá fumaba. Pero cuando la patria andaba muy jodida, de a tiro, hasta le metía a los Delicados y Faros. Me gustaban los cigarros fuertes.
-¿Por qué tanto amor por la prepa?
-Me sentía completamente satisfecha, es más, me pasaba horas y horas en la oficina del director y me prestaba libros, además, sus conversaciones eran mucho muy agradables, así como me tienes ahorita.
-¿Y tu primera chela?
-No, fíjate que no le metía a las chelas, quizás, durante alguna tardeada o fiestas de mis compañeros.
-¿No te gustaba el trago?
-No es que me hiciera de la boca chiquita o la “santurrona”, quizás, como te decía, en alguna fiesta y solamente una o dos cubas y ya.
-¿Ya empezabas a salir con chavos?
-¡Claro!!, pero éramos “noviecitos” de debut y despedida
-¿Cuál fue el primer escuincle que te llamó la atención?
-Creo que fue desde la secundaria… Mmm, tus preguntas a quemarropa, no me acuerdo muy bien.
-¿Qué tenía ese chamaco de especial que logró atraparte?
-¡Nada!!…
-¿Al menos estaba guapo e inteligente?
-Mi querido Mundo, si me pones a calificarlo hoy… ¡No tenía absolutamente nada!! ¿Guapo?, ja, ja, ja. Ni siquiera eso.
-¿Fuiste muy noviera?
-No, fíjate que no. Aunque me invitaban a muchas fiestas, tenía amigos, pero hasta ahí, nada más. No me llamaba la atención los compromisos.
-¿Y qué tal tus visitas a las discotecas?
-Iba muy poco, me acuerdo de la célebre Skyros, El Quetzal, Bandasha, etc.
-¿Y al cine?
-¡Eso sí!!, era una cinéfila empedernida de la Cineteca Nacional. Era una delicia comprar mis bonos para la Muestra Internacional de Cine. Ir a la Cineteca Nacional, para mí, era la salida más maravillosa a la que me podían invitar, admirar películas formidables y de una gran calidad. Ahí, fue como pude conocer el trabajo de grandes directores de cine.
-Cómo cerramos la etapa de la prepa?
-Simplemente puedo decirte que me divertí muchísimo, aprendí a manejar y hasta me sentía totalmente independiente.
-¿Cuál fue la materia “coco” en la prepa?
-¡Química!!, además, el profesor Ramiro era mas que duro, él mismo nos decía. “conmigo no pasa nadie…” ¡y era verdad!!, era el reprobadero total. Materia que tuve que aprobar con examen extraordinario-¿Te dolía reprobar esa materia?
-No, fíjate que no porque en el extraordinario lo pasé con diez de calificación. -Disculpa que te interrumpa… ¿Cómo le haces para conservar esa memoria tan prodigiosa?
-No Edmundo, fíjate que mi memoria ya no es tan buena… ¿Qué día es hoy?… ja, ja, ja.
-¿No estás exagerando?
-Conozco a gente con una memoria prodigiosa, en mi caso, de repente, ya se me van algunos nombres y fechas… ¿No te pasa también a ti?
-A veces…
-Voy aumentar mis dosis de magnesio, no sé qué es lo que me haga falta, porque, de repente, se me olvidan nombres y cosas. A propósito, me acuerdo de mi mamá para llamarme, empezaba a decir… Elías, René, Adela… ¡Pasaba lista hasta llegar a quien necesitaba!! ¡Uff!!, me está pasando lo mismo y empiezo a llamar a quienes laboran conmigo… Gisela, Yazbeth, hasta que doy con quien necesito hablar… ja, ja, ja.
-Indudablemente, ser tan disciplinada te ayuda enormemente…
-¡Exacto!!, me sorprendo de la disciplina que aplico conmigo misma. Puedo estar ardiendo en calentura, pero no paro de trabajar…
-A propósito ¿Como va tu problema que tenías de espalda?
-Que bien sabes. Me dan terribles dolores de espalda…
-¿Te quiebras pero no te doblas?
-Eso mero, ¡me quiebra, pero no me doblo!!, porque no me he quebrado hasta ahorita.
-¿Adela Micha tiene que ser demasiado blanca e ingenua para convertirse en frívola?
-Al escuchar la pregunta, su semblante cambia notablemente. Medita la respuesta durante unos cuantos segundos, toma aire profundamente. “No mi querido Mundo, no me parece ser una persona frívola…”
-No fue mi deseo ofenderte, mucho menos, incomodarte…-Por supuesto que no has hecho ni una ni otra cosa. Mucho menos, me siento ofendida por tu parte. No, no me parece ser una persona frívola. Ni tampoco soy ingenua, pero sí…
-¿Demasiado confiada?
