La tentación a la represión contra feministas

Lunes 8 de marzo, histórico para México, en días en que el Sistema Político y Económico de siempre, prolongado ahora con tintes “izquierdistas” que se subrayan permanentemente en el discurso oficial, enfrentará una oposición real, fuera de su control, conformada por  mujeres de todo el país, que saldrán a las calles y plazas públicas para protestar por los crecientes feminicidios y la impunidad que los cobija, debido al contubernio de la autoridad con la delincuencia organizada y políticos corruptos.

Una insurrección de género espontánea, creciente y multitudinaria, al margen de partidos políticos, que no para y adquiere dimensiones inéditas, que en un principio fueron menospreciadas hasta por el propio Presidente de la República y que ahora, aunque dice que su decisión de amurallar el entorno del Palacio Nacional, donde habita, no es por miedo, sino para evitar una represión de granaderos, “como se hacía antes”.

Respuestas de un Manuel López Obrador, que a dos años tres meses y una semana, sigue recurriendo al pasado para justificar sus actos, que provoca ya en muchos millones de mexicanos un “ya chole”, porque no ha demostrado ser un mandatario maduro que asuma con el nivel de la investidura presidencial, como sus antecesores, la responsabilidad de sus actos.

Tiempo, el del inicio de la segunda semana de marzo de 2021, en que se celebra el Día Internacional de la Mujer, en que han sido enviadas desde el pulpito gubernamental, señales de advertencia, principalmente en la capital nacional, de que algo más puede pasar, además de las infiltraciones que la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, ha ordenado realizar, previo acuerdo con la oficina principal de Palacio, para desactivar la inconformidad de féminas jóvenes y adultas, en lo que va del sexenio.

Maniobras que han quedado al descubierto, que finalmente han provocado reacciones adversas a sus promotores y de simpatía a quienes se han atrevido a tomar calles y avenidas en demanda de una justicia hasta ahora ha estado en manos de verdaderos comerciantes que se venden al mejor postor sin la menor pena y con el peor de los cinismos.

Y cuando los estrategas propagandísticos y el mismo Jefe del Ejecutivo Federal pensaban y estaban seguros de que la sociedad nacional aplaudiría la decisión de construir un muro para evitar contacto con la prole, emulando al ex de Estados Unidos, Donald Trump, bajo el argumento de que había que proteger el edificio sede del Poder Ejecutivo Federal, generaría de inmediato un rechazo generalizado a tal decisión.

Se revertiría todavía más, al ser aprovechada la valla metálica de tres metros de altura, construida apenas el viernes, para que los diversos Colectivos de mujeres opositoras, escribieran una lista interminable con el nombre de víctimas de la violencia en forma de asesinato-violaciones sexuales, a lo largo y ancho de la geografía nacional.

El influyente diario español El País, patrocinaría al respecto, una encuesta telefónica que permite afirmar que el 62 por ciento de la ciudadanía del país, califica de inadecuada la actitud de Andrés Manuel López Obrador, en relación con el movimiento feminista que cada día crece en el país, así como de subrayar que percibe que la violencia de género ha aumentado mucho en el último año.

El sondeo llevado a cabo por la empresa Sistemas de Inteligencia en Mercados y Opinión (SIMO), asegura que en México se relegan otros asuntos vinculados con la igualdad para combatir en la calle, el de la violencia que se ejerce contra las mujeres, lo cual deriva en un malestar que hace que haya una mayor toma de conciencia entre el sector femenino, más que en el de los hombres.

Conclusiones en el sentido de que “la violencia contra las mujeres en México es un problema que todo el mundo dice percibir. Nadie es ajeno al drama diario que deja 10 víctimas mortales de promedio por culpa del machismo. Por no hablar de las violaciones, que el Instituto Nacional de Estadística calcula en cientos de miles al año.

“Nada ha cambiado mucho al respecto, opinan los ciudadanos: el 68% considera que la violencia de género ha aumentado notablemente este último año y un porcentaje similar (62%) cree que la actitud del presidente, Andrés Manuel López Obrador, frente a los movimientos feministas no está siendo la adecuada.

“Unos y otras consideran que la violencia machista es inaceptable, pero la raíz de este problema y sus consecuencias no están del todo claras entre la población si se tienen en cuenta algunas de las respuestas que ofrecen. Casi un 30% de las mujeres opina todavía que si un hombre maltrata continuamente a su pareja la culpa es de ella por permitirlo. La percepción de que la mujer es libre para huir del maltrato está todavía arraigada. Al menos, la inmensa mayoría rechaza la idea de que la mujer se merece ese maltrato.

“Los datos indican que hay mucho camino por delante, pero algunos aspectos van calando: el 71% de los consultados sabe que la pobreza no es el factor determinante para el desarrollo de la violencia, aunque este sea el mensaje que han oído en ocasiones a su presidente, que gusta relacionar ambos problemas. Sin embargo, casi la mitad de la población sitúa el alcohol y las drogas como desencadenante del maltrato. Muchas veces van juntos, sí, pero los expertos saben que la violencia contra la mujer es algo transversal que responde a motivaciones ancestrales de las que las sociedades modernas no se han deshecho todavía. Lo que ha sido bautizado con una palabra: patriarcado.

“Los ciudadanos son conscientes de que la desigualdad es evidente en muchos aspectos de la vida. La notan en las posibilidades laborales, donde las mujeres (en un 57%) se saben discriminadas; en el acceso a los servicios de salud, en las oportunidades de que la justicia condene los delitos (el 55% de las consultadas notan esa desigualdad); el 38% de las mujeres también siente que ellos tienen más ventajas para tomar decisiones sobre su cuerpo”.

