Sara Lovera

SemMéxico, Ciudad de México, 24 de noviembre del 2022.- Dos iniciativas fundamentales para cerrar la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres, “duermen el sueño de los justos”, en el Congreso, tras haber fraguado la Coalición Legislativa por la Igualdad Salarial, creada en diciembre de 2019, como un grupo plural de legisladoras, que perdió enjundia al agudizarse la polarización política, afirmó la senadora emecista Patricia Mercado Castro.

En un contexto donde no importa el partido al que se pertenezca, cuando son claros los objetivos por la igualdad, una bancada feminista avanzó en la pasada legislatura y ahora se paralizó el avance a falta de una bancada feminista en diputados e indiferencia en el Senado.

Así el Congreso tiene detenidas dos modificaciones sustantivas. Una, la modificación constitucional para crear el Sistema Nacional de Cuidados, que descargaría a las mujeres de la doble jornada y la segunda, el peso de los cuidados aprobada en la Cámara de Diputados el 18 de noviembre de 2020, hace 24 meses, detenida en el Senado de la República.

Y la modificación de 13 ordenamientos y más de 50 artículos, para establecer la Igualdad Salarial, acordada por el Senado de la República en marzo de 2021, es decir hace 20 meses, atorada en la Cámara de Diputados que no la ha ratificado. Se trata de otorgar igual salario para trabajo de igual valor, tal como lo mandató a México, la Organización Internacional del Trabajo OIT, el Convenio 100 de 1952, hace 70 años.

Explicó esta situación, la senadora feminista y excandidata a la Presidencia de la República, al lamentar que la política de los hombres invada la voluntad plural de legislar a favor de todas las mujeres, como sucedió en la pasada legislatura 2018-2021, al participar en el Conversatorio denominado Las Violencias como Resultado de las Desigualdades, realizado por la Red Nacional de Mujeres Sindicalistas en las instalaciones del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana STRM este miércoles por la tarde.

En la legislatura anterior, detalló, se dio un paso adelante con ese grupo plural de diputadas y senadoras que decidieron crear una coalición para trabajar a favor de la igualdad salarial entre mujeres y hombres, de modificar la Constitución que crea el derecho al cuidado, pero también el derecho de las mujeres a no ser las únicas responsables del cuidado.

Falta cómo verificar qué está haciendo el gobierno

Ahí la doctora Guadalupe López García, planteó las dificultades para verificar y evaluar el Programa Nacional de Igualdad del gobierno de la República, que primero se publicó más de un año después de lo ordenado por la Constitución y luego porque no hay transparencia sobre sus acciones y resultados, cuando destacó que los organismos internacionales señalan que tardaremos hasta más de 200 años para cerrar las brechas de desigualdad en todos los ámbitos.

La maestra Aimé Vega Montiel, afirmó que hay una desigualdad en el acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación, que ha dejado atrás a millones de mexicanas y criticó la limitada y poco clara ley conocida como Olimpia, porque mantiene vacíos importantes sobre la violencia digital y destacó que el acceso de las mujeres a las TICS en México es marginal y está llena de obstáculos.

Ahí la abogada feminista Andrea Medina Rosas hizo un recuento de cómo a lo largo del siglo XX pudimos nombrar los derechos humanos de las mujeres, crear marcos legales para acceder a ellos, con avances muy importantes, que sin embargo no son leídos y aplicados por quienes deben aplicarlos desde el Estado, ni se les difunde y hay miles de mujeres que los desconocen.

Medina Rosa aclaró con vastedad sobre las violencias contra las mujeres, que son a un tiempo resultado y causa de esas violencias que se han profundizado en los últimos años y propuso a las sindicalistas asistentes, debatir con diálogo y generosidad asuntos como si es o no trabajo el de la prostitución, como uno de los asuntos que nos dividen a las mujeres feministas. Es tiempo, señaló, frente a la aparición de nuevas formas de explotación sexual que afectan a mujeres y niñas.

