Sí, de las campañas al Senado lo único real que les hemos escuchado es su pobreza político intelectual, llegando éstas dos semanas a momentos de absurda ridiculez del senador candidato sin licencia, el arlequín del momento y podemos asegurar que se llevará el premio mayor de la insensatez al final de este torneo, Félix Salgado Salgado Macedonio.

Por parte del PRI no se puede decir mucho dado que el candidato al Senado por repetición Manuel Añorve Baños, más parece estar arriba de un “ring” cual peleador en corto buscando en su propia sombra conectar golpes minimizando el estatus por el qué busca el voto.

Sin atender los gritos desesperados qué lejos están de ser el canto de las sirenas de un adversario rijoso, Mario Moreno Arcos candidato al Senado por MC, el partido Naranja ha encontrado un campo propicio para desenvolverse a su mejor estilo, tendiendo puentes y amarrando en la ciudadanía la esperanza del voto..

De las frases recogidas en el primer día se escuchó lo mismo de siempre…”casa por casa, barrio por barrio, de sol a sol, etcétera, etcétera” Serán sesenta días de más de lo mismo…”les voy a cumplir”, voz de una desconocida Marisol Bazán, en el Distrito Cuatro local, con abundancia de acarreados, o cómo el candidato “pargo” por el Distriti 9, ya con más de seis meses de precampañas, a quien acompañan un grupo de jóvenes que bien parecen un equipo de beis bol, qué no lo dejan ni a sol ni sombra, cumpliendo con su partitura.

En tono más decente, sí así lo podemos percibir, por la Alianza Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT, VERDE) el candidato por el Distrito electoral local VIII de la zona poniente de Acapulco, Marco Tulio Sánchez, cómo un ciudadano con ánimo y fortaleza de convencer, caminó, saludó, platicó con vecinos del Pedregoso, y de buen ánimo encontró sonrisas, saludos y palmadas amistosas de los vecinos acapulqueños de esa populosa zona poniente, qué ven en él un digno representante al Congreso

Serán sesenta días, ojalá y no sean de más de lo mismo, los ciudadanos acapulqueños y guerrerenses no están para prestarse una vez más a lo que parece ser el juego que todos jugamos, donde ellos los candidatos son los únicos qué se creen sus frases estudiadas, sus poses medidas y sus promesas qué nunca cumplen. Habrá sin duda muchas sorpresas. Pero en política no hay sorpresas, sino sorprendidos.

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