Movimiento insurreccional femenino, que ha crecido aún más aceleradamente en lo que va del año, al confirmarse por parte del partido oficial Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), la postulación de controvertido político Félix Salgado Macedonio, como su abanderado a la gubernatura del estado de Guerrero, pese a que existen en sus contra por lo menos dos denuncias por el delito de violación acreditadas ante la Fiscalía de esa entidad del sur de la República, una a menor de edad (17 años), así como de varias querellas por acoso y abuso en el mismo tenor.

Indignación ya no exclusivamente del género femenino, sino de la mayoría de la población mexicana por los atropellos y sobre todo impunidad de quien no solamente cuenta con el apoyo del dirigente morenista Mario Delgado, sino del mismo Presidente López Obrador, que ha salido al paso en varias de sus conferencia para afirmar, sin pruebas fehacientes, que su correligionario Salgado Macedonio es víctima de una guerra sucia, para impedir su triunfo en las elecciones del próximo 6 de junio.

Claro ejemplo de cómo en México la ley está al servicio del mejor postor o de quien detente el poder político y de gobierno, como ha ocurrido con Salgado Macedonio, ha sido exonerado del delito de pederastía, al haber “caducado” el tiempo que establece la ley para el ejercicio penal solicitado por una jovencita de origen humilde a la que hizo víctima de sus bajos instintos animales.

Y es aquí, donde cabe la pregunta, del ¿Por qué si el actual gobierno reitera su convicción de estar en contra del abuso del poder de sus antecesores, permite que uno de sus más distinguidos miembros sea un mitómano confesado y que con la conducta patriarcal desbordada a su favor del todopoderoso de Palacio, se burle de todo un país?

¿Cuál sería la actitud del mismo Primer Mandatario y del mismo Félix Salgado Macedonio, si un hijo o familiar menores, fuesen abusados sexualmente por un influyente, al que después de acusarlo legalmente ante la instancia judicial correspondiente, ésta deja pasar el tiempo intencionalmente para que las mismas leyes dejen de tener efecto en contra del pederasta responsable?

Criminal y por lo mismo condenable la conducta del senador con licencia, que cuenta también con la complicidad del gobernador priísta saliente, Héctor Astudillo Flores, quien ordenara a la Fiscalía General de Guerrero, la no acción penal en contra, para afianzar el propósito de Salgado Macedonio, de sucederlo en la oficina principal de Chilpancingo.

Transcurrir de 22 años del grave ilícito, que ha marcado para siempre a la entonces joven de 17 años violada en Acapulco por este personaje que identifica claramente a los políticos mexicanos de ayer y hoy.

Aún así, la terquedad presidencial y del liderazgo de MORENA, para imponer a este delincuente sexual, al que hasta ahora nadie ha puesto un alto, aún cuando sus tropelías de múltiples facetas han sido de escándalos públicos permanentes.

Félix Salgado Macedonio, no solamente no debe ser candidato de la llamada Cuarta Transformación y su  gobierno, sino desaforado del cargo de senador, para ser y llevado ante los tribunales donde deberá responder de sus actos delictivos.

Coincidencia del movimiento feminista del festejo internacional de la mujer, con la cercanía del evento histórico evento político-electoral de México, que por supuesto ayuda a fortalecer sus objetivos de justa lucha que deberán ser escuchados y atendidos por un Gobierno Federal, que todavía está a tiempo de entender que los problemas del país no se resuelven con el discurso mañanero de tinte siempre propagandístico, cada vez más desgastado y por lo mismo no creíble.

Fuera de Palacio Nacional, los potro datos más realistas en el muro de los lamentos y repudio social que ha sido aprovechado para enumerar con nombres parte del conglomerado de mexicanas que han caído víctimas

de la perversidad de enfermos sexuales, solapada en mucho por las diversas corporaciones policíacas, como queda constancia en Ciudad Juárez, Chihuahua, como símbolo de la violencia impune.

Decenas de miles marcharán este lunes 8 de marzo por todos los rumbos de México, para exigir justicia, con todos los riesgos que conlleva la espontaneidad de sus participantes, que podría ser aprovechada por los gobernantes de los tres niveles de gobierno, especialmente en la capital nacional, donde todo está programado  por la administración de Claudia Sheinbaum, que podría caer en la tentación de la represión como ya se ha adelantado.

El hartazgo y la paciente impaciencia, puede ser provocada para desencadenar una violencia en contra de las marchistas, al surgir de nuevo los grupos de mujeres policías vestidas como las manifestantes, para no solamente vandalizar, sino para atacar con piedras, palos, varillas y bombas molotov, a los grupos de indefensas mujeres que solamente exigirán nuevamente justicia.

Más le conviene tanto al Presidente Andrés Manuel López Obrador, como a la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, que nada de ello ocurra, porque adelantarán y acelerarán el principio de un populismo fuera ya del contexto del cambio prometido, pues vendría a ser más de lo mismo, que se reflejaría negativamente en las urnas, donde desde ahora se vaticina el fracaso en el control mayoritario del Poder Legislativo, que se sumará a los descalabros en Coahuila e Hidalgo, donde el Partido Revolucionario Institucional se alzó con el triunfo.

Feminismo con significado irreversible, que debe ser tomado como ejemplo, de vientos de un cambio que en la realidad adquiere mayor trascendencia que en el discurso mañanero.

Premio Nacional de Periodismo 1983 y 2013. Club de Periodistas de México.

Premio al Mérito Periodístico 2015 y 2017 del Senado de la República y Comunicadores por la Unidad A.C.  

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