Al abrir los trabajos del conversatorio, el dirigente del STRM, Francisco Hernández Juárez reconoció que todavía, no obstante, la seguridad de que las mujeres son piedra angular del avance laboral y económico en México, en esa organización laboral, donde son más del 50 por ciento las mujeres telefonistas, todavía no han podido resolver la igualdad en la representación sindical.

Entre Sindicalistas: la igualdad en el trabajo, las oportunidades y la igualdad salarial

En el Senado y en la Cámara de Diputados se firmó en diciembre de 2019 una Declaración por la Igualdad Salarial, para que las legisladoras de todos los partidos políticos se comprometieron a impulsar iniciativas legislativas para reformar integralmente el marco jurídico federal y el de las entidades federativas para la igualdad de remuneración y de oportunidades, para las trabajadoras de este país.

Trabajo fundado con una visión de feministas para incorporar transversalmente en México, los convenios, contenidos y las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre trabajo digno y decente, tanto en la legislación, como en las políticas públicas. Cómo el convenio número 100.

La igualdad salarial entre mujeres y hombres, recordó la senadora Mercado Castro, podría sacar a millones de pobres de su situación y excluido a ellas y ellos de la lastimera imagen de estirar la mano pidiendo ayuda, refiriéndose a las políticas asistenciales que ponen en desventaja a las personas más necesitadas.

Durante su participación explicó cómo esas iniciativas en 13 ordenamientos legales detenidas en la Cámara de Diputados, nuevas medidas legislativas, que en opinión de expertas, son determinantes para erradicar en el sistema jurídico mexicano la discriminación salarial contra las mujeres de forma tal, dice el dictamen, que se establezcan  las condiciones normativas necesarias para que, al realizar un trabajo de igual valor las mujeres dejen de ganar menos que los hombres; situación que permitirá superar la disparidad de remuneración por motivos de género.

Ese dictamen firmado por todos los partidos políticos, Patricia Mercado Castro afirmó que se propuso una ruta para que se igualen los salarios en el sector privado como en la administración pública. Hoy la brecha salarial va desde el 18 por ciento hasta el 35 por ciento el ejemplo y la trampa es colocar a las mujeres en categorías del trabajo, que se justifican como de menor valor, y por ello la disparidad, asunto que debe analizarse a fondo, donde es obligación de los empleadores explicar esas categorías laborales que discriminan en la práctica a las mujeres, pero los empleadores se niegan a explicarlo. Dijo que se ha insistido en ello, pero no ceden.

Otro ejemplo es la disparidad en el sector salud, donde las mujeres perciben salarios muy reducidos, por la forma en que se valora su trabajo, cuando tiene la misma responsabilidad que los hombres, garantizar la vida y la salud.

En marzo de 2021 por unanimidad con 113 votos a favor, el Senado de la Republica reformó 13 leyes en materia de igualdad salarial para hombres y mujeres y no discriminación Las reformas y el dictamen, se aprobaron hoy luego de un largo debate de 17 horas, y tuvieron su origen en el análisis de 11 iniciativas presentadas por más de 50 senadores y senadoras, pertenecientes a seis grupos parlamentarios.

En esa iniciativa, que no puede aprobarse en la Cámara de Diputados, se consideró una perspectiva de justicia social, considera previsiones normativas contenidas en múltiples instrumentos internacionales y en diversos documentos que emanan de organismos especializados en derechos de las mujeres, derechos laborales y derechos sociales.

Características de la igualdad salarial

Un cierre en la brecha salarial es fundamental para el pleno desarrollo de las mujeres y el ejercicio de sus derechos; impulsa el empoderamiento económico de las mujeres, propone la autonomía económica que, a su vez, se traduce en una mayor libertad y mejor calidad de vida.

Reconoce el crecimiento y desarrollo tanto económico como social de nuestro país, en tanto que es necesaria la contribución igualitaria de mujeres y hombres, para la transformación efectiva no sólo de México, sino del mundo.