-Me quitaste la palabra de la lengua. Adela Micha es una persona sumamente confiada, es decir, confío demasiado en la gente. En lo personal y por definición, me parece que toda la gente es buena y me gusta entregar mi confianza en la gente.
-¿Ese exceso de confianza se llega a romper?
-¡Por supuesto!!, me he llevado duros descolones en la vida, como cualquiera, pero tomé una decisión en mi vida de no ser yo quien deba cambiar. Mucho menos, dejar de confiar en la gente porque alguien haya traicionado esa confianza.
-¿Duelen esos descalabros?
-¡Vaya!!, que he sufrido algunos
-Llegamos a tu ingreso a la Universidad del Nuevo Mundo…
-Para ese entonces, ya contaba con mi primer cochecito, un fantástico Renault color vino, para que me entiendas mejor, color MORENA, ja, ja, ja.
-¿Cuál fue tu sensación al llegar a la Universidad del Nuevo Mundo?
-Fue gracias al pase directo de prepa, aunque debo contarte que, entre la prepa y universidad, me fui un año a Israel. Muchos de mis amigos cercanos se fueron de viaje para estudiar en Suiza, otros se fueron a Paris. Pero como yo no tenía lana, ni mi mamá tampoco, como para mandarme a ningún lado de viaje. Se me ocurre irme a un Kibutz…
-¿Cómo le hiciste?
-Se me ocurrió hacer una “venta de garage” en el estacionamiento de la casa de mi mamá. Recuerdo que mi mamá me preguntaba por sus sueters viejitos, solo le decía que ya los había vendido. Total, pude vender hasta lo que no, gracias a eso, consegui para mi boleto de avión.
-No cabe duda que eres una auténtica guerrera del periodismo…
-Deja eso, simplemente le hice caso a mi resiliencia y los obstáculos que te pone la vida son para superarlos y no quedarte anclado. Jamás, me ha gusta darme por vencida.
-¿En tu mente, no existe la palabra NO PUEDO?
-¡Exacto!!. no me gusta la palabra NO, como respuesta y hasta dejo la piel hasta lograr que se convierta en realidad lo que me propongo llevar a cabo.
-¿Tampoco se trata de morir en el intento?
-Procuro intentar, siempre, con una mente positiva y hasta quedar convencida de que algo no salió bien, pero, aun asi, vuelvo a intentarlo una y otra vez. En la vida hay muchas cosas que no salen a la primera vez que lo intentas, pero repito, dejo hasta la piel en dicho intento.
-Cuéntame de ese viaje a Israel…
-Resultó completamente maravilloso, aprendí de todo, es decir, desde ordeñar vacas, cortar manzanas, lavar unas gigantescas ollas de peltre, hasta aprendí el hebreo
-¿Extrañabas el seno familiar?
-¡Uff!!, muchísimo,. Es que, como ya te lo había dicho, yo era cercanísima a mi mamá y mis hermanos, pero también, me divertí mucho.
-¿A lo Mero Macho, una comunicadora de la talla de Adela Micha, sabe llorar?
-No tienes idea, lloro mucho, pero mucho, quizás, mi dosis diaria de llano
-¿Qué te hace llorar?
-Tanta injusticia que existe en el país, curiosamente, también ese llanto me cura un poco el alma…
-¿Una especie de catarsis o exorcismo?
-Lo dijiste a la perfección, llorando como que me exorcizo. Soy demasiado sensible, la verdad.
-¿Cuánto tiempo estuviste en Israel?
-Mmm… Me fui en el mes de junio, en pleno verano y acabando la escuela
-¿A dónde llegaste a vivir?
-A un Kibutz, lo que, sí fue una grata sorpresa para mí, es que mis amigos que se habían ido a estudiar a Paris, fueron a visitarme. Me acuerdo que todos llegaron guapísimos con sus gabardinas…
-¿Y tu vestimenta cómo era?
-¡Uta!!, un pinche saco viejo, que parecía haber sido usado por los militares de la segunda guerra mundial, los famosos “dubonnes” color verde militar. Mi pelo estaba todo quemado por el sol…
-¿Qué pensaste en ese momento?
-¡Qué demonios hacía yo ahí!! Mis amigos insistían que me fuera con ellos. Permanecieron unos cuantos días conmigo y se regresaron a sus lugares donde estudiaban.
-¿Cómo era un día de tu vida, en esos Kibutz?
-En las noches, me escapaba de los Kibutz y me iba a trabajar en un bar, a un pueblito que estaba muy cercano de ese Kibutz y se llamaba Afula.
