no de los temas que ocupa el tiempo entre filósofos, filósofas, psicólogos y psicólogas, entre otros estudiosos de los fenómenos sociales e individuales, es el miedo.

El miedo parece una palabra aislada que solo impacta a mentes que no estarían preparadas para los cambios, pero todos, de alguna manera, nos afecta emocional y mentalmente esos cambios y en distinta forma y manera, nos provoca miedos, que podemos o no manejar o requerir ayuda profesional para entenderlos y superarlos, incluso a veces, a vivir con ellos pero sin que nos provoque parálisis en nuestra vida.
Estos tiempos parece que tienen una característica, me atrevo a pensar que a nivel global, se vive con miedo y con resistencia. Tienen además la característica de que se percibe socialmente como tiempos de descomposición social, y pérdida de valores y respeto.
Si esto ya parece delicado hay que sumar a esta revisión el hecho de que frente a esa realidad existe una nueva clase política que aprovecha ese miedo para capitalizar todo a favor de su imagen y no a favor del servicio al que están obligados como autoridad.
Hay quienes dicen que el futuro ya nos alcanzó, en relación a una agitada revolución tecnológica que se vive con el celular y con las computadoras, pero que la misma carece de ideología, salvo algunos lugares donde ha provocado movilización social para hacer cambios de gobierno.
Un trabajo de investigación del psicólogo universitario de la UNAM, Alfredo Guerrero considera que “los hechos de violencia alteran la convivencia social” y que no existe pérdida de valores, sino transformaciones.
Indica que estas transformaciones provoca que los valores “varíen según las circunstancias económicas, políticas y sociales de cada sociedad y cada época”. Y que los otros son universales, pero propios de cada cultura, como el respeto a la vida, personas mayores, familia…
Cita que “Los valores asociados a la familia han cambiado en la generación de los millennials porque, en primer lugar, la composición social ha experimentado variaciones sustanciales. Hoy en día, 30 por ciento de las familias son monoparentales y otros porcentajes representan tipos de familias diferentes a la tradicional. También las redes sociodigitales se han convertido en una de las principales fuentes generadoras y reproductoras de valores.”
En una revisión sobre este tema, la universitaria Amanda Estévez Strancari, habla de la cultura del miedo como una faceta en la sociedad actual que impacta en el comportamiento como individuos y que está basada en la inseguridad y la incertidumbre.
Considera que hay quienes buscan perpetuar ese estado social que se pretende tener para tomar decisiones y fortalecer esa posición.
El miedo también ha generado que el uso de la tecnología sea una alternativa para alterar la realidad individual, generar el contexto deseado y aislarse dentro de esa burbuja por comodidad.
Pero la realidad golpea ese miedo y amenaza con provocar una parálisis social cuando la conciencia se coloca frente a ese escenario del que pretendía huir y del que a conveniencia, algunos manejan para manipularla y hacer creer que solo existe en un grupo que busca alterar la realidad que intentan instituir.
No podemos escapar, huir solo evadiendo esa irrealidad aislándonos en un equipo tecnológico, tenemos que buscar como romper esa burbuja para generar las nuevas condiciones que también provoquen una emoción distinta al miedo para avanzar, de lo contrario, solo contribuiremos a generar la comodidad de ignorar lo que sucede para refugiarnos en la forma en que estamos evadiéndola sin que nos provoque ningún beneficio. Surrealismo?

