• Una escalada siniestra… muy chafa!!
• Un obispo que emula a Fray Torquemada
• Tiemblan corruptos y “exigen” venganza
Subestimar el poder de una gobernadora en funciones es un error colosal. Si no lo saben sus críticos y, más aún, aquellos marginados y expulsados de la asignación de obras mediante cochupos y arreglos donde la corrupción es un lenguaje proscrito en las reglas de la 4T, vaya sorpresa que recibirán, así como un portazo en las narices.
Por partes: Hay dos entes públicos o instituciones que rigen las reglas de asignación y concurso de obras hacia proveedores y empresas listadas en un padrón. Se tratan de la Secretaría de la Contraloría y Transparencia y la Auditoría Superior del Estado. Ambas triangulan información y poseen minuciosa y detalladamente el quién es quién de los empresarios y contratistas a los que se adjudican dichas obras.
En octubre del 2021 la gobernadora Evelyn Salgado Pineda proclamó con todas sus letras, sin titubeos, ni dobleces, la erradicación del diezmo y toda suerte de malabares para eludir la transparencia en la obra de gobierno y acabar con la corrupción. Por lo visto, algunos incrédulos lo tomaron como discurso o pose para adornarse. Lo cierto es que en los hechos sí se acabaron viejas prácticas y eso enfureció a muchos.
Para llevar a cabo una política pública de cero tolerancia a la corrupción, se tenían que cercenar tentáculos de antiguos servidores públicos que sabían el teje-maneje del entramado turbio. Empero, a quién se le encomendaría tan delicada función. Obviamente a quienes no tuvieran conflicto de intereses y gozaran de la confianza del círculo cercano a la mandataria.
Así se hizo. Por un razonamiento elemental de lógica y sentido común, los corruptos quedaron excluídos y ofendidos. Porfiaron el desquite, usando temas coyunturales como la violencia y sucesos que acaparan la atención colectiva.
La escalada siniestra de violencia, fue el motivo crucial, oportunista y hasta ruin y perverso. Con todo, atacar al gobierno de Evelyn y sin pruebas, con trascendidos y filtraciones anónimas, pagar publicaciones costosas (Reforma factura hasta en un millón de pesos la primera plana) para vengarse y dar “escarmiento” a quienes ya no les dieron sus “obritas”.
El uso del fenómeno social causado por los encontronazos de grupos delincuenciales entre sí, por presuntas disputas o ajustes, era el terreno fértil para oportunistas embozados de atizar el fuego y “cobrarse” ya no estar en la comodidad y goce de obtener asignación de obras como antes. Se acabó la teta y a llorar…
Y es cuando irrumpe el señor obispo Salvador Rangel Mendoza y lanza homilías disfrazadas de declaraciones, cuyo propósito es exacerbar los ánimos, crear un escenario como la Santa Inquisición y llevar a la hoguera a quien tenga en mente. Torquemada dejó una escuela muy siniestra…
Eduardo Loria Casanova se fue por la puerta de atrás, calladito, por un escándalo, pero el olor impregnado a corrupción se tenía que limpiar y así se hizo. César Páris Peralta, en la ASE, tuvo que limpiar un tiradero (o aún sigue en eso) dejado por prácticas insanas, torpes y pestilentes a lo mismo: corrupción.
Esa limpia por supuesto que no les gustó a quienes dudaron de Evelyn Salgado Pineda de hacer un gobierno diferente, transformador, justo e igualitario. La subestimaron y eso es absolutamente una pifia terrible que trae consecuencias directas.
El poder conferido a una gobernadora en funciones por su pueblo, merece respeto y máxime si está entregando su mayor esfuerzo por erradicar ese vicio llamado corrupción. Gran torpeza fue la agresión, en lo emocional y sentimental, con mentiras y misoginia.
Ilusos: la hicieron más fuerte!!!
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.
