• Evelyn: su gobierno enfrenta a odiadores
• Campañas sucias, nunca han prosperado
• El poder se ejerce, no se comparte… ¿ok?
La campaña sucia de difamación no tiene, ni tendrá, éxito. Está probado y comprobado con ejemplos sobradamente acumulados en vivencias.
En los terrenos movedizos de la política abundan dichas prácticas y ningún gobernador ha estado exento de padecerlos, pero en su mayoría han salido airosos y sus nombres fueron reivindicados por sus hechos y acciones.
El malestar y enfado causado por conductas cargadas de bajos instintos y nula probidad en actuaciones, también suelen ser comprensibles porque tienen fuerte dosis de injusticia, imprudencia y torpeza.
Al grano: El gobierno de Evelyn Salgado Pineda ha roto viejas prácticas, afectando sensible y drásticamente el status de personeros del pasado, a pesar de un camuflaje que no llega al mimetismo de un camaleón. Es decir, han sido desnudados y apartados de viejos privilegios –aquellos que se creían eternos beneficiarios—, y hoy se traducen sus actos en el caldo de cultivo (motivación) para enderezar semejantes planes de sevicia y perversidad, en aras de un afán vengativo.
No es algo nuevo, lo curioso es el uso de medios de penetración en la comunicación para ocultar o disfrazar los motivos de su encabronamiento por haber sido afectados en “sus” derechos tradicionalistas. O sea, una especie de gatopardismo en la galopante corrupción. (Gatopardo: acción de “cambiar”, para que todo siga igual).
Y parte de esa transformación impulsada por gobiernos de Morena y la 4T es identificar y expulsar a quienes se colaron en aquel Tsunami del 2018 y han expoliado o lucrado, para sus beneficios, los frutos de ese cambio, donde la justicia se haga en los bueyes de mi compadre, no en los míos.
No se los mandó decir Félix Salgado Macedonio: “Sé quiénes son y cómo están haciendo esa campaña sucia”… Y más aún: “hay periodistas y políticos confabulados”…
Ya se sabe, que a Félix lo tumbaron de su candidatura a la gubernatura en base a una campaña burda, ruin y perversa. No lo aniquilaron, porque Evelyn Salgado Pineda surgió como la opción ganadora y de la mano de su padre reivindicó esa lucha de muchos años por hacer historia en Guerrero. Ese triunfo, poderoso, aniquiló a opositores encubiertos condenándolos a un merecido alejamiento que los envenenó, aún más.
Políticamente, ojo en esto, Evelyn tiene un blindaje contra cualquier campaña de difamación y perversidad. Sin embargo, estudiaron sus enemigos una posible vulnerabilidad en el aspecto afectivo, emocional, sentimental y familiar. No pudieron con la fortaleza política de Evelyn, por lo que cobardemente atacaron su vida personal. Error garrafal.
Nadie puede ser condenado por su pasado, creencia religiosa, estado civil, etc. Por eso la baja estofa de aquellos insensatos, torpes, extraviados en falsos dilemas puritanos. Pobreza mental.
No hay argumentos políticos, que atenten contra la fortaleza de una gobernadora con una imagen radiante de frescura y aprobación popular. No los hay… sólo existen apreciaciones motivadas por venganzas y nostalgias de privilegios perdidos.
Subestimar la fuerza de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda es un error colosal de sus enemigos o adversarios políticos. Estamos hablando en terrenos estrictamente de la política y estilos de ejercer el poder. No se confunda nadie.
El poder se ejerce, no se comparte. Y eso Evelyn lo sabe… ¡lo aprendió de Félix!!
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.
