Fue el 19 de febrero, cuando se presentó la batalla que determinó la imposición del Sitio en Cuautla, la batalla fue encarnizada y sorpresiva para Calleja, que en todo momento alardeaba que sería un combate corto y que despedazaría al Ejército de Morelos. Se equivocó.

El 19 de febrero de 1812, la batalla convenció a Félix María Calleja, que José María Morelos y Pavón, era un genio militar, al que no podría vencer con la facilidad e inició la comunicación escrita en el Virrey Francisco Javier Venegas y el alto jefe militar hispano. Pedía más apoyo.
Eran constantes las frases de exigencia de más elementos, cañones, municiones, víveres y otros pertrechos; además de la reiterada quejumbre de su salud quebrantada hasta la exageración de que se encontraba al borde del sepulcro.
Ese 19 de febrero, el evento bélico revistió decenas de acontecimientos reseñados por todos los historiadores por la grandeza de sus significados que dejaron marcada la conciencia de los mexicanos y se perpetua a través de generaciones. Se vislumbraban esperanzas de lograr la Independencia.
Esas acciones marcaron la pauta de la casta valiente de los insurgentes que respondieron con gesto heroico los embates del militar español más temible de la Nueva España y que redujeron a un igual que ellos al manchar sus blasones de invencible. Morelos Estudio Biográfico, Víctor Esperón, capitán del EMP, Págs. De la 132 a la 144

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *