DE JULIO AYALA CARLOS

  • Problemas y engaños…

EL PROBLEMA ES QUE, hasta ahora, el gobierno de la 4T, el de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, y el de su antecesor Andrés Manuel López Obrador, han gobernado dividiendo al país, en buenos y malos, en patriotas y traidores, en liberales y conservadores, en gobiernistas y opositores, en vez de hacerlo para todos.

Por eso la polarización de hoy, y por eso el hartazgo de quienes marcharon el sábado 15, cansados de un gobierno excluyente, que no escucha, que no oye.

El problema es que no todo está bien. El problema es que la delincuencia se ha apoderado del país, que el gobierno se niega a combatirlos, y que la impunidad campea por todos lados. El problema es que el país está en un baño, con muertos, secuestrados y desaparecidos por doquier. El problema es la impunidad existente en favor de ellos.

El problema, también, es que no hay medicinas en los hospitales, que incluso falta paracetamol en ellos, que en las escuelas no hay maestros, y que no hay seguridad ni precios de garantía justos para los ganaderos, los productores de maíz, para los aguacateros y limoneros.

Sí. Ése es el problema. Que no se gobierna para todos. Que el gobierno desacredita, señala y acusa a quienes lo critican, que los pone en riesgo y que incluso los llama enemigos. El problema es que divide al país.

¿Cómo pues, los que se sienten excluidos, no van a protestar, no van a levantar la voz, ante un gobierno que consideran excluyen, injusto y que mal gobierna?

¿Cómo no van a manifestarse a quienes les han matado un hijo, aquellos que les han secuestrado un padre, o desaparecido a un hermano, si la impunidad impide la aplicación de la ley? ¿Cómo no van hacerlo aquellas familias que tienen a un familiar enfermo en algún hospital, y en éstos no hay medicamentos, por lo que tienen que verlo morir paulatinamente?

¿Y cómo no van a molestarse los que no están de acuerdo por cómo gobierna la presidenta de la República, si ordena contenerlos y prohibirles el paso hacia el kiosco de la Ciudad de México para que no se manifiesten, poniéndoles vallas, atacándolos con gases lacrimógenos, y golpeándolos con toletes?

Ése pues es el problema del gobierno que dice venir de la izquierda pero que en el poder se comporta con intransigencia; que dice gobernar para el pueblo pero que en los hechos lo agrede con toda la fuerza del Estado cuando protestan en su contra…

Sí. ¿Por qué no, en vez de reprimir, de desacreditar y de señalar a los manifestantes de atentar contra el país, los escucha, se reúne con ellos y atiende sus demandas?

Eso haría un gobierno democrático, que atiende y obedece al pueblo, pero a todo…

¿Qué manía, qué necedad de echarle más leña al fuego? ¿Qué no eran diferentes?

Yo, aún creo que la presidenta puede recomponer el camino. Para eso, tiene que mandar a la ch1ng4da a sus asesores y a sus secretarios de despacho, como el tal Mario Delgado, secretario de Educación, quien el mismo día de la manifestación, la engañó de manera vil, y con toda la mezquindad del mundo, en el sentido de que en el evento que encabezada había más jóvenes que en el zócalo de la Ciudad de México.

Comentarios: ayala.jc30@gmail.com

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