A últimas fechas la gobernadora Evelyn Cesia Salgado Pineda a estado envuelta en una serie de comentarios, que sí son de poca monta han hecho ruido en las redes sociales, y motivar ácidos comentarios y cuchicheos entre las paredes del Palacio de Gobierno y Casa Guerrero, teniendo como recurso las más indignantes frases que en otro momento y circunstancia serían un halago para toda mujer.
La incidía sobre la gobernadora al señalar según eso su falta de capacidad y preparación para conducir las riendas de Guerrero, van más en el sentido de generar una imagen falta de madurez, sin que se pueda especificar que se busca afirmar con ello, y no pasa de ensalibar la tasa de café para satisfacer los prejuicios en que se debate una sociedad machista como la guerrerense y el sentimiento veleidoso de gran sector femenino.
Los estereotipos que a mañana, tarde y noche se vierten sobre ella, hasta hoy han pretendido suplir su indisponibilidad a aceptar que su condición de mujer supere las apuestas oscuras que se han montado en el tapete de la envidia por tirios y troyanos y que se maquilan desde las mismas entrañas de su gobierno, y se soban las manos en una permanente conspiración de la forma más vil y desleal.
Tal parece que existe un gobierno encubierto, paralelo, cobijado por fuerzas oscuras y delictivas, que buscan mantener la inconformidad social y en alto grado los niveles de la inseguridad y la violencia, y que por su falta de oficio político desde el mismo Congreso del Estado con su insuficiencia legislativa que lleva un año navegando de a “muertito”, en lugar de ser un poder a la altura de las circunstancias de una 4T que deja mucho que desear, y un partido Morena en peores condiciones, con un liderazgo seriamente cuestionado por lo turbio de su elección, que está muy lejos de representar y logrado por su ambición
enfermisa y perversa, están muy lejos de ser contrapesos políticos para la gobernadora y lograr a unos días de cumplir su primer año de gobierno las expectativas planteadas el pasado 15 de Octubre del 2021.