ES SOSPECHOSO. CADA VEZ que la alcaldesa de Acapulco aparece en las encuestas de medición, rumbo al 2027, que es cuando se renovará la gubernatura del estado, arrecian las denuncias en su contra, los señalamientos e incluso acusaciones de todo tipo. Y no sólo de Morena, su partido, sino también de las que provienen de otros diferentes al suyo.
En efecto, con razón o no, ahí están las denuncias, los señalamientos y las acusaciones…
La alcaldesa porteña, ciertamente, no es monedita de oro para caerle bien a todos, y obvio, tampoco es perfecta, de tal forma que comete errores, aunque dudo que lo haga a conciencia o por mala fe.
Sin embargo, hay que decir, porque así lo señalan las encuestas a ras de piso, que mantiene un alto porcentaje de aceptación cuando se evalúa su desempeño, contra otro, muy reducido por cierto, que no está de acuerdo, y por ello la reprueba, la critica, la señala y la acusa de todo.
Así es. Si sale de viaje, a promocionar a Acapulco, la critican. Para qué, gritan. Si realiza eventos para alentar el turismo, que es de lo que vive el Puerto, también. Si busca contratar un seguro para protegerlo de desastres, hacen lo mismo, y no se diga cuando repunta la violencia: es su culpa, gritan también, lo mismo ante la escasez de agua entubada, o por los paros en el transporte.
No está trabajando, señalan algunos. No está cumpliendo, acusan otros. Descuida el municipio para andar en fiestas, apuntan aquellos. No comprueba los recursos, gritan los de allá. Lo cierto es que son los mismos.
En síntesis, es su culpa, y culpable de todo. Sin embargo, ¿es en verdad cierto?
Pongamos un ejemplo. Cierto es que la prevención el delito es responsabilidad del municipio, de las autoridades que lo encabezan. No por nada cuenta, como en todo el país, con su respectiva policía municipal.
Sin embargo, ¿todo es culpa del municipio? Técnicamente es así, pero aquí viene el pero…
¿Cuál es entonces la función de la Secretaría de Seguridad Pública estatal? ¿Y para qué sirve la Secretaría de Seguridad Pública federal? Ambas secretarías, hay que decirlo, también tienen la responsabilidad de prevenir el delito.
Incluso, el gobierno federal tiene una Subsecretaría al respecto, y al frente de ella se encuentra quien se candidatea para gobernar el estado a partir del 2027, y sin embargo, brilla por su ausencia en Guerrero.
Hay que decir, por cierto, que la Federación tiene en Guerrero al menos 10 mil efectivos, y la mayoría de ellos en Acapulco, entre policías de la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina, precisamente con labores de prevención del delito que, en los hechos, nada más no funcionan, como lo muestra el hecho de que siguen ocurriendo homicidios, levantones y secuestros.
¿Es pues toda la responsabilidad de las autoridades porteñas? Y lo que ha ocurrido recientemente en la Costa Chica, ¿también? ¿O de quién es la responsabilidad? ¿Del gobierno estatal? No lo creo.
Lo cierto es, y esto hay que puntualizarlo, que desde el gobierno anterior, el que encabezó Andrés Manuel López Obrador, éste no solo quitó recursos a los cuerpos policiacos estatales y municipales, sino que en aras de ello, se hizo cargo de la prevención, en todo y con todo, en los estados y municipios.
En consecuencia, lo que ocurre en los estados, y en los municipios como Acapulco, es responsabilidad del actual gobierno federal, que si bien ha dado golpes precisos, aún falta mucho para garantizar la seguridad ciudadana que está a su cargo, culpando de ello a las autoridades municipales, con una mezcla de escenarios rumbo al 2027.
Y sí. No es casual el golpeteo contra Abelina López Rodríguez, que al igual que el gobierno estatal, hace lo que está dentro de sus facultades y con los recursos que tienen.
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