Más de año y medio después de su toma de protesta como gobernadora de Guerrero, Evelyn Cesia Salgado Macedonio, ahora resulta que la quieren convertir en la próxima secretaria de Bienestar a nivel nacional, en el supuesto caso que Claudia Sheinbaum sea la corcholata elegida y posteriormente triunfe en la elección presidencial del 2024. 

La nota en cuestión firmada por Raúl Suárez Martínez, presenta sin lugar a dudas elementos legales para su supuesta separación del cargo y con argumentos “sacados de la manga” para demostrar cómo portada de Vogue o Maryclear, el porqué  para que eso llegue a suceder, su juventud y belleza que sin duda lo posee, sean los argumentos a un cambio generacional político. 

A estas alturas de su administración todavía se escuchan voces que afirman  qué ellos No votaron por ella sino por su “papá”, quienes aducen además que la supuesta cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador es otro de los elementos para fomentar la licencia como gobernadora y sumarse al supuesto caso sí eso llegará a suceder al gabinete de Claudia, y llamar a un suplente para la gubernatura de Guerrero.
Aquí es dónde radica el engaño, la innefable fórmula goebbeliana: “miente miente que algo quedará”. Un garlito expresarían los ajedrecistas. 

El crecimiento y desarrollo de Evelyn como titular del gobierno Estatal, ha mostrado una singular personalidad de fuerza, autoridad y empoderamiento político innegable y cada vez mucho menor, hoy casi desapercibido la frecuencia e influencia del senador Félix Salgado Macedonio en su gobierno. Por otra parte y muy significativa de las dos personalidades, en Evelyn es mucho más poderosa la influencia y el carácter Pineda, que lo Salgado. La sutileza es más que clara.  

El autor de ese mamotreto no da mayores hipótesis a proponer qué a Félix cómo gobernador suplente. Sin el contrapeso moral que representaba Don Luis Walton Aburto, hoy quieren mover el avispero.
Legal pero inconcebible a éstas alturas qué de ninguna manera existe la lejana posibilidad de entregar el poder a Felix “un Naco”  como lo llamara el ex diputado de la Asamblea Legislativa del DF, en aquel lejano 2003, Pancho Cachondo. Guerrero entraría en un interminable torbellino de vicisitudes políticas y sociales de inconcebibles consecuencias. 
No hay que tentar al diablo.