Este día les platicare un poco sobre la movilización social que trajo la Revolución Mexicana y que por supuesto envolvió también a las mujeres, esos rostros de rebeldía y sobrada valentía que no dejaron que sus hombres se fueran solos a las filas revolucionarias.
Y es que, aunque todos los historiadores están conscentes de que las mujeres se vieron envueltas de forma creciente en distintas facetas de la lucha social armada de inicios del Siglo XX, poco hincapié han hecho en ello y en sus protagonistas.
Primero tomaron parte como propagandistas durante la revolución maderista; después del asesinato de Francisco Ignacio Madero su papel en la revolución se incrementó.
Como ya dijimos, algunas se fueron siguiendo a sus hombres, otras, las más decididas, con las armas en la mano, lucharon hombro con hombro junto a sus compañeros del sexo masculino y un gran número de ellas haciéndose pasar por hombres con todas las responsabilidades que eso implicaba.
A pesar del creciente papel de las mujeres en el movimiento armado, todavía es mucho lo que se desconoce, algunos historiadores y escritores aducen que las labores que las damas desempeñaron eran las tradicionales, “servir a su pareja” y que por lo tanto son pocas en testimonios y archivos, las huellas que dejaron.
Hay investigadoras como la doctora Rocha, que han encontrado archivos donde consta, que además de la propaganda, la mayor parte se fue al campo de batalla y sí acompañando a su hombre encargándose de su aseo, de sus hijos o de los de las mujeres que perdían la vida, así como de conseguir y preparar sus alimentos, de ser necesario cuidar a los heridos; ser correos, espías, contrabandistas; y exploraban, vigilaban, transportaban y requisaban armamento al enemigo en el campo de batalla.
Su destacada participación ha dado pie a numerosas leyendas y hasta canciones.
Poco a poco iremos conociendo a esas aguerridas mujeres, protagonistas de historias fascinantes y muchas de ellas solas.
Amigos de Latitud Megalópolis, por hoy terminamos. Reciban un gran saludo, ¡hasta la próxima!