El presidente Andrés Manuel López Obrador tenía, desde hace año y medio, información clasificada de las extorsiones de La Familia Michoacana en Texcaltitlán, Estado de México, que cobraba derecho de piso en la venta de huevo, tortillas, cervezas, venta de animales y otras actividades.

De acuerdo con un reportaje de Jorge Cisneros, no desmentido hasta el momento por La 4T, la Secretaría de la Defensa y, por ende, López Obrador, tienen documentos, fotografías y organigrama del cártel desplegado en ese territorio.

Se supo esto, porque esa información forma forma parte del acervo hackeado por el grupo Guacamaya a la Secretaría de la Defensa Nacional, y porque en junio del 2022 ya se había registrado un enfrentamiento con las fuerzas armadas en esa misma zona.

Desde entonces, el gobierno de la república sabe que la Familia Michoacana controla la vida en esa región. La SEDENA tiene mapas que específican donde operan y quienes son los cabecillas, entre los que figura José Alfredo Hurtado Olascoaga, “El Fresa”.

A este personaje se le imputa la masacre de San Miguel Totolapan, Guerrero, el 5 de octubre del 2022, en la que murieron 20 personas, entre ellas el alcalde de la localidad, Conrado Mendoza. Entonces trascendió que su pareja sentimental es, o era, Celeste Mora Eguiluz, ex secretaria de formación Política de Morena.

Ella fue recomendada inicialmente por Félix Salgado Macedonio y su hija, la gobernadora Evelyn Salgado, como consejera nacional de ese partido y de ahí escaló posiciones.

Respecto a los hechos de Texcaltitlán, se menciona a Rigoberto De la Zancha, apodado “El Payaso”, pero la SEDENA lo tiene fichado como Juan Carlos Garduño Martínez. El sujeto murió durante el enfrentamiento con los agricultores pero la familia de este sujeto ya amenazó al pueblo.

El gobierno federal tenía datos precisos. La Fiscalía de Justicia y la Secretaría de Seguridad del Estado de México habían aportado información desde el 2022. Sin embargo, López Obrador no hizo nada para frenar las extorsiones y el cobro de “piso”.

En lo ocurrido en Texcaltitlán, Estado de México, La Guardia Nacional, la Policía del Estado y la policía municipal, llegaron tres horas más tarde al poblado de Texcapilla, pero sólo para hacer un levantamiento de los muertos y los datos preliminares.

Los pobladores tuvieron que tomar las armas y matar a 11 delincuentes, pero hoy denuncian la presencia de “Halcones”, pese a la presencia del Ejército y de la Guardia Nacional. Temen asesinatos y ejecuciones en cuanto se vayan de ahí las Fuerzas Armadas.

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