“CIUDADES SIN PLANEACIÓN?”
Por: MARTÍN MARTÍNEZ OLVERA
FacebookTwitterWhatsAppPinterestEmailCompartir
A propósito de la celebración del Día Mundial de Población, que fue el 11 del mes en curso, fecha instituida a través del Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo 1989, y que empezó en 1990 a conmemorarse en más de 90 países, vale la pena hacer un alto para que entre los muchos temas que hay por revisar, también éste se coloque en la reflexión.

Por ejemplo, los datos sobre cuál es el número de habitantes del mundo que dice la Organización Mundial de Naciones Unidas cita “Tuvieron que transcurrir cientos de miles de años para que la población mundial creciera hasta alcanzar los 1 000 millones de habitantes, y solo en unos 200 años más se multiplicó por siete. En 2011, la población mundial alcanzó la cuota de los 7000 millones de personas y en 2021 la cifra aumentó a casi 7900 millones de personas. Las previsiones hablan de 8500 millones para 2030, 9700 millones en 2050 y 10.900 millones en 2100.”
El número no deja de ser impactante así como la revisión de los factores que están provocando la falta de un verdadero programa que analice los factores demográficos y se diseñen políticas de población en función de los problema que cada país, estado, municipio, localidad tiene.
Qué México estamos viviendo, hablando de población? Que momento es el que marca este casi final de sexenio federal y la entrada de un nuevo siglo? Cómo lo sentimos las y los mexicanos, cómo lo estamos viviendo? Cómo se refleja?
Solo por centrar el tema en una sola ciudad, Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, encuentro, o no encuentro, que se note la existencia de una política pública que refleje el proyecto de planeación que atienda, por un lado, el crecimiento poblacional y por el otro, el creciente abandono que muestra la ciudad donde envejecen proyectos al mismo ritmo de sus ciudadanos.
Una constante la encontramos en la migración de sus jóvenes, mujeres y varones, que buscan salir de la ciudad para atender un proyecto de vida, y por el otro, el que se queden en la misma sus padres y abuelos porque el mismo crecimiento de la población no ha tenido, en el trienio reciente, ni siquiera la idea de transmitir que existe un programa para proveer los servicios básicos como el agua, o la seguridad.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, ENOE, “para el primer trimestre de 2023, el volumen de la población que residía en el país era de 129 millones, 53 % correspondió a mujeres y 48% a hombres”. Mientras que “la población mundial ascendió a 8 045 millones, siendo India -el que ocupa el primer lugar con 1, 429 millones; China -el segundo- con 1 mil 426 millones…México ocupa el décimo lugar por volumen de población con 129 millones de personas”.
Regresando a Chilpancingo, encuentro que los mismos padres y madres de familia aceptan con resignación esa nueva faceta de ausencia de sus hijos, y hasta la respaldan, al darse cuenta de que no existe un diseño poblacional gubernamental que piense en su gente. Máxime cuando estas instituciones serias, integradas al Conejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, señalan la necesidad de “crear conciencia en relación a todas las problemáticas que en la actualidad afectan a la población del mundo, sobre todo en asuntos relacionados con el crecimiento y desarrollo de los pueblos” pero en Chilpancingo, si el asunto de la inseguridad no ha podido atenderse, ni siquiera otorgar la idea de que se trabaja en ella, menos habrá de permear, si es que existe, el proyecto de que se atiende la problemática de su población relacionados con el crecimiento y desarrollo. Surrealismo?
FacebookTwitterWhatsAppPinterest