María del Carmen Mondragón Valseca, mujer de alma erótica y rebelde, conocida como Nahui Olin formó parte de un grupo de talentosas mujeres durante las décadas de 1920 y 1930.

La musa, poeta y pintora, mujer de quien dicen fue la más bella y adelantada de su época, nació en la Ciudad de México en 1893.

Fue hija del general Manuel Mondragón, sobre quien recae negra historia durante la decena trágica, creció en el seno de una familia acaudalada, en pleno Porfiriato.

Siendo apenas una niña, su padre la envió a estudiar a París, en la soledad del internado descubrió sus dos grandes pasiones: la pintura y la poesía.

Contaba con 10 años y ya se vislumbraba su innata sensibilidad para escribir:

Adolescente ya, Carmen regresó a México, afrontó los patrones que marcaba la sociedad post-porfirista; fue la primera mexicana en usar minifalda y pertenecer al controvertido grupo de las “Flappers” o “Pelonas”, mujeres conocidas por cortar su cabello y usar minifaldas, vistas como “mujeres modernas”.

Tuvo una pareja, el cadete Manuel Rodríguez Lozano con quien se casó a los 20 años en México, pero al estallar la Revolución se fueron a parís, allí alternó con artistas de la talla de Pablo Picasso y Diego Rivera.

Su matrimonio se deterioró 8 años después y Carmen regresó a México, donde se sumergió completamente en la vida artística. Compartía veladas bohemias junto a Dolores del Río, Antonieta Rivas Mercado, Frida Kahlo, Tina Modotti, María Izquierdo, José Vasconcelos, David Alfaro Siqueiros, entre otros.

Su hipnótica belleza conquistó al artista plástico Gerardo Murillo, mejor conocido como Doctor Atl, con quien sostuvo una relación amorosa, intensa.

Él la bautizó como Nahui Olin, que significa “renovación continua del Universo”.

Mondragón formó parte de un grupo de talentosas mujeres que durante las décadas de 1920 y 1930 produjeron uno de los períodos más activos y entrañables del arte en México. Fue una mujer que siempre gozó y exaltó su sexualidad, la plasmó en sus poemas y pinturas.

Fue musa de Diego Rivera, del fotógrafo Edward Weston y Antonio Garduño.

Tuvo muchos amantes, pero su gran amor fue el capitán Eugenio Agacino. Cuando éste murió en el mar, Carmen jamás se recuperó.

Se retiró de la vida pública y optó por la soledad que acarreó una devastadora locura; vivía con docenas de gatos y se le podía encontrar deambulando por la alameda central.

Enferma, pidió a sus sobrinas que la llevaran a la recámara donde nació, y el 23 de enero de 1978, a los 85 años, Nahui Olin cerró para siempre sus bellos y enormes ojos verdes.

Sus restos descansan en el Panteón Español de la Ciudad de México.

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