De dicho bloque de constitucionalidad, se desprenden cuatro obligaciones que tiene el Estado mexicano:

  • Adoptar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer, a fin de hacer posible la igualdad de derechos con el hombre en la esfera de la educación y en particular, para asegurar diferentes derechos en condiciones de igualdad entre hombre y mujer o entre hombres y mujeres.
  • Establecer la protección jurídica de los derechos de la mujer sobre una base de igualdad con los del hombre y garantizar, por conducto de los tribunales nacionales o tribunales competentes y de otras instituciones públicas, la protección efectiva de aquellas y contra todo acto de discriminación.
  • Condenar todas las formas de violencia contra la mujer y adoptar políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia, implementando diversas acciones concretas, como abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia en su contra y velar por que las autoridades, sus funcionarios, personal y agentes e instituciones, se comporten de conformidad con esta obligación, y
  • Actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar cualquier tipo de violencia.

La Organización Internacional del Trabajo, la OIT, ha identificado las causas de la disparidad de remuneración entre mujeres y hombres, porque las mujeres suelen ser -de acuerdo con este estudio- contratadas con un salario inferior al de los hombres, debido a los estereotipos existentes basados en el arquetipo del hombre como sostén de la familia.

Y la penalización salarial de las mujeres por ser madres, ya que éstas ganan menos que las mujeres sin hijos, hijas, y en muchos casos ausentarse del trabajo o adoptar fórmulas de trabajo flexible para poder ocuparse de algún familiar. Y ese es el tema de los cuidados, ligados directamente a la discriminación laboral.

Las calificaciones para las mujeres operan negativamente cuando se evalúan, no objetivamente, el conocimiento profesional, la destreza, la actitud para las relaciones interpersonales, el esfuerzo mental y físico, las responsabilidades vinculadas a los objetivos, con independencia del nivel jerárquico del empleo y del número de personas a su cargo, y las condiciones en que se realice el trabajo.

La iniciativa aprobada se fundó en el principio de igualdad de remuneración para hombres y mujeres por un trabajo de igual valor, tal y como lo establece el convenio sobre igualdad de remuneración de 1952, número 100 de la OIT, y que, en México, no se aplica.

El convenio número 100, se refiere a la legislación nacional como un medio, un instrumento para aplicar este principio.

Además, la recomendación número 90, indica que debería garantizarse, que por medio de disposiciones legislativas la aplicación general del principio de igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra por un trabajo de igual valor.

Como dijo la senadora Patricia Mercado Castro, se trata de revertir el planteamiento histórico de la división del trabajo, identificada desde el siglo XVIII, para hacer efectivo el derecho de igualdad salarial.

Lo que tiene pendiente la Cámara de Diputados -sin bancada feminista- es poner fin a través de la ley a la desigualdad salarial que es imprescindible, no sólo para las mujeres sino también para construir un mundo con dignidad y justicia para todos y todas.

Se identifican cinco beneficios que surgirán al eliminar la brecha salarial en México.

Primero. La creación de una sociedad más justa e igualitaria. Una mayor igualdad entre hombres y mujeres producirá beneficios para la economía y para la sociedad en general.

La eliminación de la brecha salarial entre hombres y mujeres contribuirá a reducir los niveles de pobreza y aumentar los ingresos que reciban las mujeres a lo largo de su vida.

No sólo se evitará el riesgo de que las mujeres caigan o siguieran siendo víctimas de la pobreza a lo largo de su vida laboral, sino que también se reduciría el riesgo de pobreza tras la jubilación.

Segundo. La creación de empleos de calidad. Las mujeres tienen cada vez mayores expectativas respecto a su carrera profesional, por lo que, si las empresas quieren atraer a los mejores talentos, la igualdad en el trabajo se hace indispensable para ello y por eso es muy importante crear empleos de calidad y formar una mano de obra altamente motivada.

Los empleos de calidad son cruciales para poder construir un entorno de trabajo positivo en que a todos los trabajadores se les valore por su trabajo, sean hombres o sean mujeres.

Tercero. La generación de beneficios para las empresas, los trabajadores y la economía. Los empresarios también ganarán con esta Reforma.

