Por JORGE OCTAVIO OCHOA.

¿Quién es Gabriel García Hernández? Nos hacemos esta pregunta porque hace unos días, prácticamente pasó de noche su segunda solicitud de licencia como senador de la república, para reincorporarse al gobierno federal, como uno de los más poderosos e influyentes funcionarios de la autollamada 4T.

Este hombre fue el apoderado legal de la asociación civil “Honestidad Valiente”, inventada por ya saben quién. En la delegación Miguel Hidalgo, hoy Alcaldía, él era quien recaudaba dinero para el PRD. Entre el 2006 y 2012 fue acusado de lavar dinero. Poco después se apagó el tema y él se convirtió en el enlace de Morena en Michoacán.

Fue secretario técnico del Consejo Nacional de Morena, y así llegó a ser el super coordinador nacional de los Programas para el Desarrollo, encabezando posteriormente a los 19 mil Servidores de la Nación, mejor conocidos como “Siervos”, que aún ahora trabajan y cobran diferentes sueldos. No hay un informe claro de sus resultados ni sus logros.

Así pues, en noviembre de 2018 pidió licencia como Senador para asumir el cargo de coordinador general de Programas para el Desarrollo de la Presidencia de la República. Regresó a la Cámara alta en junio de 2021. Y apenas cuatro meses después, vuelve a pedir licencia para integrarse, nuevamente, al gobierno federal.

Este sujeto fue designado el miércoles pasado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como encargado del programa Agua Saludable para La Laguna. Así, por segunda vez, Gabriel García Hernández, pidió licencia como Senador, aunque en los hechos, nunca ejerció. Cobró dieta, pero nada más.

La pregunta aquí es: ¿Es ético, es moral, es honesto y profesional colocar en el Senado a un sujeto que nunca ocuparía el cargo, pero sí cobraría la dieta, para imponerlo en otros sitios del gobierno federal? ¿Esto no es corrupción?

LOS SEIS POSIBLES DISTRACTORES

El presidente mantuvo a la UNAM y a las universidades públicas bajo asedio, para desviar la atención sobre 6 tópicos fundamentales:

1.- El uso ilegal de un fondo por más de 5 mil millones de pesos, que se les ha descontado de sus sueldos a los llamados “siervos de la nación” o servidores. En Sembrando Vida hay evidencias de que les quitan 500 mensuales, sin que se sepa a donde va esa derrama de recursos.

2.- Evidencias de corrupción en Palacio Nacional por contratar empresas “fantasma” para la organización de eventos masivos, como el pasado “Grito de Independencia” en el Zócalo, adjudicado de manera directa a una persona física, sin antecedentes ni capacidad para realizar ese tipo de eventos.

3.- Nombramiento de Gabriel García Hernández, que tuvo bajo su cargo a los 19 mil Servidores de la Nación.

4.- Responsabilidades penales que pueda tener el Ejecutivo Federal por el mal manejo de la pandemia desde su inicio, la falta de medicamentos, y la actual reapertura de actividades, sin protocolos claramente establecidos.

De hecho, el presidente de la República pretendió trasladar la responsabilidad a las escuelas sobre el reinicio a clases, con la firma de un documento RESPONSIBA, que después tuvo que eliminar, porque dejaba a los padres de familia todo el peso legal de lo que pueda ocurrir.

  1. El Presidente de México olvidó, o no a entendido que la emergencia sanitaria es una condición del más alto rango jurídico, regulado desde la Constitución federal, en el artículo 73 fracción décimo sexta.

De acuerdo con este artículo, la Secretaría de Salud está plenamente facultada para declarar la emergencia sanitaria, bajo la advertencia de que las medidas que dicte deberán observarse por todas las autoridades administrativas del país. El mandatario quiso escurrir el bulto.

  1. No quiere que se haga una evaluación de los resultados obtenidos por la SEP, en su estrategia de EDÚCATE EN CASA. Esteban Moctezuma, como ex titular de la SEP, literalmente huyó de la responsabilidad.

Delfina Gómez, no pudo enderezar el barco, y fracasó también. Hoy, el rezago de los niveles educativos en México, los márgenes de deserción escolar y la brecha de aprovechamiento, se ha profundizado abismalmente. Tendremos 3 años de atraso en los niveles de educación básica de nuestros niños.

Todo esto es lo que quiere ocultar, sepultar, olvidar y escurrir el bulto López Obrador, el presidente peor calificado en la historia del país hoy por hoy. Eso ya nadie se lo podrá arrebatar.

Él evalúa a los demás y pone contra la pared por presuntos temas morales. Sin embargo, el volumen, el tamaño de las irregularidades que se han cometido en estos tres años de gobierno, ya se equiparan al de los sexenios juntos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón.

Lo de López Obrador, más que críticas o reproches, empieza a parecer cada vez más, desahogo. Frustración acumulada por todo lo que no podrá hacer en su sexenio y lo que no será su figura, que no llega, ni de lejos, a remedo de Juárez, porque hasta la austeridad la olvidó para dedicar dinero a la construcción de estadios inútiles de beisbol.