-¿Qué hacías con el dinerito que te pagaban en el bar?
-Lo ahorraba y cuando tuve lo suficiente, alcancé a mis amigos en Paris, en donde permanecí por espacio de cinco meses. Curiosamente, Paris se convirtió como en mi centro de operaciones porque me dediqué a conocer gran parte de Europa. Mi mamá me dio una “manita…” ¡Ay mi querido Edmundo!!, qué historias me estás haciendo recordar…
-Tú, cuéntame…
-Un día, una muy querida amiga que es una destacada escritora, Beatriz Rivas, que también fue mi compañera de generación en la Universidad del Nuevo Mundo, de donde egresaron gentes muy brillantes. Beatriz vivía en Paris, porque estaba estudiando en la prestigiada Universidad Sorbona, me llama por teléfono con el encargado del edificio en donde estaba rentando un diminuto cuartito, que no recuerdo cuánto pagaba, lo pinté a mi gusto, lo puse “mono” y me dejó el siguiente mensaje: “Mañana me voy a España y me van a dar un aventón. Si te quieres venir conmigo, te veo en la fuente de San Michelle, en donde siempre nos reuníamos, a las doce del día”
-¿Cuál fue tu reacción?
-No lo pensé ni un minuto más. ¡Claro que me voy!! Empaqué rápidamente dos o tres pendejadas de ropa que tenía.
-¿Quién era la persona que les estaba dando “el aventón” de Paris a Madrid?
-Era el Cónsul de España en Paris, amigo de Beatriz. Durante todo el viaje me iba peleando con el viejito
-¿Y eso?
-Resulta que el viejito solamente quería escuchar todo el viaje a Julio Iglesias, mientras que, yo, para mis pulgas, estaba desesperada. Y le decía a mi amiga… ¡Bacha, ya chole con el tal Julio Iglesias!! Beatriz iba en el asiento del copiloto, pero tampoco, el viejito me permitía que fumara dentro del coche, total, le digo: “Si no me deja fumar dentro de su coche, además, ya me tiene hasta la madre su Julio Iglesias, párese un momento en lo que me fumo mi cigarro y dejo de escuchar a su ídolo”
-Dicen que ver a la Micha enojada, ni te le pongas enfrente…
-Ja, ja, ja. Llegamos a la frontera de Francia con España y nos piden nuestros pasaportes…
-¿Tenías todo en regla no?
-Por las carreras, se me olvidó el pasaporte en el cuartito que rentaba. Cundo le dije eso a Beatriz, su rostro se puso completamente pálido. ¡Uff!!, me puso una santa regañada, que no era posible que se me hubiera olvidado el pasaporte.
-¿Pero qué hiciste?
-Ahí, me salió la “casta”, que me le pongo al brinco al viejito y le digo: ¡Usted tiene pasaporte diplomático, así es que va hacer que me pasen sin ningún problema!! Me quiso regañar el viejito, y como soy yo… ¡Uta!!
-Vaya que es un super anécdota…
-Total, logró que me dejaran pasar sin ningún problema. Al mismo tiempo, dentro de mí, me hacia mil preguntas ¿Cómo chingados le voy hacer para que me dejen entrar de regreso a Paris? Nos reímos muchísimo la Bacha y yo
-¿Qué hiciste para que te dejaran entrar de nuevo a Paris?
-¡Tonta no soy!!, se me ocurrió ir al Consulado de México, les dije que me habían asaltado, que me quitaron dinero y pasaporte. La verdad, me llenaba de vergüenza decir, que, en realidad, había sido una pendeja que había dejado olvidado mi pasaporte…
-¿Del Consulado avisaron a tu familia en México?
-No sabes el escándalo que se armó. Las cosas se me complicaron porque me dice Beatriz que le urgía regresarse rápido porque tenia examen en la Sorbona. Ahí me tienes, voy a ver al Cónsul para presionarlo y me dice: “Mira niña, ya le voy a dar su pasaporte, pero tengo una carta para usted. No sabes el revuelo que había provocado, le avisaron de inmediato a mis papás de lo sucedido, que me habían asaltado y mis papás estaban super preocupados de cómo estaba yo… ¡Cuando, en realidad, todo fue una ocurrencia mía!!
-¿Tus papás supieron la verdad?
-¡No!!, hasta estuvo poca madre para mí, porque me mandaron una “lanita” que no esperaba y me cayó de perlas. Pero en la parte final de la carta, estipulaba claramente que me tendría que regresar de inmediato a México, casi deportada.
