Recién salgo de un problema de Influenza, por cierto, tratado de manera particular, por lo tanto no estaré en las estadísticas oficiales. No fui el único, entre mis conocidos estos día hubo al menos 10 casos, tampoco reportados. En mi caso, para llevar el tratamiento adecuado tuve que pasar, primero, por reconocer que había un problema, que era de salud, y que si no acudía con el médico adecuado y no recibía el tratamiento adecuado empeoraría. Ya salí. Y usted dirá, amigo lector, atenta amiga que me distingue con su lectura, y a nosotros, qué?

Bueno, así está el tema de la violencia en Guerrero. Si no se asume como un problema, no habrá una solución al mismo, al menos, no la adecuada ni en el tiempo que requiere un gobierno para la apreciación de que hay resultados.

Los recientes hechos de violencia en la sierra de Petatlán, donde hubo 5 decesos, dos de ellos elementos de la policía estatal y, de manera oficial, 28 la cifra de policías liberados, mismos que estaban retenidos por al menos 100 pobladores de la Localidad de El Parotal, del municipio ciado, y los de El Durazno, también en la sierra, pero colindante con el lado de la Tierra Caliente, o los otros, los de San Miguel Totolapan. Qué nos indica?

Que hay un problema.

Pero hay información oficial de que hay visitas de integrantes de la Mesa para la Construcción de la Paz a esas Localidades y Municipios. Pero, si los bloqueos continúan, si los desplazados se quejan y quieren regresar a sus localidades, y hay enfrentamientos, como los denunciados en Apaxtla, qué esta sucediendo?

La Presidenta Municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez ha dado un primer paso. Ha mostrado que no ha sido suficiente con poner en los puestos de mando policial a militares o marinos, y ha retornado al mando civil.

Y no es el mando. Es la dirección del mando.

Sino hay una clara vinculación con las autoridades municipales, si éstos no hacen su trabajo de Prevención del Delito, y solo se está en la tesitura de la apertura de carpetas de investigación por hechos consumados, se estará avanzando en círculos y con ojos vendados.

Es inevitable el paso del tiempo y este ha alcanzado al Mandatario Federal que está representado por Andrés Manuel López Obrador y le ha mostrado con cifras que la política de “abrazos, no balazos”, es una bonita frase para jalar votos, pero no ha sido suficientemente sólida para ser política de seguridad.

Si bien no deseamos los balazos, si deseamos que la violencia deje de ser un factor que inhiba el desarrollo y con ello, arrastre al fracaso todo deseo de superación, en todos sentidos. Qué hace falta? Sin duda algo más de lo hecho hasta ahora, que permita a la ciudadanía cambiar de percepción de que algo está fallando en materia de seguridad. Si no hay reconocimiento a la existencia de un problema y su riesgo de gravedad, el tratamiento puede ser costoso, con buenos medicamentos, pero con malos resultados. Así la seguridad, no es asunto de malos elementos, creo que, como en mi caso de salud en el que intervino DIOS con un buen médico que aplicó la mejor estrategia de salud, en seguridad también es un asunto de estrategia para que la violencia en Guerrero no nos arrastre a todos. Surrealismo?

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