CDMX, a 2 de mayo, de 2023.- José María Morelos nombró a Juan Nepomuceno Rosains su segundo en el mando tras la muerte de Mariano Matamoros, el 1813; al comunicarle a Hermenegildo Galeana de Bargas, con respeto y el rostro muy
serio, le recriminó rodearse de hombres que no debía para el mando de las armas.

Expresó aquella famosa frase a manera de reclamo: “Yo no sabré escribir en un papel, es verdad, pero sí atacar un campo”, agregó que regresaría a su pueblo a sembrar algodón y pasar su vida en el anonimato, olvidado por todo el mundo”. Morelos, tres veces le negó a Galeana ese ascenso:

Primero, en 1810, nombró a Leonardo Bravo carente de experiencia, después en 1212 a Mariano Matamoros admitiendo que era más apto Hermenegildo, pero que inculpablemente no sabía leer y esta vez, con Juan Nepomuceno Rosains, un advenedizo en el que Galeana desconfiaba y decidió separarse del caudillo.

Rosains gozaba de mala fama, de intrigas y el sacerdote, se escribió, abrazó a Galeana y lo invitó a no abandonar la lucha contra España y la libertad. Dudoso escrito de Alfonso Teja Sabre.

Hermenegildo Galeana se retiró a la Costa, decepcionado; ninguno de los insurgentes admiró tanto a Morelos como él ni le demostró tal lealtad. continuó la lucha hasta su muerte en tierras tropicales el 27 de junio de 1814.
(De mi libro. El “Niño” de Morelos”.)

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