-¿Qué sucedió cuando por fin pudiste hablar con tus papás?
-Le dije que sentía mucho que los había preocupado, pero le hice ver que mi boleto se vencía hasta tres meses después, así es que no me podía regresar de inmediato como ellos lo habían solicitado al Consulado de México. Dicho y hecho. Así fue, me esperé hasta que se venciera el plazo del boleto de avión hacia México.
-Me imagino que tu etapa de universitaria, también fue muy divertida…
-¡Pues sí, brujo!!, mucho muy divertido, peeero, comencé a trabajar dentro de noticieros Televisa, cuando apenas cursaba el tercer semestre de la carrera, y por lo mismo, iba muy poco a la universidad, es decir, solamente a clases y de regreso para Televisa.
-¿A qué hora ibas a la universidad?
-Mi horario era tarde/noche. Mis clases comenzaban a las 4 de la tarde y salía a las diez de la noche.
-Un poco complicado verdad…
-Es que en la vida nada, pero nada es gratis. Luego, en Televisa, me asignan la titularidad del noticiero “6 en Punto”, que comenzó a transmitirse un 7 de enero y concluye el 19 de septiembre por el terremoto del 85
-¿Y luego?
-Comencé a reportear para 24 HORAS de Jacobo Zabludovsky
-¿Qué sentías trabajar con Zabludovsky?
-Una gran y estupenda experiencia… ¡era padrísimo trabajar con Jacobo!!
-Fue tu maestro y quien te abrió la puerta…
-No sé que demonios vio en mí, quizás, a una chamaca bastante “rarita” o “chistosa”, no lo sé
-¿La chica que llegó para quedarse?
-Pues así es la vida, ya no salí de ahí. Duré bastantito tiempo en 24 HORAS.
-¿Cómo te ligas con Ricardo Rocha?
-Me gustaba mucho verlo en su programa “Para Gente Grande” y no tenia el gusto de conocerle personalmente. No sé quien me recomendó con él, porque, yo, jamás le mandé mi currículum. Me acuerdo que su programa lo grababa en Televisa San Ángel y se me ocurrió mandarle una carta, en donde le decía que lo admiraba mucho por su profesionalismo y talento…
-¿Tenías el deseo de colaborar con él?
-¡Por supuesto!!, en lo mínimo que fuera. Un día, me llama para invitarme que colaborara dentro de un nuevo proyecto que tenía en mente y que se llamaba “Proyección 2000”, por cierto, dentro de ese nuevo programa de Ricardo Rocha, también estaban Marintia Escobedo, Julieta Lujambio y yo. Éramos las tres a cuadro.
-Ricardo Rocha era un señorón…
-¡Indiscutiblemente!!, me invita formar parte de su muy gustado programa dominical “Para gente Grande”, y luego, en la segunda parte de su también exitoso programa de los viernes en la noche y madrugada “En Vivo”.
-¿Eslabones que se iban engarzando?
-¡Lo dijiste muy bien!! A partir de ahí, Ricardo ya no me soltó y me fui con él, a formar parte de “Para Gente Grande”, “En Vivo”, el noticiero “ECO”, “Al Aire”, hicimos todos esos grandiosos programas, ya formaba parte de un equipo de trabajo sensacional. No era Adela Micha, estaba cobijada por un extraordinario periodista y gran ser humano que se llamó Ricardo Rocha…
-…Disculpa que te interrumpa, algo que me gusta de la mujer que tengo enfrente, es su sencillez y humildad, jamás, he escuchado ni un solo instante que utilice el “yo-yo y yo”, al contario, siempre te expresas “hicimos un programa”, bueno, hasta ahora en “La Saga”, te refieres a esos términos “hicimos…” No obstante que hayas recibido una traición de una de tus colaboradoras…
-Muchas gracias querido Edmundo. Es que en verdad lo creo, no digo “hicimos”, como una falsa modestia de mi parte, ni estúpidas posturas que no te llevan a ninguna parte. Es que, quienes trabajamos en la televisión o en la radio, todo es gracias a un equipo de colaboradores, y no, es únicamente mérito de quien está frente a las cámaras o micrófonos, detrás, hay un equipo que se esfuerza y se la rifa dando lo mejor de sí.
-¿Una hormiga mueve montañas?
-¡Qué bonita frase!!, son muchas hormigas las que pueden lograr eso. Si Adela Micha ha tenido algún éxito en sus programas de radio o televisión, ha sido gracias a un valioso equipo de colaboradores. Lo dijiste muy bien, cada uno de ellos son eslabones de una gran cadena que hace posible un programa de televisión o de radio.
