En 1977 el gobierno federal expidió la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE), cuya principal aportación fue permitir a la vida institucional de fuerzas políticas “no incluidas” y propiciar su representación en los órganos legislativos.

Cuarenta y cinco años después, hoy el actual régimen ejecutivo con todos sus recursos pretende desaparecer al actual Instituto Nacional Electoral, INE, sólo por no coincidir con sus políticas dictatoriales, reforma electoral con la que AMLO atenta contra la democracia y pretende aniquilarlo, sólo por capricho.

Alejandro Bravo Abarca virtual presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Guerrero, recordó que fue el INE el que organizó la elección en la que ganó Andrés Manuel López Obrador. Fue el INE el que organizó la consulta de revocación de mandato, y es el INE el que ha organizado los procesos electorales al generar credibilidad en sus actuaciones.

Los enemigos de las Instituciones han crecido como hongos en la actual administración, sin más argumentos que ser un cuerpo neoliberal o en el peor de los casos conservador, como lo alienta día y noche y a todo aquel que quiera oírlo el defenestrado candidato a gobernador Félix Salgado Macedonio, carente de argumentos, sólo emociones…”me quitó mis canicas!!!.

Bravo Abarca ante esta realidad sostiene argumentativamente que dicha pretendida reforma No pasará que el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó al Congreso federal, porque atenta contra la democracia al pretender dejar sin representación popular a los partidos minoritarios con la desaparición de las diputaciones plurinominales, y porque pretende quebrantar la independencia y la imparcialidad del INE.

Con dicha reforma, la de 1977 comenzó el proceso de transición democrática en el país de un esquema de partido hegemónico a un modelo plurioartidista mismo que se prolongaría por más de dos décadas, y con la reforma de 2014, que desaparece al IFE para dar paso al actual INE.

Tal reforma dio espacio a la generación de contrapesos políticos dando a los partidos minoritarios a tener derecho y representatividad en los Congresos, porque ello de alguna manera genera los equilibrios, acotó Bravo Abarca, y lamenta que desde el mismo ejecutivo federal se siga dividiendo, polarizando a los mexicanos, al tachar los como “traidores a la patria”. No hay cosa más lejano que eso.

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