La madurez política de Evelyn Cesia Salgado Pineda, me recuerda a la de una famosa actriz bajo contrato de la Warner Bross, al leer unos lineas de su autobiografía, las cuales modifico un tanto para ofrecer el contexto real: “El aceptar la nominación y posteriormente ser electa, tuve que dejar la cotidianeidad de mi vida para cambiarla por la gran responsabilidad que hoy ostento y ejerzo, como gobernadora, pese a mi inexperiencia en el ‘platoo’. Hoy el ejercicio político me ha convertido en una firme convencida de que gobernar es un arte, más que una ciencia. Aprendo a diario”.

Este Primer Tercio de su gobierno, es sin duda muy deliberativo en todos los sentidos, los guerrerenses, sus gobernados nos hemos dado cuenta que en su quehacer es muy reflexiva, ninguna decisión la toma por reacción sino siempre por reflexión. No se quiebra.

De ninguna manera ha sido fácil dónde se deben tomar en cuenta las condiciones un tanto escabrosas de la política en su primer encuentro con la virulenta CENTE, que hasta la fecha No a aportado nada, absolutamente nada en beneficio de los guerrerenses. De ese encuentro cabe afirmar el clásico “vidi, vino, vinci”. La naturaleza puso lo suyo y volcó sobre el género humano, la pandemia del Sarc2-Covid19. México como Guerrero vivieron su grave y funestas consecuencias. Su aporte fue contundente, con su firmes determinaciones en favor de la salud de los guerrerenses.

Su gobierno ha sido el de la conformación estratégica y global en el acercamiento a todos los rincones de la entidad, con una exigencia y firmeza que causaba asombro entre propios y extraños, en la búsqueda de acuerdos, estrategias, acuerdos y operativos para con el concurso de los tres niveles de gobierno desde la Mesa para la Construcción de La Paz, se lleve a cabo la lucha contra todas las modalidades del crimen organizado. Verdadero enemigo de la cordura social y del gobierno mismo. Las estrategias gubernamentales se mantienen con firmeza.

Algo que ha delineado con claridad en su gobierno, son sus principios políticos ideológicos que le han dado rostro y cuerpo a sus decisiones, que se puede definir cómo: “el jamas dudar, jamás traicionar en lo que ella está convencida”.

Evelyn está decidida a cambiar la vida de los guerrerenses, porqué entiende que sin cambios democráticos y Bienestar Guerrero continuará siendo cada vez más frágil, y no se puede tapar el sol con un dedo.