-¿Es verdad que tú, eras una de las “niñas consentidas” de don Emilio “El Tigre” Azcárraga?
-¡Que bueno que me preguntes eso!!… ¿La “niña consentida” del “Tigre” Azcárraga?… ¡No, para nada!!
-¿A lo Mero Macho?
-Pues… A lo Mero Macho, te digo que no, además, ni lo conocía personalmente. Déjame contarte como estuvieron las cosas en realidad. Un día, me manda llamar don Emilio “El tigre” Azcárraga cuando, yo, estaba colaborando con Ricardo Rocha dentro de su segmento en el noticiero ECO, que dirigía Jacobo Zabludovsky, justo cuando Jacobo suspende a Ricardo Rocha…
-¡No inventes!!… ¿Qué había hecho Ricardo Rocha para que Zabludovsky lo suspendiera?
-Jamás lo supe, pero, Ricardo, me pide que asistiera, con su representación, a la junta editorial que se realizaba todos los lunes en la oficina del “Tigre” Azcárraga.
-¿Era algo así como “el Pentágono” de Televisa?
-¡En efecto!!, solo podían ingresar, única y exclusivamente, ejecutivos de “gafete blanco”…
-¿El “Club de Tobi” del “Tigre” Azcárraga”
-Eran puros vicepresidentes… ¡nadie más podía entrar ahí!!
-¿Para qué, quería Ricardo Rocha que fueras a la junta?
-Solamente me dijo… “Adela, por favor, quiero que vayas. Si no te dejan entrar, ahí te plantas y le dices que quieres hablar con él, que yo te pedí fueras a verlo… “Pero Ricardo, por favor, ni siquiera lo conozco personalmente, es más, ni gafete blanco tengo”
-¡Uff!!, por así decirlo, era un enorme reto para ti, traspasar esa barrera del poder de la televisora?
-¡Sin lugar a dudas!! Total, voy y me meto hasta la cocina, por así decirlo, a la Sala de Juntas de Azcárraga. Estaba muy sentadita y que llega Jacobo Zabludovsky, se me queda viendo sumamente serio y me dice ¿Y tú, que haces aquí Micha?
-¡Gulp!!… ¿Qué le contestaste?
-Por dentro me dije… ¡Trágame tierra!!, pero me armé de valor y le digo: “No, pues nada. Nada más quería conocer en persona al señor Azcárraga”
-¿Y de verdad, no lo conocías?
-¡No!!, de verdad. En ese preciso momento, llega don Emilio y me levanto como impulsada por un resorte y le digo a Tere, que era su secretaria particular, “Tere, fíjate que Ricardo Rocha me pidió que viniera hablar con el señor Azcárraga, pero yo no lo conozco”
-¿Qué te dijo Tere?
-Que me sentara y estuviera tranquila, cuando lo viera entrar, de inmediato, me pusiera de pie…
-¿Te sentiste “chiquita” cuando viste entrar a ese “señorón”?
-¡Para qué te digo que no!! Era un hombre que imponía terriblemente su simple presencia…
-¿Qué tenía el “Tigre” Azcárraga, que su personalidad era arrolladora?
-Como mujer te lo digo, estaba guapote, era un “madurito sabroso” y tremenda personalidad.
-¿Titubeaste cuando pudiste hablar con él?
-Con voz firme le digo: “Don Emilio muy buenos días, soy Adela Micha, trabajo con Ricardo Rocha”, con una leve sonrisa, me responde: ¿Qué necesitas?… ¡Tengo un mensaje de Ricardo Rocha para usted!!, fue mi respuesta con absoluta firmeza y seguridad. Me da una leve palmada en el antebrazo y me dice: “Espérate que termine la junta y con mucho gusto te recibo”.
-¿Te comías las uñas del nerviosismo, mientras terminaba la junta de los “jefes”?
-Ja, ja, ja, por dentro, me encomendaba a toda la Corte Celestial. Termina la junta y el primero en salir fue Jacobo Zabludovsky y me dice: ¿Todavía sigues aquí, Miiicha?, así, alargando mi apellido.
-¿Te lo estabas saltando? Jacobo era jefe de todos los reporteros y conductores de noticieros….
-¡Eso mismo pensé!! Así, de brote pronto, le digo: “Es que me dijeron que me esperara, que no me fuera a ir, licenciado”. En eso, sale el “Tigre” y se mete a su oficina. De reojo, voltea a verme y le indica a Tere, su secretaria, que me permitiera el acceso. Tere, me guiñe un ojo y me dice susurrando al oído… ¡Adela, pasa, tú, tranquila…!!

        -Continuará-

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