Por Baltazar Jiménez Rosales

Mientras que de manera contradictoria toneladas de maguey guerrerense son trasladadas al vecino estado de Puebla para ser procesadas, envasadas y exportadas ya debidamente certificadas por marcas poblanas, la producción de mezcal en Guerrero se cayó drásticamente en el 2024 hasta caer hasta el quinto lugar a nivel nacional, reveló la titular de la Secretaría de Fomento y Desarrollo Económico del Gobierno del Estado, Teodora Ramírez Vega.


La funcionaria estatal informó que de acuerdo a la información del Consejo Mexicano de la Certificación del Mezcal (Comercam), el año pasado en México se produjeron 11 millones 362 mil 436 litros de mezcal, de los cuales Guerrero únicamente aportó 94 mil 308 litros, con lo cual quedó muy por debajo de Oaxaca, Durango, Michoacán y Puebla.
Aún más, enfatizó Ramírez Vega, de estos 94 mil 308 de producción general, únicamente nueve mil 841 litros se destinaron al mercado de exportación, mientras que 78 mil 086 litros se envasaron para consumo nacional.
Tras remarcar que estas cifras están muy lejanas al potencial productivo que tiene Guerrero, la titular de la Sefodeco reconoció sin embargo que “realmente nuestra producción ha decrecido y hemos perdido posiciones”.
Por lo anterior, mencionó, desde 2022 el gobierno del estado implementó el Programa de Apoyo a la Certificación de Mezcales Guerrerenses, con se ha acompañado a más de 42 productoras y productores en regiones con tradición mezcalera”, de la entidad.
Estos apoyos, detalló, se han concentrado en municipios como Mártir de Cuilapan, Eduardo Neri, Chilapa, Chilpancingo, Huitzuco, Atenango del Río, Mochitlán, Tixtla y Quechultenango, zonas reconocidas por su vocación mezcalera.
Subrayó que hasta ahora se han registrado más de 15 nuevas marcas, que se suman a las ya existentes, alcanzando más de 60 títulos de propiedad vigentes en el mercado estatal.
Recordó que la pandemia generada por el Covid-19 afectó de manera severa al sector mezcalero, pues al disminuir el consumo, muchos campesinos abandonaron la siembra de maguey para dedicarse a otras actividades más rentables a corto plazo, cuando esta planta requiere entre 6 y 8 años para madurar.
Además, comentó que otro problema es que muchos productores guerrerenses han optado por vender su maguey a empresarios de Puebla que cuentan con mayor infraestructura y procesos de certificación, lo que les permite colocar el producto en mercados internacionales con mejores precios.
Aclaró que “la certificación del mezcal no es un trámite engorroso, pero sí demanda inversión, capacitación y acompañamiento”.
En este sentido, Teodora Ramírez presumió que desde la dependencia a su cargo se han destinado apoyos de hasta 80 mil pesos por productor para que puedan iniciar o completar este proceso” de certificación, el cual consta de cuatro niveles: desde la certificación de predios hasta la verificación de cada lote de mezcal, lo que garantiza calidad y abre puertas en mercados nacionales e internacionales.
Sin embargo, reconoció que un reto importante está en los consumidores: “Muchas veces prefieren mezcales sin certificación por ser más baratos, y eso desanima a los productores a formalizarse, ya que implica cargas fiscales y de infraestructura”.
Pese a las dificultades, destacó que Guerrero tiene una ventaja competitiva única gracias al agave cupreata, variedad que es endémica del estado que otorga un sabor distintivo al mezcal y que incluso productores de Oaxaca reconocen por su calidad.
Anunció que este año se reforzará la capacitación y vinculación de los productores, además de la realización del Festival del Mezcal Guerrerense 2025, que busca reposicionar a Guerrero como referente en la producción de esta bebida.

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