Pueden obtener beneficios si utilizan los talentos y las capacidades de las mujeres de manera más eficaz, por ejemplo, valorando las capacidades de la mujer y diseñando políticas de conciliación de la vida laboral y familiar, así como la formación y desarrollo profesional.

Las mujeres, no tengan ninguna duda, poseen capacidades y talentos a los que no se les suele sacar partido en el lugar de trabajo, por lo que su potencialización puede ayudar a las empresas a hacer frente a la falta de ideas, valorar a las mujeres por el trabajo que realizan y ofrecerles una remuneración justa.

Por su competencia y su potencial, mejorará el rendimiento y la eficacia de una empresa o del servicio público, por ejemplo, al atraer y retener al personal mejor cualificado y preparado, y al ofrecer una imagen positiva a los clientes.

Y, cuarta. La disminución del número de procesos judiciales y reclamaciones. En una organización, en la que se garantiza que las y los empleados recibirán igual retribución por un trabajo del mismo valor, los empresarios evitarán reclamaciones por discriminación y prácticas laborales injustas.

Se crea una base para la recuperación y el crecimiento económico, y durante esta crisis financiera y económica, la participación de la mujer en la economía y su contribución a las finanzas familiares, habrán de aumentar.

Por ello, es muy importante mantener vivas las cuestiones de la igualdad de género y de la eliminación de la brecha salarial entre hombres y mujeres, ya que contribuyen a la creación de empleos, la competitividad y la recuperación económica.

Son, en total, 13 artículos transitorios; son 13 leyes las que se modificaron. 59 artículos en total.

Los Cuidados

El 18 de noviembre de 2020 la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad elevar a rango constitucional el Sistema Nacional de Cuidados, con 329 votos. Se trata de una reforma cuyo eje es la corresponsabilidad del Estado, el mercado, la comunidad, las familias, los hombres y las mujeres para hacer efectivo el derecho a los cuidados desde el nacimiento a la vejez como de interés público y promueve la importancia de que las mujeres se incorporen al mercado, se desarrollen y tengan derechos efectivos.

La reforma rompe la división sexual del trabajo, puede significar un cambio de paradigma, es un asunto de trascendencia que reconoce la contribución de las mujeres a la economía, el soporte social, en toda la vida y especialmente en la crisis sanitaria, da paso la igualdad sustantiva, desfeminiza las tareas cotidianas del cuidado de niñas, niños, personas mayores, discapacitadas o con necesidades específicas, las cuidadoras de siempre podrán tener remuneración y reconocimiento.

La reforma modifica y adiciona el artículo 4º y 73 de la Constitución de la República; deberá entrar en vigor al día siguiente de su publicación y obliga a expedir una Ley General para el Sistema Nacional de Cuidados, en máximo 6 meses. Pero está atorada en el Senado, donde también se ha relajado la enjundia feminista.

El cambio constitucional obliga al Estado a crear el sistema, -cuya iniciativa está lista en el Senado, pero no puede avanzar-, si antes no se aprueba la reforma constitucional.

Pero, además, se cree, tiene que ver con la política de austeridad de la actual administración, porque además de generar políticas públicas, necesita financiamiento para que el Sistema sea una realidad y no, como ahora, se caiga en el doble discurso del gobierno actual, que reconoce la igualdad, pero desaparece guarderías y escuelas de tiempo completo. Afecta a las más pobres, a las trabajadoras. Y disminuye recursos de apoyo a las trabajadoras, aunque venera a las madres.

El Sistema de Cuidados, es un compromiso ratificado recientemente en Argentina, y de desatorarse sería pionero en la región latinoamericana, no requerirá la creación de un aparato burocrático y en cambio deberá desarrollar políticas públicas, y contar con presupuesto, para que sea real, no quede en el papel, como advirtió en su momento Dulce María Sauri Riancho, que presidió los trabajos de la cámara de diputados, en la anterior legislatura.

La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, durante más de un año estudió 7 iniciativas, la mayoría propuestas por diputadas de Morena y el Partido Movimiento Ciudadano, llegó a un acuerdo, con un dictamen, que aprobó el pleno, pero ahora atorado en el Senado para su ratificación.

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