• Así conocí a ACD… Caballero y mentor
• Su legado, es recordado con nostalgia
• Lealtad, la palabra que lo identificó así
Tenía 23 años cuando lo conocí. Regresaba a Guerrero tras 3 años de huir a Zacatecas y, luego a Colotlán, Jalisco, por temor a ser asesinado. Fue Don Hermilo Castorena Noriega quien me presentó con el gobernador Alejandro Cervantes Delgado… era septiembre de 1981.
El aroma a tabaco de maple inundaba su despacho. Una pipa azul estaba en un cenicero…
–Señor gobernador, él es Jorge… lo invité a colaborar al área de prensa.
–¿Eres Valdez? Conozco a tu tío… buen hombre. Pues Bienvenido, Valdez!! –fue su saludo y un apretón de manos. ¡Muchas gracias! –respondí.
Así conocí a Don Alejandro la primera vez. A lo largo de seis años fui testigo de su obra de gobierno en los 78 municipios… desde Petacalco hasta Punta Maldonado; desde Cutzamala hasta Alcozauca y desde Tetipac hasta Acapulco.
En su gobierno hubo tres directores de Comunicación Social: Hermilo Castorena Noriega (mi padrino y mentor), Carlos Barrios Martínez y Jesús Terán Pérez-vargas. Mi trabajo fue reconocido con dos preseas “Ignacio Manuel Altamirano” y en Fotografía cuando demolieron la sucursal bancaria donde ahora es el Palacio de Cultura. Conocí mi estado por tierra por primera vez y entendí el agobio del gobernante ante la pobreza del pueblo.
Escribí y fotografié inicios de programas sociales y especialicé mi visión de plasmar en una nota de color, o crónica, aspectos humanos de quien fumaba pipa con agradable olor a maple.
Ayer domingo, cumplió 23 años de haber dejado de existir en el plano terrenal.
Sin embargo, comprobé la permanencia y vigencia de su obra de gobierno y de un ser humano excepcional, por la calidez descrita con frases vívidas en las vivencias, preñadas de nostalgia, de un equipo de trabajo cercano a él, donde una sola palabra encierra ese misterio que nos identifica a muchos: lealtad.
Don Alejandro Cervantes Delgado creó e impulsó en Radio Guerrero y Televisión Educativa una visión romántica de enlazar una entidad pluricultural, con tradiciones, música, costumbres de pueblos originarios y llevarlos hacia todas las regiones. Fue materializar un sueño de escuchar los sones de Tierra Caliente en todos los rincones de la Costa Chica y las chilenas costeñas se escucharan en los pueblos ribereños del Balsas.
Mi voz fue proyectada en Radio Guerrero y mi imagen difundió noticias en TV-Educativa, como pionero fundador de esa obra cervantista. ¿Cómo olvidar eso?!!
Estuve recargado en la tumba de otro amigo común a Don Alejandro, el maestro Eulalio Alfaro Castro. Me dio permiso. Escuché a un emotivo Ángel Aguirre Rivero mostrar su orgullo y agradecimiento a quien le ofreció un trabajo que marcó su rumbo y destino en el devenir político de su tierra. No lo defraudó, sin duda.
Apretados en ese espacio consagrado a los hombres ilustres, con olor a nardo, cempasúchitl, nostalgia y emotividad, estaban sus amigos Humberto Salgado, Jorge León, Gelio Castro, Jesús Ramírez, Popoca, tantos y tantos… con un silencio respetuoso. Sus hijos, Vicky y Alejandro, orgullosos de esa obra humana, que es su legado.
Don Alejandro Cervantes Delgado reconcilió a los guerrerenses, tras años convulsos, agrios, funestos. Cimentó en su gestión la premisa de consolidar la paz social. Germinó el embrión de una generación de políticos, de cara al Siglo XXI, alcanzó el entreveramiento generacional y puso su sello de hombre libre, limpio, de sentimientos humanos y valores personales como etiquetas de presentación.
El cumplió 23 años de no existir… cuando yo cumplía 23 años de vida, fue cuando lo conocí y atestigüé su paso por la historia de este estado que tanto amo y respeto.
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS. (45 años haciendo periodismo).
