MIEDO AL CAMBIO
Por: MARISSA LLERGO
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La verdad: A todos nos gusta el Drama, aunque sea solo un poquito. Todos tenemos nuestros momentos, en los cuales nos sentimos la víctima, el personaje de telenovela, y queremos llorar y llorar…

Empero, si eso nos sucede de vez en cuando, no es problema. Dejamos salir la sal, y así podemos disfrutar nuevamente lo Dulce. Hace poco leí una fábula, escrita por Prem Rawat. acerca de dos hormigas.
Una vivía en una montaña de azúcar, y la Segunda en una de sal.
La hormiga en la montaña de azúcar vivía feliz, porque disfrutaba de un alimento muy dulce, mientras que la que vivía en la montaña de sal, siempre tenía una terrible sed después de comer.
Un día la que vivía en el azúcar, invitó a la otra hormiga a comer con ella. La Segunda aceptó la invitación, pero antes de ir, pensó que tal vez no le gustaría la comida, así que puso un trozo de sal en su boca, por si acaso.
Cuando probó el azúcar, le supo igual que la sal, pues dominaba el sabor de trozo que tenía dentro de la boca. Y así se lo expresó a su amiga. – Debe ser lo mismo, solo que tú la llamas azúcar y yo la llamo sal. – Dijo. Esta última, sospechando que algo no andaba bien, le pidió que le mostrara su boca, revisó el interior y descubrió el trozo de sal. Se lo sacó y la invito nuevamente a probar .
Esta vez, la hormiga descubrió el increíble sabor del azúcar. Esta fábula nos muestra cómo el miedo al cambio, nos impide apreciar lo nuevo, limitando nuestra existencia.
Mientras te aferres a todo aquello que impide tu felicidad, te será imposible disfrutar de lo nuevo, y abrirte al progreso en todos sus ámbitos. A veces, necesitamos de alguien o algo más, que sea capaz de ayudarnos a escupir la sal, porque solos no nos atrevemos a soltar lo conocido, aunque sea desagradable.
A veces, por esta misma razón, lo que parece una tragedia en nuestras vidas (una relación que termina, pérdida de trabajo, la partida o muerte de un ser querido etc.) es una bendición disfrazada, que nos permitirá lograr esta transformación, necesaria para crecer y alcanzar el éxito. Solo el tiempo, cuando nos permita mirar en perspectiva, nos hará posible descubrir tamaña bendición, y sentir gratitud.
Y tu, mi querido lector, ¿Eres capaz de cambiar? ¿Te quedarías viviendo en la montaña de sal, o cambiarías de domicilio? Acaso en tú interior, odias a las personas que derrochan optimismo, pues siempre encuentras algo negativo, aún cuando todo en tu vida parece ir sobre ruedas. Quién sabe por qué, te niegas a ser plenamente feliz y por supuesto que el “Carpe Diem” es un chiste malo para ti.
Para que te conozcas mejor, te pido es que te hagas las siguientes preguntas:
1.- El vaso está medio lleno, o medio Vacío?
2.- cuál es tu ánimo al despertar? Alegre, molesto, enojado, sin ganas…
3.- Qué tan satisfecho estás con tu vida?
4.- Te consideras una persona positiva o negativa?
5.- Cómo sueles reaccionar ante un fracaso?
6.- cuál es tu rol principal en tus relaciones de pareja: cariñoso, mandón, víctima, posesivo…?
7.- Cuando todo va bien en tu vida, lo disfrutas o te preocupas?
8.- Cuál es tu mayor miedo? Es real (arañas) o subjetivo(el fracaso)
9.- Te consideras una persona impulsiva o reflexiva? (O depende)
10.- Cuando fue la última vez que lloraste? (Por Cualquier cosa, por temas importantes o nunca) Te invito a acompañarme, a vivir en la montaña de azúcar. No te preocupes, esta clase de Dulce no provoca caries mi diabetes. Con amor,