SE LE AGOTA EL TEMA DE LA CORRUPCIÓN

El mandatario ha querido mantener el tema de la corrupción, como estandarte de su cruzada gubernamental, pero se empieza a ahogar ante su propia opacidad.

El actual régimen no ha querido informar, y de hecho a sometido a reserva de 5 años, toda la información relacionada con:

El caso Ovidio y el “culiacanazo”. ¿Por qué no hay procesos en su contra?
Contratos sobre las vacunas contra el Covid19. ¿Por qué faltan 20 millones de dosis?
Investigaciones y denuncia de USA sobre el caso Salvador Cienfuegos
Estudios de impacto y factibilidad del Tren Maya
Venta del acero retirado del fallido nuevo aeropuerto de Texcoco
Información de factibilidad y viabilidad del aeropuerto de Santa Lucía
Informe del estallido de Tlahuelilpan
Venta y rifa del avión presidencial
Ordeña de Pemex
Coberturas petroleras
Bueno, en el 2020, el impoluto López Obrador y su 4T registraron un “gasto vario” por 50 mil millones de pesos, de los que hasta la fecha no da explicación alguna sobre cómo o en qué los gastó. ¿Esto no es corrupción?

El 90% de las compras de este gobierno se han realizado sin licitación. Hoy, sin temor a equivocarnos, el de la 4T es el gobierno más opaco de la historia… y mire que para superar al PRI se necesita mucho.

Toda esa perorata diaria sobre la corrupción empieza a caer entre sus propias marañas y, sí, tiene usted razón presidente: ¡Molestan los corruptos! Pero no hay nada que moleste más que un corrupto hipócrita, que se da baños de pureza.

Hoy son las mismas corruptelas de antes, pero con otros sermones.

SE LE ACABA EL TIEMPO

Sea como sea, al presidente López Obrador se le empieza a agotar el tiempo. Su credibilidad ya está por debajo del 45%, aunque a él lo ponga feliz ser tan popular a nivel mundial.

Sobran las evidencias de que él nunca atacará a Carlos Salinas de Gortari ni a Enrique Peña Nieto. Al menos eso veremos el próximo miércoles, cuando acuda a declarar Emilio Lozoya

A partir del 2022, el tema de la pobreza y la depauperación de las clases medias se convertirá en el principal irritante social. A ver si para entonces, López Obrador se atreve nuevamente a provocar y a llamar a los estudiantes a salir a las calles.

Los encuestadores tienen medido también el posible rumbo que tomará la 4T, con todo y que festinan los posibles triunfos a nivel de los estados.

Hay un agotamiento del tema de la Corrupción como motivante del voto. A las mayorías empieza a preocuparles mucho más la cuestión económica y lo poco que alcanza con sus raquíticos ingresos.

De hecho, en la última elección, la corrupción dejó de ser un tema. La pobreza, la carestía, la violencia y la inseguridad vuelven a ocupar un lugar preponderante. Y no sabemos todavía qué pasará si hay un rebrote del Covid19. Que sería el 4T.

Los fracasos están a la vista. El empuje que se preveía para este año tras salir del confinamiento no se alcanzará. La gente tendrá un amargo despertar cuando vea los alcances de la reciente reforma fiscal.

Los jóvenes tendrán que darse de alta como causantes cautivos del SAT; el comercio informal también tendrá que “entrarle” a las cuentas; los pequeños depósitos de dinero tendrán que ser declarados. Ya no hay deducción para las donaciones.

La confianza se va como agua, o como dinero en fugas de 228 mil millones de pesos en este año que fenece.

LOS REPROCHES DE LA OPOSICIÓN

Y sí, es previsible que la oposición, con todo y lo flaca que está, lanzará reproches que no dejan de ser ciertos:

Este gobierno puede presumir que en plena pandemia aumentó la recaudación, con más de un 75 por ciento de recaudación secundaria.
La gente no fue a pagar, le fueron a cobrar.
Va en aumento la deuda de Pemex.
El Tren Maya ha triplicado su costo
Recauda mucho, pero gasta más
Hay varias agravantes, que la sociedad, encolerizada, podría salir a las calles a reprochar:

Hoy el SAT ya cuenta con alrededor de 94 millones de registros de personas contribuyentes, con sus respectivas huellas dactilares, iris y rostros.
Hay que agregar a quienes cumplan 18 años.
Aunque no sean contribuyentes, esto implica sumar aproximadamente 30 millones de registros más, que fácilmente podrían ponerse a la venta.
La firma electrónica puede ser utilizada por hackers
Desde el momento que se den de alta, pueden ser sujetos de discrepancia fiscal.
Discrepancia fiscal implica que, como es obvio, muchos jóvenes tienen una cuenta bancaria en las que sus padres, tíos, familiares, amigos o conocidos les pueden depositar mensualmente 200 o 500 pesos de apoyo.
Estos se pueden convertir en ingresos acumulables y pueden constituir un crédito fiscal
Si no aclaran esos ingresos se pueden volver delincuentes o evasores fiscales.
Ese es el tamaño del despropósito que pretende iniciar el régimen de la 4T para desatar, ahora sí, eso que todavía llamamos incrédulamente:
TERRORISMO FISCAL. Hay que ver para creer, pero así se gestó la desgracia de Venezuela

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *