Chiapas, Marzo 21-2021.-
LA ORESTIADA, ándele. Y ella se llama Clitemnestra, exacto, esposa de Agamenón, un señor general de pelo en pecho y macho cabrío por el lado que se le vea. Pero la culpable del chorreadero de sangre y el muerterío es Helena, una hembra que según atestiguan todos los que la conocieron, era más chula que la más chula de las diosas griegas. Y que estaba matrimoniada con Menelao, hermano menor de Agamenón y rey de Micenas. La culpable, digo, porque señora de su casa que era, se enreda en amoríos pecaminosos con el tal Paris, un junior troyano que por falta de quehacer se la pasaba efectuando visitas de dizque buena voluntad por los países vecinos, y se escapa con él.
Entonces Menelao, que no por ser el tonto de la familia va a consentir que se burlen de su condición de anfitrión, se enoja muchísimo y le pide a su hermano mayor que lo acompañe a rescatar a la infame y a darle su merecido a ese jovencito hurtador de honras.
El estruendoso Agamenón se congestiona de rabia al conocer la noticia y, bravuconerías aparte, vozarronea “¡para luego es tarde!”. Se trata del sagrado honor de la familia y con esas devociones no se juega. Aunque en realidad, dicho sea sin ofensa para nadie, la irresponsable fuga de la adúltera viene a ser un pretexto estupendo para arrebatarles Troya a los troyanos y extender la vastedad del imperio que controlan por aquellos rumbos los dos consanguíneos, los cuales, por cierto, descienden de una estirpe de sumo cuidado en la que los padres matan a los hijos y los hijos asesinan a sus padres y los hermanos se aniquilan entre sí y detalles por el estilo de terribles.
El propio Agamenón, para emprender esta contienda, ¿no le sacrificó a los dioses, como si se tratara de una ternera, a su hija la más bebita? Ahí está… (CONTINUARÁ DESPUECITO)
Por aquí pasó la historia. TERCIA DE REYES de AGUSTÍN MONSREAL. Detalle: Hace cinco meses, en la librería de la UNACH, pagué por este ejemplar (Letras mexicanas, Fondo de Cultura Económica, pasta blanda) 22 pesos. En Amazon, hoy, cuesta 638 pesos. Ai lo ven.
Comentarios/Arcadio Acevedo, revista Jovel Sclc
