Sara Lovera

SemMéxico, Cd. de México, 3 de diciembre, 2021.- En reunión trilateral indígenas mexicanas plantean que en México no se garantiza el acceso a la justicia, la violencia contra las mujeres se incrementó en Chiapas y miles de indígenas ven peligrar sus territorios. Vivimos un círculo vicioso dijo Patricia Ramírez Bazán. Y se reconoció que las indígenas enfrentan barreras adicionales para disfrutar plenamente de sus derechos humanos porque el racismo y la discriminación es visible en la vida cotidiana. 

Lo hicieron en un panel, organizado para preparar la cuarta reunión del Grupo de Trabajo Trilateral, Establecido por primera vez como resultado de la Cumbre de Líderes de América del Norte de junio de 2016 y que en esta ocasión se realizó a distancia en la Casa Blanca (Washington, Estados Unidos), en el que mujeres indígenas líderes de México, Canadá y Estados Unidos plasmaron sus posicionamientos y urgieron a avanzar. 

En esta reunión, como pudo apreciarse en su trasmisión, México, Estados Unidos y Canadá, acordaron lineamientos para abordar los delitos violentos contra las mujeres indígenas.

Ahí las mexicanas dijeron:

Deymi Mallely Carrillo Yah, originaria del estado de Yucatán, México, señaló que el acceso a la justicia es un derecho que no está totalmente garantizado para las mujeres y niñas indígenas mexicanas; por ello es necesario proporcionar el mejor servicio a las víctimas. 

Refirió que la razón es multifactorial, pues tiene qué ver con la historia de discriminación, racismo, violencia y machismo; la historia de los gobiernos pasados y la situación económica, por lo que es necesario garantizar otros derechos íntimamente relacionados, como el derecho a la educación, a una vida libre de violencia, a la no discriminación, a la salud, entre otros.  

Por su parte, Maricela Zurita Cruz, del estado de Oaxaca, indicó que desde dentro de los pueblos, las mujeres indígenas tienen claro que la reproducción de la vida en todas sus formas depende del cuidado de sus territorios, y que para alcanzar la sanación es necesario que se reconozcan sus aportes en el ámbito comunitario. 

Expuso que la desagregación de datos por sexo es esencial para un diseño adecuado de políticas ambientales y para evitar que lo que se proponga contribuya a ampliar las brechas de desigualdad ya existentes. 

Destacó también que en el actual contexto de pandemia se ha hecho fundamental para los pueblos indígenas el cuidado de los recursos naturales, la colectividad, la medicina tradicional, y la soberanía alimentaria.

La líder mexicana, Patricia Ramírez Bazán, destacó que, en el ámbito rural, la violencia contra las mujeres se incrementa por la falta de economía estable y crea un círculo vicioso que no es fácil de romper; la dificultad de acceso a servicios básicos y a tecnología agrava sus vulnerabilidades y su dependencia financiera hacia los hombres.  

Mencionó que es muy importante buscar soluciones que permitan que las mujeres sean emprendedoras independientes, ya que no desean pasar de una dependencia de los hombres a una dependencia del Estado. 

Ahí la Directora de Derechos de las Mujeres Indígenas y Afromexicanas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Violeta Hernández Andrés, consideró que analizar este tema requiere una perspectiva de derechos humanos, y reconocer la capacidad histórica de los pueblos indígenas y afromexicanos para analizar y atender sus problemáticas en un marco de autonomía y libre determinación.  

“En este contexto, las mujeres indígenas y afromexicanas enfrentan barreras adicionales para disfrutar plenamente de sus derechos humanos. El racismo y discriminación es visible en la vida cotidiana”. 

Afirmó que es imperativo que las acciones institucionales tengan como base, procesos de diálogo e intercambio de experiencias entre mujeres indígenas y afromexicanas, en los que se reconozca sus aportes e incorporen sus propias visiones y propuestas. 

Examinar qué pasa con la violencia contra las mujeres indígenas de los tres países, es una iniciativa para mejorar la cooperación acerca de cómo abordar los delitos violentos contra las mujeres y niñas indígenas, incluida la trata de personas dentro o fuera de sus comunidades y a través de las fronteras de los tres países.

Seguridad económica y emprendimiento 

En esta reunión la líder indígena canadiense, Dawn Madahbee Leach, también funcionaria de gobierno local, resaltó la importancia de la inclusión de las mujeres indígenas en las actividades económicas, por lo que mencionó que el gobierno canadiense está trabajando por incluirlas en las políticas públicas de apoyo empresarial.  

Asimismo, hizo énfasis en la importancia del acceso a capital con programas e instituciones bancarias específicas para ellas. 

Esta convocatoria y los acuerdos establecidos desde 2016, tienen el objetivo de intercambiar información sobre políticas, programas y prácticas para prevenir y responder a la violencia de género que afecta a los pueblos indígenas en América del Norte.

Así los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá realizaron un panel virtual transmitido desde la Casa Blanca (Washington, Estados Unidos), en el que mujeres indígenas líderes en los tres países plasmaron sus posicionamientos. 

El encuentro virtual convocó a mujeres indígenas de toda América del Norte para reunir su experiencia y recomendaciones en la identificación de áreas prioritarias, para la deliberación en la cuarta convocatoria del Grupo de Trabajo Trilateral sobre Violencia contra Mujeres y Niñas Indígenas, que la Casa Blanca albergará en la primavera de 2022. 

Establecido por primera vez como resultado de la Cumbre de Líderes de América del Norte de junio de 2016, el Grupo de Trabajo Trilateral sobre Violencia contra Mujeres y Niñas Indígenas es una iniciativa para mejorar la cooperación acerca de cómo abordar los delitos violentos contra las mujeres y niñas indígenas, incluida la trata de personas dentro o fuera de sus comunidades y a través de las fronteras de los tres países. 

Mejorar los esfuerzos de prevención y las respuestas de los sistemas de justicia, salud, educación y bienestar infantil a la violencia contra las mujeres y niñas indígenas; facilitar el compromiso y la participación significativa de las mujeres y las comunidades indígenas, a través de sesiones de escucha e intercambio de conocimientos, son otros de los compromisos asumidos por las tres naciones. 

Además, abordar la necesidad de mejorar la recopilación de datos y la investigación para comprender mejor el alcance total de la violencia doméstica y sexual y la trata de personas en las comunidades indígenas y las oportunidades para mejorar los esfuerzos de prevención y respuesta. 

La primera convocatoria del Grupo de Trabajo Trilateral fue organizada por Estados Unidos en 2016. Posteriormente, el Grupo de Trabajo Trilateral celebró reuniones en Canadá en 2017 y en México en 2018.  

El Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas en 2019 reconoció al Grupo de Trabajo Trilateral como una iniciativa importante, y recomendó que Canadá, México y EE.UU. mantengan el compromiso duradero de abordar los problemas actuales de violencia contra las mujeres y niñas indígenas en la región. 

Ahora se reafirmó que es imperativo que las acciones institucionales tengan como base, procesos de diálogo e intercambio de experiencias entre mujeres indígenas y afromexicanas, en los que se reconozca sus aportes e incorporen sus propias visiones y propuestas. 

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