Por Abel Miranda Ayala
Bajo una premisa básica de que los niños no tienen culpa de nada que tenga que ver con la violencia, la inseguridad y las desigualdades prevalecientes en nuestra sociedad, un grupo de jóvenes altruistas trató de aminorar la crisis en la comunidad de Chautipan que son víctimas indirectas de la violencia criminal luego de que de esa población fueron desaparecidos 17 personas y 11 de ellas aparecieron asesinadas en Chilpancingo.
El grupo de jóvenes acudió a Chautipan a llevar un poco de alegría y convirtieron las deterioradas aulas de la escuela en una sala de cine en la que proyectaron películas, mientras los niños recibieron algunos dulces y les organizaron juegos para distraerlos por un rato.
Cabe resaltar que la actividad fue solventada completamente con recursos propios de los jóvenes, Diego Trujillo Santos y Flavio Adame, quienes sin ningún interés más que el de regresar una sonrisa a los niños acudieron a la población con equipo de proyección a una comunidad perteneciente al municipio de Chilpancingo y que tiene niveles de pobreza y marginación muy acentuados.
Una de las cosas que a su regreso resaltaron los jóvenes es que encontraron una escuela de construcción muy endeble con techumbre de lámina y en muy malas condiciones, las paredes afectadas por la humedad y el cemento desprendido en muchas partes.
La película que llevó alegría también sirvió para realizar con los niños dinámicas en las que a través de juegos recibieron algunas consejos o enseñanzas de vida a través del propio análisis de la proyección.
Al final los jóvenes y los menores decidieron hacer una jornada de limpieza en sus propia escuela, misma que dejaron reluciente de limpia pero lo que no pudieron hacer es reparar el deterioro que tiene la institución, por lo que se hizo un llamado público a las autoridades educativas a que se apliquen recursos para que estos niños tengan una escuela con edificios y acceso a materiales didácticos.
A través de sus redes sociales, Diego compartió que la actividad buscó ofrecer un respiro a los pequeños que quedaron huérfanos tras los hechos violentos ocurridos en 2024.
“Hoy acudimos a llevar un poco de alegría y distracción a estos pequeños que son de nuestra región Sierra, nos divertimos y al final de la película hicimos entre todos el aseo”, escribió el joven en su publicación. Diego Trujillo, señalo que luego del asesinato de los pobladores, más de 20 niños quedaron huérfanos.
Caso Chautipan
En Octubre del 2024, 17 personas originarias de la comunidad de Chautipan desaparecieron en la localidad de El Epazote perteneciente al municipio de Quechultenango, ellos habían acudido a trabajar en la venta de trastes y artículos para cocina en abonos.
Esta es una actividad que realizaban de manera constante en los diversos pueblos, van con los trastes y pequeños muebles, los entregan y el comprador sólo da un enganche después un cobrador se encarga de pasar semanalmente por un abono.
El Secretario de Seguridad Pública Federal Omar García Harfuch, señaló que la ejecución de estas 11 personas fue el grupo delincuencial conocido como Los Ardillos, pero hasta el momento no se tiene ninguna persona detenida por los crímenes.

