a sido interesante durante estos días, leer las reacciones al “relanzamiento” del Partido Acción Nacional (PAN). He podido revisar los textos de varios articulistas y columnistas que abrieron sus espacios al PRIAN al que han aplaudido, pero particularmente al partido que en 1939 fundó Manuel Gómez Morín.

Me sorprendió de varios de ellos su crítica al dirigente nacional de este partido Jorge Romero quien anunció el “relanzamiento” y dio a conocer el nuevo logo del blanquiazul.

Varios de éstos destacaron que el propósito fundamental del panismo de Romero está muy lejos de tener como preocupación principal estar cerca de la gente como sí lo hizo “inteligentemente” el expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Destacaron que en su mensaje, Jorge Romero mostró que el tema social está muy lejos de las preocupaciones del nuevo PAN; y sí, su silencio sobre este tema el sábado pasado, el dirigente panista mostró que eso de impulsar políticas sociales no está en la agenda de su partido, no le interesa.

“La población no quiere discursos morales, quiere políticas sociales. No quiere una derecha persignada, sino una oposición capaz de hablar de desigualdad, de pobreza, de derechos, de feminismo de dignidad”, escribió Denise Dresser (Rehundimiento) en Reforma.

Igual, Jesús Silva Herzog Márquez, en el mismo diario (El Relanzamiento), apuntó: “en su discurso de Romero no hay ninguna idea de futuro ni propuesta de cambio, ninguna referencia a la desigualdad”.

Sí, efectivamente, y es que la oferta de Romero tiene que ver con el pensamiento conservador y de derecha y el tamaño tan insignificante del ofertante; es uno de los llamados “bebesaurios” del panismo que crecieron al lado de aquellos que negociaron con Carlos Salinas gubernaturas y espacios de poder a cambio del reconocimiento de un triunfo fraudulento del priísta.

Estos “bebesaurios” fueron alumnos aplicados del panismo que se descompuso allá por 1988 cuando la llamada “concertacesión” que significó el amasiato PRI-PAN que hoy Romero anuncia: “se acabó”. Difícil de creer.

A Jorge Romero, la población más que como dirigente nacional del PAN, sabe, lo conoce como la cabeza del “cártel inmobiliario”, como un personaje manchado por la corrupción.

La mayor oferta de su anuncio fue que el PAN tiene un nuevo logo, distinto. De acuerdo con su secretaría de Planeación, Gestión Estratégica, “era necesario dar cuerpo integral orientado a revitalizar la esencia del partido”. Suena rimbombante.

Su gran oferta quedó en manos de un cuerpo de mercadólogos que contrataron, quienes determinaron, desde luego, bajo criterios de mercado, que el blanquiazul “necesita un proceso de rebranding para renovar la imagen que modernice su identidad y lo reposicione como una opción política atractiva y cercana a la ciudadanía”. Suena más chido.

“Tuvieron que revivir con Inteligencia Artificial a Luis H. Álvarez, al Maquío Clouthier y al mismísimo Gómez Morin para darse ánimos”, anotó Salvador Camarena en El Financiero, y es que el PAN del nuevo logotipo, dinámico, como marca de detergente, está pensado a partir de la idea del mercado, de un propósito empresarial al mejor estilo neoliberal que busca como objetivo primordial la ganancia, la plusvalía, el dinero, y no desde un proyecto social  como el de la subsidiaridad que planteaban antes, es decir, el de  la “solidaridad entre desiguales” que postuló uno de sus personajes insignia, Efraín González Morfín.

El problema del presidente del PAN es que se comió el choro mareador de la empresa de mercadotecnia, tan es así que muchos de sus aplaudidores recientes en medios de comunicación, han expuesto sus diferencias con el anuncio de “relanzamiento” que hizo quien hoy preside al PAN.   

Jesús Silva Herzog Márquez apuntó: “El relanzamiento es claro; nada de medias tintas; derecha dura y orgullosa, fogosa ideología desinteresada en la formulación de un programa alternativo. Lo importante el fin de semana no fue terminar la alianza con el PRI. Lo que cuenta es que Acción Nacional emprende un camino de radicalización reaccionaria”.

Sí, nada que tenga que ver con acercarse, aunque sea verbalmente, al espectro político del centro. Se va más a la derecha. Hace suyo como lema: “Dios, Patria y Familia”, el grito de Benito Mussolini que también lo retomaron Javier Milei, el presidente de Argentina y el partido ultraconservador Vox de España. Sí, ninguna propuesta de cambio que podría ser un ofrecimiento distinto, al menos para tratar de arrebatarle a Morena algunos inconformes hoy.

Su video de ciencia ficción, del “bien y del mal”, que presentaron, es sólo eso, ciencia ficción, lo que sí no es ciencia ficción es el hecho de que su anuncio que afirma: “ahora ya estamos limpios de escoria” al dejar atrás su alianza con el PRI de Alito Moreno, por más que busque alejarse de éste, es claro que la población los seguiremos percibiendo como el PRIAN, como lo mismo.

“El mérito indiscutible de López Obrador en 2018 fue poner en el centro del debate a los más pobres, esos que no llegaron ni a pie de página en el discurso sabatino de Jorge Romero”, ha apuntado Salvador Camarena.

Los “bebesaurios” azules, éstos del que es parte el mismísimo Marko, el gris, Cortés, creen tener un problemita de imagen y no ideológico y menos de identidad”, por eso Romero supone que su problema se resuelve con encargar a despachos de marketing, “les maquillen las profundas grietas de una imagen percudida por la corrupción y la indolencia”.

Suponen que es cuestión de venderse como una bolsa de Sabritas, de Coca Cola, de maquillaje Revlon, de ofrecer un sueño: ser “Totalmente Palacio”.

El fondo es forma, y efectivamente en estos días, previo a la celebración de Dia de Muertos la propuesta que les “resolvió” la empresa de marketing que contrataron fue que la dirigencia panista nos ofreciera en estos días otra cosa más que PAN de muerto y bien muerto.

Que no les cuenten…

Felipe Calderón en una conversación con Azucena Uresti le dijo a ésta que piensa en un posible regreso a la vida política y que ello dependerá de “cómo evolucione el relanzamiento de Acción Nacional”. Calderón fue captado junto al líder nacional del PAN, Jorge Romero, durante el informe de labores que presentó su esposa Margarita Zavala. Expresó su inconformidad con la negativa del blanquiazul de formar alianzas con otros partidos como el PRI. Sí, FC quiere ser la mano que mece la cuna. La ultraderecha se está moviendo. ¡Aguas!

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