TRAS BAMBALINAS. Declaración de Guerra a CSP
Por JORGE OCTAVIO OCHOA.
El asesinato de Carlos Manzo Rodríguez, alcalde independiente de Uruapan, Michoacán, coloca al país en su justa dimensión y se puede decir que, ahora sí, estamos ante una verdadera guerra del crimen organizado contra el gobierno federal. Dígase, contra Claudia Sheinbaum Pardo.
El hombre de “El Sombrero”, como se le conocía, fue literalmente ejecutado a balazos ante una multitud que disfrutaba el Festival de Velas, en el primer Día de Muertos, en la plaza principal de una de las ciudades más grandes del estado, que sigue dominado por criminales.
Pocos días antes, Carlos Manzo había reprochado al gobierno federal su falta de apoyo para enfrentar a los cárteles que se disputan Uruapan. En esa ciudad se desarrolla una guerra intestina entre el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Caballeros Templarios, Los Viagras, Pueblos Unidos y Los blancos de Troya.
Uruapan, “La Capital del Aguacate”, despierta así en medio de la pesadilla, para entrar al terror, porque en Morelia, también fue asesinado Alejandro Torres Mora, sobrino de Hipólito Mora Chávez, fundador de los extintos grupos de autodefensa en Michoacán.
Fue ejecutado a balazos junto con su esposa en el poblado de La Ruana, por el Cártel de Los Viagras, según revelaron vecinos. Todo esto ocurre luego de que el martes pasado, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, estuviera en Michoacán junto con el titular de la Secretaría de Defensa, Ricardo Trevilla.
Ocurre también, a tan sólo unos días del homicidio de Bernardo Bravo, líder de los productores de limón en Apatzingán. Se trata, pues, de una abierta Declaratoria de Guerra. La petición de Carlos Manzo Rodríguez a la presidenta, expresada hace unos días, quedó suspendida en el aire, en el tiempo, en el espacio.
“No queremos ser un alcalde más asesinado que se encuentra en la estadística; no queremos más policías asesinados que se encuentran en la estadística. Le pido que urgentemente usted haga presencia en Uruapan. Sepa las situaciones complicadas que vivimos en Michoacán y se requiere que ustedes tomen la responsabilidad que tiene para atender este tipo de delitos federales
Y todo esto ocurre a tan sólo unos días de los bloqueos de campesinos y agricultores que claman, piden apoyo del gobierno federal, no sólo para mejorar los precios de garantía y restituir los apoyos económicos que antes tenían a través de la Financiera Rural.
Reclaman clemencia ante la triple extorsión que sufren: la del crimen organizado, que controla desde el corte hasta el transporte del producto; el acaparamiento y la manipulación de precios por parte de las grandes bodegueras y centros comerciales y las trabas y reproches de la mismísima presidenta Claudia Sheinbaum.
Es muy peligroso politizar un tema que, por sí solo, desdibuja todo el discurso anti neoliberal y la verborrea de López Obrador, único motor y guía ideológico de Morena, del 4Teísmo y de toda la izquierda mexicana. Fue él quien desapareció la Financiera Rural y sepultó los precios de garantía.
En el 2018, Andrés Manuel López Obrador, prometió a los agricultores, campesinos medianos y pequeños, precios de garantía. “Nada de que se va a pagar la tonelada de maíz a 3 mil, 3 mil quinientos pesos. Van a recibir el doble, porque va a haber una compensación”. Palabras huecas. Nunca cumplió.
Al llegar al poder, desapareció la Financiera Rural y modificó los precios de garantía, fijados en el marco del antiguo TLC de Carlos Salinas de Gortari. Firmó el T-MEC y el campo lo resintió. La crítica al neoliberalismo, sólo es parte de un discurso sin sustento.
La herencia del “Salinato” está ahí, presente. El TLC de América del Norte fue “buen negocio”, principalmente para las grandes comercializadoras y bodegueras. Para los pequeños y medianos agricultores, NO. Los campesinos tuvieron que enfrentar, además, la reforma al Artículo 27 Constitucional.
La empresa Minsa, que antes fuera Maíz Industrializado Conasupo (Miconsa), es una de las grandes beneficiarias de las reformas salinistas que dieron entrada al Neoliberalismo, dígase TLC. Altagracia Gómez, hija del dueño de dicha empresa, hoy es asesora de la presidenta de la República.
La presidenta busca culpables y dice que detrás de las protestas, “hay otros intereses”. Es un hecho que sí. Detrás de las movilizaciones de campesinos, hay dirigentes políticos. Pero nada que no supiera Morena cuando llegó al poder. De hecho, sus principales aliados, el PT, se alimentaron asi durante el “PRIato”.
El problema es que, la expresión de la mandataria se vuelve infame a la luz de los hechos. Morena y el 4Teísmo son cómplices y ejecutores de la desgracia que vive el agro mexicano, relatado por los propios campesinos. México pasó del 72% de autosuficiencia alimentaria, al 42% en la actualidad.
Como decíamos, actualmente, los productores agrícolas sufren una triple extorsión, mientras productores panegiristas como Jesús Ramírez, Epigmenio Ibarra, Vietnika Batres reciben contratos multimillonarios a través de asignaciones directas, por bienes intangibles como simplemente hablar bien del régimen.
Campesinos de Tláhuac, hoy le reclaman a Sheinbaum por la expropiación de tierras ejidales para la Línea 12 del Metro, que luego se derrumbó. “Aún no han terminado de pagar la deuda en el ejido de Tlaltenco”. Ella está enterada, por haber sido Jefa de Gobierno, secretaria de Medio Ambiente y alcalde de Tlalpan.
Ejidos y comunidades se vieron mermados. Millones malbarataron sus tierras. Así, la superficie agrícola no sembrada fue de más de 4 millones hectáreas. En los últimos 15 años el acceso al crédito y a un seguro para las unidades de producción agropecuaria ha sido nulo tras la desaparición de la Financiera Rural.
Las organizaciones agrarias relatan que los costos de producción se incrementaron. “Preparar la tierra, barbecho, rastreo, surcar, nivelación y hacer canales cuesta aproximadamente 9 mil pesos. Además, la siembra, renta de tractor exige invertir mil 500 pesos”.
“La compra de semilla, bulto y medio, genera un gasto promedio de 9 mil pesos. La compra de fertilizante, por 500 kilos son 7 mil pesos; la sellada para que no salga maleza cuesta otros 2 mil 500 pesos más. Luego hay una segunda fertilizada, otros 500 kilos, van 7 mil pesos más”.
“En la fumigación con insecticida se gastan cerca de 3 mil pesos. Un solo riego por hectárea cuesta mil 500 pesos; trilla y flete, pago de máquina y camión se van 3 mil pesos; jornales o días de trabajo,10 días, unos 5 mil pesos”.
“En suma, son 55 mil 500 pesos de inversión por hectárea para garantizar un rendimiento de 10 Toneladas por hectárea, con un precio actual de maíz de 4 mil 800 pesos por tonelada, lo que demuestra que no salen las cuentas”. Vale la pena repetir Los datos, porque demuestran lo infame de la acusación de Sheinbaum.
¡Claro que hay intereses políticos detrás de los bloqueos de carreteras!, como los hay detrás de los diputados carboneros que se disputan a patadas, los contratos del gobierno federal para vender el coque a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Pero, para los suyos, no hay ni un solo reproche.

