Cuántas campañas ha vivido usted amigo, amiga lectora? Y en cuántas ha participado emitiendo su sufragio?, digo colocados en el papel mortal de ser un ciudadano responsable y no un candidato o político consuetudinario, porque ahí, cambia la percepción de lo que busco plantear como reflexión que me genera a mi estas letras.

En las campañas se escuchas voces. Muchas voces. Tantas que amerita dar a la mente un descanso para que en ese inter, de tres días, podamos digerir lo que escuchamos, lo que vimos y podamos llegar a la jornada electoral a emitir nuestro sufragio.

En este lapso, poco más de 40 días de campaña, tiempo en el que se sumaron ya quienes buscan el cargo más cercano a la población, el de Alcaldesas y Alcaldes, habrán de prender, por llamarse así, las que arrancaron en pos de la Presidencia de la República, Senado, Congreso de la Unión, congreso local, en el caso de Guerrero, y dar el giro para mover a la sociedad hacia sus figuras para sentir el vértigo de la elección.

En este lapso escucharemos distintas voces. Cada una hablará de lo que a su consideración convenga para convencer al electorado para que se incline por su propuesta, o quizá, por su figura, aunque también por su historia de vida.

Mujeres y hombres estarán expuestos a la opinión pública cuando expongan sus propuestas, cuando hablen de los municipios y de sus localidades, cuando hablen de las colonias, delegaciones y demás. Ahí será cuando el electorado tenga la oportunidad de discernir sobre los candidatos y su oferta política, cuando muestre si conoce la realidad del terreno que pisan o dejen aflorar la fantasía de sus exposiciones y dorar la píldora a los poseedores de una ansiada credencial de elector.

La seducción estará presente para conquistar al electorado, para atraerlos hacia sus mensajes, para convencerlos de que saben cómo hacer frente a los problemas que tiene un municipio y que tiene temple para enfrentar los otros problemas, los imponderables que demandan sensibilidad, diálogo, capacidad de gestión, acción resolutiva o solo son figuras de relumbrón infladas por el ego, por sus recursos económicos, o por su inexperiencia.

Las y los ciudadanos tenemos que hacer cada cual un alto para revisar la situación actual de nuestros municipios y asumir el compromiso del presente y del futuro, del que tenemos como habitantes, y el que tenemos como responsables de hijos e hijas como compromiso colectivo.

Tenemos que recordar las experiencias de otras elecciones, personajes y circunstancias y volver la mirada hacia nuestro entorno para que más allá de la seducción de las voces, encontremos la responsabilidad y compromiso para salir adelante. No hacerlo, no escuchar las voces responsables nos conducirá a una debacle y no sé si tengamos tiempo, dinero, fuerzas para resistirlo como sociedad, como familias y como ciudadanos. Surrealismo?

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