Belice, fue tierra de nadie en la Nueva España, descuidada y sus habitantes no acataban las leyes. Piratas británicos arribaban y los ingleses se apropiaron del terruño y lo llamaron “Honduras Británica”.

En 1783, los gobiernos de Londres y Madrid firmaron los tratados de Versalles, que reconocían el derecho inglés para explotar el territorio, descubrieron un gran abasto de palo de tinte cuya madero y colorantes son codiciados. El escrito no daba derechos de colonización, pero Britania se adjudicó estos derechos.

Tres décadas después, México se independizó de España, pero Inglaterra no lo reconoció y rechazó la soberanía de la Centroamericana sobre Belice.

La Guerra de las Castas, movimiento definitivo para que el país de Centroamérica dejará de formar parte de México. Indígenas del sur y oriente de Yucatán iniciaron en julio de 1847 una rebelión contra la población de “blancos” criollos y mestizos.

En medio del problema, la legislatura de Yucatán del 28 de septiembre de 1892 propuso al gobierno federal el sacrificio del territorio ocupado por los ingleses y los mayas insurrectos estableciendo los límites de la nación hasta el Río Hondo.

Ignacio Mariscal, secretario de Relaciones Exteriores de Porfirio Díaz, compareció ante el Senado luego de que se suscribiera exitosamente el tratado

Para evitar más muertes y pérdidas económicas para la población, el general Porfirio Díaz aceptó la moción y firmó el polémico tratado el 8 de julio de 1893. El documento se redujo básicamente a siete artículos, en los que se establecía la frontera entre México y Belice. FUENTE, México, Desconocido y varios.

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