PUEDE DECIRSE, SIN NINGÚN PROBLEMA, que quien gobierna Guerrero atendió bien, sin mayores complicaciones, el paso del huracán Max por el estado. En primer lugar, estuvo atento a su desarrollo, desde su formación, los avisos pertinentes a la población, y las acciones de apoyo a los damnificados. Y en segundo, mostró a una gobernadora atenta y ocupada en el tema, de modo que de manera inmediata estuvo en los municipios donde el fenómeno natural causó más estragos, atendiendo a los damnificados y dando las instrucciones necesarias para reparar o rehabilitar lo dañado.

Por supuesto, hay que decirlo, ésa es su responsabilidad, su trabajo y obligación, pero el que lo haya hecho con la mayor rapidez, hace la diferencia, y en consecuencia, hay que reconocerle. Claro que los gobernantes están obligados por la ley a hacerlo, es decir, el estar pendientes, atender y acudir en apoyo de la población cuando esté en peligro, ya por causas naturales o de cualquier otro tipo.

Y es que, ¿quién no recuerda a aquel gobernador, que hoy da clases de política, y de cómo deben actuar los gobernantes? ¿Quién no se acuerda que en el estado llovía y llovía, mientras él bebía y bebía? ¿Se acuerdan de Ingrid y Manuel? Sí. Me refiero a Ángel Aguirre Rivero.

¿O quién no se acuerda de él, por aquella noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014, cuando desaparecieron 43 estudiantes de Ayotzinapa, luego de que fueran atacados en Iguala?

Es cierto. Otros gobernadores, como Héctor Astudillo Flores, también hicieron lo propio, es decir, se ocuparon y estuvieron pendientes de lo que ocurriera en Guerrero, en todo momento, las 24 horas del día, los siete días de la semana, los 30 días del mes, los 12 meses del año, y en suma, los seis años de su sexenio.

Pocos gobernadores, ciertamente, han estado al pendiente de sus gobernados. Otro de ellos fue el también chilpancinguense Alejandro Cervantes Delgado, quienes en todo momento estuvieron “en vela”, como dicen en el pueblo, a fin de acudir en auxilio de la población en desgracia, y eso hay que reconocerlo.

Por eso, sin mezquindades, hay que reconocer también cuando las autoridades hacen las cosas bien, y en este sentido, Evelyn Salgado Pineda ha actuado con oportunidad, prontitud y eficacia, de tal forma que los afectados por las torrenciales lluvias del huracán Max, que afectó mayormente municipios de la Costa Grande, sienten el apoyo y la solidaridad de quien gobierna el estado.

Es posible que haya quién minimice el trabajo de la gobernadora Salgado Pineda en esta contingencia, o como ya lo hemos dicho, señalar que es su responsabilidad y obligación acudir en auxilio de la población afectada. Sin embargo, lo que no puede desmentirse es la prontitud con que lo ha hecho, empezando por la entrega de apoyos que en momentos de contingencia son de suma importancia. Para una familia que perdió todo, es reconfortante y esperanzador que quien gobierna le diga que no está sola, y que tendrán todo el apoyo de las autoridades para que vuelvan a salir adelante.

Hay que decirlo. Si Guerrero tuviera siempre gobernantes ocupados en su responsabilidad, cumpliéndole a la población, otra cosa sería del estado. Por desgracia, la gran mayoría se ha dedicado a hacer negocios con el raquítico presupuesto que le asignan. Ojalá y los guerrerenses tuvieran más gobernadores como Evelyn Salgado Pineda, o como el anterior, Héctor Astudillo Flores.

A propósito, hay que reconocer el apoyo de la Secretaría de Marina, cuyo titular, José Rafael Ojeda Durán, acompañó a la mandataria estatal en el recorrido por los principales puntos afectados por las aguas de Max. Las fuerzas armadas, hay que puntualizarlo, tienen señalamientos muy serios en el pasado, pero también se reconoce su solidaridad y auxilio en favor de los guerrerenses cuando éstos requieren de su apoyo, principalmente en situaciones de desastres por fenómenos naturales.

En fin. Por ahora queda que el gobierno federal, el que encabeza Andrés Manuel López Obrador, destine recursos extraordinarios al estado de Guerrero para hacer frente a los trabajos de reconstrucción. Eso de que amor con amor se paga, es hora de que se haga realidad.

Comentarios: ayala.jc30@gmail.com

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