Abel Miranda Ayala
La pandemia de Covid-19 en el hospital Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo, dejó huellas imborrables para el personal de laboratorio, especialmente para los químicos quienes fueron los encargados de tomar muestras y con ello convivir todos los días con las personas contagiadas del mortal virus.
En ese momento nos pidieron ser solidarios y mantenernos en la primera línea, doblamos turnos para cubrir a nuestros compañeros que estaban contagiados y aislados. Por todo eso no recibimos ninguna gratificación, ni apoyo, hoy incluso seguimos luchando para que nos reconozcan en la categoría que legalmente nos corresponde. Salvador Ochoa Espino, Químico
El trabajador de salud recordó que en la pandemia se convivía con la muerte pues se tenía que atender a los pacientes contagiados, se les tomaba muestras y se convivía con las muestras positivas, y aunque se tomaban todas las medidas de prevención el riesgo de contagio era muy alto.
“Todos nos contagiamos, muchos la pasamos muy mal por los síntomas y lamentablemente del hospital de Chilpancingo se recuerda la muerte de un compañero”.
El hospital Raymundo Abarca Alarcón de Chilpancingo fue decretado hospital Covid y fue el principal centro de atención de contagios en la zona centro de Guerrero, otros hospitales como el de la 35 zona Militar, se estableció como hospital-covid pero a él enviaban a los pacientes que ya estaban en proceso de recuperación luego de que los estabilizaban en el hospital general.
Los químicos del hospital general fueron los primeros en aplicar las pruebas para confirmar los contagios de Covid, por ello al ser lo que se consideraba como primer contacto con pacientes era muy probable su contagio, “podría decir que todos fuimos contagiados, incluso hubo unos que pasamos como subclínicos que a lo mejor no supimos qué nos enfermamos, pero desde luego que si”.
“En la pandemia COVID estuvimos al pie del cañón y queremos que también las autoridades no se rajen, en esa en esa petición que nosotros como químicos tenemos y es que nos reconozcan la categoría que ejercemos la de químico y no técnico laboratorista que es con la que estamos ejerciendo”.
Resaltó que su labor en la pandemia fue incluso mayor a la que realizan todos los días, “Estuvimos trabajando aquí tiempo extra, se iban con compañeros enfermos y quienes no teníamos síntomas teníamos que regresar en los descansos. Se iban otros compañeros que se enfermaban y los que nos quedamos teníamos que estar rotando. Entonces sí es un esfuerzo arduo el que hicimos y no recibimos absolutamente ninguna compensación por ese esfuerzo”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *