Sin tener programa o plataforma de desarrollo del municipio de Acapulco, la alcaldesa vive dando palos de ciego, evidenciando cada día su incapacidad y su alto grado de ineficiencia, ante el crecimiento inaudito de la violencia
..y la calor.

Atada a su bizarra realidad dio a conocer que por tercera ocasión viajará a Orlando, Florida, USA, para concretar compromisos contraídos en sus dos anteriores visitas, de las cuales lo único que conocemos los acapulqueños son las fotografías que sube a los medios y a las redes sociales,

El trabajo que desempeña la alcaldesa debe dejar de ser de ocurrencias, y lo que hace en favor de Acapulco de mejorar las condiciones de la obra pública, es por demás lo mínimo y que exhibe como un portento de su administración, que muy lejos está de cumplirles a los acapulqueños.

El ton ni son de su administración se ha puesto de manifiesto en los últimos días al reunirse primero con el exgobernador Ángel Aguirre Rivero y un grupo de empresarios a los cuales propuso invertir en Acapulco en obras para aliviar el atraso que ella “sola No puede” llevar a cabo, como lo volvió a repetir ante los medios y representantes de los diversos colectivos que apoyan el Movimiento con “Marcelo sí”.

A que va por tercera vez a Orlando, Florida. Sólo ella sabe, en tanto sólo promete, como si anduviera en campaña, modernizar el principal acceso al poblado de La Providencia, histórico paso de Benito Juárez por su periplo por el país, y llevar obras a la comunidad de la Poza donde realizo un Cabildo abierto, acompañada de decenas de empleados municipales, amén de participar para las fotos en la promoción de la WTP a realizarse próximamente en Acapulco.

Siempre de espalda a la terrible realidad que vive Acapulco, que tan sólo en el primer mes del año, sumaron 70 homicidios dolosos, y ya una docena en los primeros días de febrero, y tiene el cinismo de solicitar que se modifique la estrategia de seguridad, cuando ella, desde los primeros días de su ya penosa administración a negado su responsabilidad sobre la prevención de la seguridad con el inegable aumento de la z violencia, y con la imparable invasión del ambulantaje por todos rumbos de la ciudad y alterando la confianza de la movilidad ciudadana, hasta el propio Zócalo porteño ante los inminentes riesgos que es caminar por los angostos espacios que el ambulantaje deja para el transito de los peatones. En tanto Acapulco se ahoga en sus propias miasmas, su raquitico show debe continuar.

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