• No son tiempos de mezquindades

SI DE POR SÍ ES LAMENTABLE lo ocurrido en San Miguel Totolapan, allá en la Tierra Caliente, la mezquindad de quienes se aprovechan de la tragedia para sacar raja política, golpeando a quien gobierna el estado, no sólo los dibuja tal cual son, sino que ponen de manifiesto sus intereses personales y de grupo, en vez del interés supremo de los guerrerenses.

Sí. Resulta por lo menos mezquino que ante la tragedia ocurrida haya quienes pretendan lucrar con ella. Porque, ¿qué tienen que ver los hechos de San Miguel Totolapan con que renuncie quien gobierna el estado? ¿Acaso porque renuncie, o lo haga el gabinete de seguridad, se soluciona el problema?

¿A poco Aguirre Rivero, que sustituyó a Figueroa Alcocer, u Ortega Martínez que lo hizo por el mismo Aguirre Rivero, solucionaron algo, por sólo mencionar los últimos casos? ¡Por supuesto que no!, pues todavía las viudas de Aguas Blancas continúan exigiendo justicia, y los padres de los 43 normalistas también continúan exigiendo lo mismo.

Por supuesto que la responsabilidad de brindar seguridad a la población, y de garantizarla, es de las autoridades, vía los cuerpos policiacos y ahora, con el apoyo de las fuerzas armadas que estarán en las calles hasta el 2028, sin embargo, es difícil, más que complicado, prevenir hechos como el ocurrido, con todo y las actividades de inteligencia del gobierno federal, y más cuando se tiene una política de abrazos a la delincuencia, en vez de combatirla.

Hay que decirlo, aunque a algunos no gusta. Hay muestras suficientes de que quien gobierna el estado, es decir, Evelyn Salgado Pineda, no sólo ha estado atenta a lo ocurrido en San Miguel Totolapan, y más con la visita que hizo este sábado al lugar de los hechos, en donde reiteró su compromiso de aplicar la ley a los responsables, de fortalecer la seguridad pública, y los programas sociales a fin de que cohesionar el tejido social en ese municipio.

Guerrero no es Disneylandia, llegó a decir en su momento un gobernador del estado para explicar que es muy complicado hacerlo bien, no sólo por los problemas estructurales que tiene el estado, sino también por lo que tiene que ver con la inseguridad pública y la violencia generada por la delincuencia organizada, de tal forma que sin dejar de lamentar y condenar lo ocurrido, habrá que cerrar filas para que hechos como éste nunca más vuelvan a suceder.

San Miguel Totolapan, como el resto de los municipios de la región de la Tierra Caliente, ciertamente tiene muchos problemas como todo el estado y diríamos que el 90 por ciento del país, de ahí que se hace necesario toda la fuerza del Estado para atenderlo y darle solución.

Así que más que buscar sacar raja política por lo ocurrido en aquel municipio, que como hemos dicho es más que lamentable, hay que ayudarle a quien gobierna el estado en vez de demandar que renuncie, como si con su salida se solucionara el problema de la inseguridad pública, y como si lo sucedido en San Miguel tuviera similitudes con lo de Aguas Blancas y lo de Iguala, en donde participaron policías.

En fin, en momentos de desgracia es cuando se conocen las mezquindades y se demuestra la miseria humana, y como ocurre ahora, de algunos actores políticos que ponen sus intereses personales y los de grupo, por sobre el de los guerrerenses.

Sí, en momentos de tragedia hay que hacer un solo equipo. San Miguel lo merece, al igual que la Tierra Caliente. Los calentanos, su gran mayoría, son hombres y mujeres de bien, de trabajo, de paz y tranquilidad. En este sentido, en vez de mezquindades, lo que Guerrero requiere es solidaridad.

Claro, cada quien piensa diferente. Lo escrito, es la mía…

Comentarios: epistolassurianas@hotmail.com

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